El 22 de diciembre es un día para jaranear. Es un día para ilusionarse, relegar de viejos amores y brindar con Moët. Es asistir al Teatro Real, carcajear con Don Quijote chirigote y conversar con Cervantes sobre la vida y sus infortunios. Sobre todo es un día para reír, reír mucho. Para ello todos entierran el hacha de guerra. O casi todos. No es el caso de Jesús Manuel Ruíz y Manoli Sevilla, quienes batallan todos los años por ver quién accede primero al regio teatro.

"Yo, perdona, pero no tengo ningún pique", expresa Manoli cuando este diario le pregunta por su rivalidad con Jesús. La mujer de 86 años cuenta que lleva intentando entrar en el edificio la primera desde que este acogió la celebración de la Lotería, hace ya cinco años. Allí conoció al que se convertiría en su rival. Y es que la ceutí era la número uno cuando antaño el sorteo se celebraba en Guzmán el Bueno. Pero apareció Jesús, y desde entonces no ha vuelto a ser la primera

Es por ello que este año andaba pronto con la mosca detrás de la oreja, y la misma tarde del 6 de diciembre quiso deambular por los alrededores del teatro para cerciorarse. En efecto: Jesús había llegado antes que ella. "Fui y ahí estaba. Le dije que hacía mucho frío, que esto era de loco y que el año que viene yo misma le cogería los números. Total, ¡si siempre entran [Jesús y Juan Manuel López] los primeros! Yo les dejaría entrar. Me dijo que sí, ¡tengo testigos! Y le dije también: 'Pero por favor, si vienes antes, llámame'", cuenta Manoli.

Asistentes al Teatro Real la noche del 21.

La ceutí asegura que viene únicamente "a pasar el rato y pasarlo bien", y que no quiere protagonismo, "a diferencia de Jesús": "Le dejé claro que yo no iba a salir junto a él en las televisiones y que tampoco le iba a nombrar". Cuenta que para ella no tiene tanta importancia entrar la primera y que cuando vuelva a ocurrir, le dejará a él hacer los honores. Manoli baja la voz y conversa casi en susurro porque "está ahí detrás y aquel es su hijo, que ha venido hoy". 

Pregunta.- Tranquila, ahora hablaré con él. 

Respuesta.- Si a mí me da igual, te digo sin problema lo que pienso delante de él.

Manoli explica cómo se las apaña para no perder su sitio. Cuenta que entre amigos se lo guardan: "Por ejemplo, a mí los lunes, miércoles y viernes vienen a limpiarme a casa, y no puedo dejar a la chica sola, así que avisé de que esos días llegaría más tarde". No obstante, Manoli está pagando un hostal cerca del teatro desde el 18 hasta el 21 de diciembre: "Durante el día estoy aquí y por la noche me voy".

"Soy feliz, no hago daño a nadie", expresa sosegada. Mientras, se señala el disfraz y comienza a reír. Se lo ha hecho una de sus hijas. La madrileña, no la tetuaní. Seguidamente, la mujer muestra su decepción. El primer año no existía esta rivalidad que existe ahora con Jesús. "Hoy día sólo quiere protagonismo llamando a todas las televisiones. Yo no lo acepto. De hecho, no me habrás visto con él. O como no haya sido de casualidad…", declara. 

[Radiografía de El Gordo de Lotería de Navidad: los números más probables según la serie histórica]

P.- Manoli, y ¿qué cree que va a pasar el año que viene? ¿Cree que Jesús le avisará si llega antes que usted?

R.- No lo sé… Te lo diré el año que viene si te veo… Pero me da igual. Aunque yo el año que viene ya iré con picardía. 

Aún así, Manoli expresa que lo bueno es llevarse bien y disfrutar del momento. Y seguidamente nos confía su mayor secreto: Todos los sábados del año juega el número 22374, el 22375 y el 11413 comprados en una administración de Ciudad Lineal y el 06254, el 13343 y el 18618, "además de los especiales, como el 00000 o el 00001". 

P.- ¿Más tarde podría fotografiarla con Jesús?

R.- ¡Uy! Claro que no. No estaría a gusto haciéndolo.

"La verdad es que me decepciona conocer esto", expresa Jesús con respecto a lo de la fotografía. El cántabro lleva 16 años viniendo a Madrid para celebrar la Lotería. Este año será el quinto que entra el primero al sorteo, "aunque una vez entré gracias a Manoli". Este afán se remonta a su niñez, cuando su tío anhelaba con acudir algún día "donde los niños de San Ildefonso" mientras veía los sábados retransmitir en blanco y negro los sondeos. "Es un reto para mí con ellos. Mi padre decía siempre: 'Iremos y jugaremos el número de la realeza los cinco ceros'". Jesús lleva consiguiendo este décimo desde los últimos diez años.

"La verdad sea dicha: cuando llego y no hay nadie estoy encantado", expresa el novaliego. El hombre cuenta que llegó el día seis y avisó de su llegada por un grupo de WhatsApp.

P.- ¿Cuándo llegó ella?

R.- Llegó cuando yo me fui a comer, sobre la 13.30 horas.

P.- Hizo fotos.

R.- Yo tengo más remesa que una foto. 

Toda una competición

Con esto, Jesús se irrita con que acceder al teatro para celebrar la Lotería se haya convertido en una competición: "Esto comenzó hace cinco años. Antes, cuando se celebraba en Guzmán el Bueno, siempre se venía a partir de las diez de la mañana del día 21. Pero cada vez Manoli y yo nos presentábamos antes porque comenzamos a picarnos. Es verdad. Todo ocurrió cuando, después de yo llegar el primero durante dos años consecutivos, el tercero me vio sentado alrededor del teatro a las cinco de la mañana. Pero a mí me da igual que entre ella o cualquiera. Yo me marco un reto por mi familia"

"¿Te acuerdas en la Castellana cuando íbamos tal día como hoy a las ocho de la tarde y estábamos los primeros? Ahora vienes a las once de la mañana y hay casi 100 personas haciendo cola", comenta repentinamente un conocido del cántabro mientras evocan recuerdos. 

P.- Jesús, ¿qué opina de que Manoli crea que sólo busca protagonismo?

R.- ¿Dónde ve el protagonismo? Ni siquiera me pongo delante de las cámaras ni voy disfrazado. Me dejas de piedra con esto.

P.- ¿Qué pasará el año que viene?

R.- ¿Después de esto? No lo sé. Ahora sé que Manoli ya me ha metido caña por ahí, y yo no me he metido con ella. 

[Risas]

R.- Hay pique, eh…

Cada año peor

Jesús confiesa que cada año se desmoraliza aún más. Admite que le tiene mucho cariño a Manoli y que constantemente hay comunicación entre él y la familia de la ceutí. "Si yo supiera que le hace daño no ser la primera en acceder, me quitaría de en medio", expresa. "Pero es que le encanta competir", continúa.

Asegura que podría montar un espectáculo con todo esto "porque es el escenario perfecto", pero "no es mi intención". "Mi ilusión es rememorar cuando de niño cogía la lotería. Te lo puedo demostrar cuando y como quieras. Traigo los ceros en honor a mi padre. Pero sólo necesito estar, no entrar. A mí quien entre primero me da igual", cuenta. Tras esto, afirma que hay personas que "se mueven por intereses" y que por eso "se han ido al otro bando".

"Paisano, ya te encuentro por los periódicos. Un año más, ¿no? El primero. ¿Estás cansaduco?", le arroja un conocido. Este diario se despide de Jesús. Pero al poco rato, sus caminos se vuelven a cruzar. El cántabro camina junto a su hijo con algunos cartones para sobrevivir al frío de esta noche. "¡Son para Manoli!", expresa entre risas. "¿De verdad?", se le pregunta. "Si estuviera, sin duda le llevaría. ¡Una vez compartimos un saco!", responde. Y vuelven a carcajear.