La selección española de cricket no suele ser noticia. Como tantos deportes minoritarios y algo invisibilizados, cuando salta a la palestra mediática o social lo hace bajo parámetros alejados de la práctica deportiva. Es lo que ha sucedido con la absoluta, que hace unos días se clasificó para disputar el próximo campeonato europeo. Un vídeo colgado en X -antes Twitter-, sobre el combinado que jugó el partido clasificatorio, ha desatado comentarios racistas por parte de algunos usuarios. ¿Por qué? Porque en la selección española de cricket apenas hay españoles de nacimiento. Si llegaran a ser una federación, eso podría cambiar.

Este aspecto es el que más afecta a sus jugadores. Como reconoce Christian Muñoz, su capitán, el inscribirse como federación les ayudaría en que no se vieran obligados a tener que pedir días libres para poder disputar los torneos. “Muchos pierden hasta su puesto de trabajo por representar a España, porque no les autorizan esos días y deciden dejar su empleo”, determina Muñoz. Sin embargo, si existiera una federación española de cricket, sus jugadores internacionales podrían ausentarse de sus puestos para disputar las competiciones.

A pesar de su flamante victoria frente a Francia, el cricket apenas es conocido en España. Todo ello pasa por constituirse como federación oficial, algo que se les ha negado, al menos hasta el momento. “Estamos intentando hacer todo lo posible porque este deporte sea reconocido en la comunidad de aquí”, dice Imran Muhammad, manager de la selección española de cricket.

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Ese “de aquí” que expresa Muhammad ya da algunas pistas de que el cricket y él mismo también tienen un “de allí” que, en este caso, se ubica en Inglaterra. Allí nació el deporte y rápidamente se exportó a todas sus colonias. Por eso, actualmente la selección española está compuesta, además de por dos deportistas naturales de España, por siete pakistaníes, dos indios, un sudafricano, un bangladeshí y dos ingleses.

Esta amalgama de procedencias, culturas e incluso colores ha sido el germen del éxito cosechado por la absoluta esta última semana. Un éxito que, por otro lado, se ha visto enturbiado por los comentarios recibidos en redes sociales, algo que no es nuevo para los componentes de la selección: “En redes sociales hay de todo, pero nosotros pasamos. Lo que intentamos es llevar el nombre de España lo más alto posible, y dar nuestro máximo”, añade el manager.

Por el momento, el combinado español se sitúa en el número 31 del ranking mundial de cricket. En primera posición se encuentra Inglaterra, seguida de la India y Australia. Muhammad, del mismo modo, tiene su propio club en Cataluña. Es el presidente del Club de Cricket Pak I Care, campeón de España varias veces y campeón de Europa de clubes. Es uno de los tantos equipos que cada fin de semana se mide frente a otro equipo homólogo. Según comenta, en torno a 40 clubes disputan la liga de la región catalana, donde sí existe una federación propia, el mismo número de equipos inscritos en la liga estatal.

Pasión por el deporte, no por el dinero

“Yo compatibilizo bien mi vida en el mundo del cricket con mi trabajo profesional, porque tengo una gestoría”, explica. Así ocurre con todos los jugadores y miembros técnicos de la selección, pues ninguno de ellos puede vivir con lo que le aporta la práctica deportiva. De hecho, la Asociación, tal y como actualmente están constituidos, les paga el desplazamiento, los hoteles y la manutención, pero poco más. “A veces hay una pequeña compensación económica, unos 20 0 30 euros. Nuestra pasión no es por el dinero, sino por el cricket, por eso queremos que siga creciendo. Queda mucho camino por hacer”, desarrolla el propio Muhammad.

La actual Asociación desea convertirse en federación, pero para ello todavía queda un largo trecho. En cambio, el equipo español sí que puede disputar competiciones internacionales avalados por el International Cricket Council (ICC). Asimismo, esta entidad permite que una persona sin la nacionalidad española, pero que lleva residiendo en el país más de cinco años, entre a formar parte de la selección, algo que ocurre en algunos casos del combinado español.

Dificultades del cricket en España

Sobre la lucha que lleva a cabo el mundo del cricket en España para llegar a ser una federación también se pronuncia Christian Muñoz, capitán de la selección durante nueve años, actualmente retirado de la pista por una lesión que le mantiene apartado desde febrero de este año hasta enero del siguiente. “Yo empecé a jugar al cricket con cuatro años. Mi madre es inglesa y cuando venía mi abuelo de visita, nos poníamos a jugar en el jardín”, rememora este alicantino.

Natural de Alfaz del Pi, la suerte se cruzó con él al tener un campo de cricket muy cerca de su casa, ya que en rara ocasión sucede algo así. “Al principio sí me preguntaban qué es eso del cricket, pero después toda la gente que me rodeaba ya lo conocía”, recuerda. Eso tan raro para el común de los mortales se convirtió en su mayor afición. Jugó en la sub15 y sub17 de España y a los 17 años engrosó las filas de la selección de Europa, ya extinta. Más tarde marchó a Inglaterra para seguir jugando en el país que inventó este deporte.

Uno de los jugadores de la selección.

“En Inglaterra sí que solo me dedicaba al cricket. Ganaba dinero de jugar y también de entrenar a niños. En España sí hubo bastantes chavales practicándolo en su momento. Había buen nivel. Ahora se ha perdido un poco eso, pero sí hemos crecido mucho con la absoluta”, cuenta Muñoz a sus 32 años.

El problema que él no se encuentra, pero que es la excepción, es el reducido número de campos de cricket que hay en España. “Yo siempre he podido jugar en el de Benidorm, pero para mucha gente es un gran inconveniente el dónde jugar y entrenar”, explica. En realidad, un campo de cricket ocupa bastantes metros, como unos dos campos de fútbol 7, más o menos, cavila el capitán. Esta cuestión, que no haya tantos espacios dedicados a este deporte, podría solucionarse de oficializarse el cricket como federación.

Llegar a los colegios, a nuevos chavales

De esa forma, el cricket podría entrar en los colegios y así acercar este deporte a los más pequeños. “Que al menos sepan lo que es y puedan llegar a desarrollar algún interés por él, sobre todo españoles que no tengan en su familia a ningún inglés”, desea el capitán de la absoluta.

Uno de los jugadores de la selección española de cricket.

Sea como fuere, el ICC les avala para que puedan competir con otros equipos internacionales. “Ahora todo el dinero que recibimos es de ellos. Nuestro sueño es convertirnos en federación y, aunque faltan muchos papeles todavía, en este último año hemos avanzado muchísimo”, relata Muñoz. Algo que les podría impulsar en su deseo es el rumor de que el cricket se podría llegar a considerar un deporte olímpico y sin federación alguna España no podría estar representada en ellas.

Al capitán de la selección española tampoco le han pasado desapercibidos los comentarios vertidos en redes sociales sobre la procedencia de los jugadores de la absoluta. Antes de volver a sus respectivas regiones desde Málaga, donde se disputó el último partido que les clasificó para el europeo, Muñoz les reunió a todos: “Les he dicho que no lean lo que ponen, que se queden con lo bueno, que siempre habrá gente sin dos dedos de frente y que intenten no hacer caso a la ignorancia de algunos”, finaliza él mismo.