El mundo lleva paralizado casi dos semanas por culpa de la desaparición del pequeño Émile. Se trata de un niño de tan solo 2 años que estaba pasando unos días de vacaciones en la casa de sus abuelos en la localidad de Haut-Vernet, una tranquila comunidad de los Alpes franceses. El pequeño se encontraba en el jardín y, poco después, nada más se supo de él. 

Las últimas personas en ver al pequeño con vida fueron dos individuos que observaron al niño caminando solo por la calle. Desde entonces, su paradero es una completa incógnita, ya que el menor ha desaparecido sin dejar rastro alguno. Hasta ahora, todas las investigaciones que se han realizado no han aportado ni una sola pista sobre su paradero. 

El misterio que rodea a este caso ha provocado que muchas personas lo relacionen de manera directa con otra desaparición muy mediática de una niña muy pequeña que se produjo hace ya 16 años. Este fue el caso de Madeleine McCann, la joven británica que desapareció en Praia da Luz, en el Algarve, mientras descanasaba en su apartamento. Ahora, repasamos todas las similtudes que tienen ambos casos. 

Dos desapariciones de dos menores de corta edad

La primera similitud clara y evidente es que se trata de dos niños muy pequeños. En el caso de Émile, solo dos años, y en el de Madeleine, tres. Dos menores que no podrían haber elegido su destino por sí mismos y que en caso de haber comenzado a andar hasta perderse, no podrían saber hacia dónde iban. 

Además, estas edades implican que en caso de tratarse de un secuestro, añadiría un agravante al autor o autora de los hechos, ya que se habría aprovechado de la inocencia y de la nula capacidad de defensa de una persona que ni siquiera se ha podido desarrollar todavía ni física ni mentalmente. 

Dos desapariciones en extrañas circunstancias

Otro de los puntos que tienen en común las dos desapariciones es que se han producido en situaciones muy parecidas y, a la vez, muy extrañas. En el caso de Madeleine McCann, la pequeña se encontraba en el apartamento familiar que sus padres tenían en Praia da Luz, en Portugal, durmiendo. Mientras ellos cenaban en un restaurante cercano, la pequeña descansaba. A su vuelta, nunca más supieron de ella. 

En el caso de Émile, el pequeño niño francés se encontraba pasando su primer día de vacaciones de verano en la casa de sus abuelos en el municipio de Haut Vernet, en la zona gala de los Alpes conocida como la Alta Provenza. El niño estaba en el jardín y a partir de ahí, su familia nunca más supo nada de su paradero. Desapareció sin dejar rastro. 

Dos despliegues pocas veces vistos

Los casos de Émile y Madeleine están relacionados a través de los enormes dispositivos que se han montado para intentar encontrarles o para hallar alguna pista sobre su paradero. En el caso de Madeleine McCann, su búsqueda ha sido un acontecimiento sin precedentes. Servicios de Reino Unido, Alemania y Portugal implicados en su búsqueda durante más de tres lustros sin detenerse. Unas labores de rastreo que continúan hoy en día alrededor del principal sospechoso, el ciudadano alemán Christian Brueckner. 

En el caso de la desaparición de Émile, aunque no tiene un vagaje histórico comparable, ya que el lamentable suceso de su pérdida se produjo hace tan solo 10 días, el dispositivo de su búsqueda también ha contado con un despliegue muy considerable.

Émile, el niño de solo 2 años desaparecido en Francia

Un equipo formado por cientos de operarios procedentes de cuerpos de la Policía y de bomberos han participado en las labores de búsqueda. Además, también han participado perros de rastreo y un gran pelotón de más de 200 voluntarios para intentar hallar aunque fuera solo una pista sobre el pequeño. Unas labores que de momento han cerrado su primer programa de intentos sin éxito. 

La expectación mediática y las sospechas sobre la familia

El último punto que ambos casos tienen en común es la enorme expectación mediática que han generado. Es precisamente por eso por lo que el caso de Émile se puede comparar al de Madeleine McCann, la desaparición más famosa y reconocida de las últimas décadas. Dos casos que han conseguido dar la vuelta al mundo y que son conocidos por la mayor parte de la sociedad. 

[Atropellado por una cosechadora: la terrible hipótesis que explicaría la desaparición de Émile]

En el caso de Émile ha sucedido al igual que con la pequeña 'Maddie', ya que alrededor de la figura del pequeño han surgido todo tipo de hipótesis. El motivo siempre ha sido el mismo: porque no existe un hilo claro del que poder tirar. El último paralelismo entre las dos desapariciones es que las familias han sido consideradas, en algún momento de la investigación, como sospechosos de las desapariciones. 

En la desaparición de Madeleine McCann, los padres llegaron a ser señalados como posibles culpables de la desaparición. Ahora, con Émile, las extrañas circunstancias en las que se produjo la pérdida del pequeño también provocaron que las dudas rodearan a la familia. Los dos casos avanzan rodeados de muchas dudas.