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Un día, un estudiante de Ingeniería de Organización Industrial decidió comprarse una impresora 3D, cuando aún solo unos pocos las tenían. En ese momento, aunque él no lo sabía, comenzaba una nueva etapa con una labor muy importante, que ayudaría a cientos de personas: la creación de prótesis para niños. 

Las trésdesis son “brazos impresos en 3D con movilidad prensil gracias a la articulación que tenga cada persona para personas que no pueden permitirse un dispositivo que les ayude en el día a día”. Así está descrito en la web de Ayúdame3D, la ONG que creó Guillermo Gauna-Vivas que ha contado a EL ESPAÑOL su experiencia como CEO de esta organización.

Todo comenzó cuando Guillermo estudiaba la carrera: “Hice varios proyectos con mi impresora 3D, mi trabajo de fin de grado fue hacer un dron. Aprendí a usarla por mi cuenta, con vídeos de Youtube. Cuando acabé la carrera me iba a ir de viaje a Kenya y pensé que allí podría ser de utilidad llevar algo impreso en 3D, entonces me contactó gente local sin brazos”. Fue entonces cuando hizo la primera prótesis para una persona sin codo y se la llevó en su viaje para entregarla personalmente.

“Esa primera entrega me marcó mucho. Fueron cinco personas, entre ellas, un profesor que me decía que por fin iba a poder sujetar el libro y la tiza a la vez”, recuerda Gauna-Vivas. Las primeras trésdesis que entregó fueron las que lo animaron a seguir creando para más personas. “Cuando les das las prótesis, les explota la cabeza y les hace una gran ilusión, por eso hacemos esto”, asegura.

Entonces, decidió crear Ayúdame3D y continuar entregando las prótesis de forma altruista: “Ya que las primeras prótesis fueron gratuitas, decidimos continuar así. No vemos lógico hacer negocio de un trauma de una persona, ellos no tienen la culpa de tener esa discapacidad”, comenta Guillermo. Y es que, al entregar estas prótesis a personas que no tienen tantos recursos, es de gran ayuda que no les cuesten dinero.

Guillermo Gauna-Vivas

Cualquiera que lo necesite puede solicitar las trésdesis, “al principio sí nos escribían sobre todo de países en desarrollo en África o Latinoamérica, pero ahora también de España y otros países”. En Ayúdame3D quieren ayudar a cualquier persona que lo necesite, por eso el proceso es bastante personalizado y accesible. 

En su página web, tienen tres tipos distintos de trésdesis: Nelly, Mery y Vicky. Dependiendo de lo que necesite, hay una para personas sin dedos, otra para personas sin codo y la última, para personas con codo. Las trésdesis las pueden personalizar a lo largo de su etapa de crecimiento, por lo que hay niños que incluso les han pedido que se parezcan a la de un superhéroe. 

Cuando una persona necesita una prótesis, contacta con Ayúdame3D y comienza el proceso de estudio. “Lo hacemos todo a medida, hay muchas que van personalizadas y que son un diseño nuevo, por lo que hay que ver si funciona”, comenta Guillermo. Después o la fabrican ellos mismos o se lo piden a voluntarios con impresora 3D que hay por toda España.

Una vez esté lista la trésdesis, se la entregan a la persona beneficiaria. “A veces las enviamos, pero es mejor que vengan a la oficina, así vemos que la medida vaya bien. Después hacemos un seguimiento para ver su progreso”, asegura Gaunas-Vivas. El proceso es totalmente personalizado y puede tardar entre uno y tres meses, dependiendo del caso.

Para que todo esto sea posible, la organización debe financiarse. “Somos como una ONG normal, cualquier persona se puede hacer socio por 3 euros al mes. Pero también tenemos otros proyectos pequeños internos, como la creación de trofeos para empresas y eventos, también hacemos merchandising y actividades para colegios”, explica Guillermo. Además, tienen presencia en casi 100 países distintos.

Además, usan la impresora 3D para hacer otras cosas, como crear actividades para los niños internos en los hospitales, talleres de concienciación… También en Ayúdame3D, hacen ‘Chemobox’, que son una especie de cajas porta-sueros para los tratamientos de quimioterapia. Es decir, que no sólo se centran en las prótesis.

En un futuro se quieren seguir desarrollando como hasta ahora. “Estamos haciendo la primera prótesis de pierna para personas con amputación por debajo de la rodilla. Vamos a hacer todo lo que se pueda con la impresora 3D, intentaremos abarcar lo máximo posible”, concluye Guillermo Gauna-Vivas. Y es que sus valores se centran en ayudar al prójimo y hacerle a las personas la vida un poco más fácil.