El Partido Popular es la fuerza más votada en la Comunidad Valenciana y, la suma con Vox, le abre la puerta del gobierno autonómico dando por finalizado los ocho años como presidente del socialista Ximo Puig.

 

El Botànic, el nombre con el que se conocía el pacto que ha permitido a la izquierda valenciana gobernar desde 2015, ya es historia. Carlos Mazón consuma en su estreno como candidato el cambio de ciclo en este territorio, uno de los más codiciados en estas elecciones que, pese a ser autonómicos y locales, se han leído también en clave nacional.

El PP, pese a que ha obtenido 40 de los 50 representantes que se necesitan para articular una mayoría parlamentaria, necesita a la extrema derecha para gobernar. Y Mazón tendrá que entenderse con el candidato del partido de Santiago Abascal, Carlos Flores Juberías. Un perfil que en el PP admiten que complicará los pactos e incomoda especialmente por su condena a un año de prisión por violencia de género.

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Catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad de Valencia (UV), Flores Juberías representó al PP en diversos cargos institucionales durante la última legislatura y el pasado diciembre se sumó a las listas de Vox como número uno. El dirigente valenciano se estrenó como candidato el domingo, pero ya había militado en la extrema derecha durante su juventud y en los años 80 fue en la lista a Les Corts del partido ultra Fuerza Nueva, liderado por Blas Piñar.

Flores Juberías ha acaparado toda la atención desde que se conoció el contenido de la sentencia. La Audiencia de Valencia le condenó en 2002 a un año de prisión y al pago de 6.000 euros por maltrato psíquico a su expareja en presencia de sus hijos, entonces menores de edad.

La resolución, publicada por EL ESPAÑOL, no deja lugar a dudas sobre los hechos y relata el infierno y el "trato inhumano, vejatorio o degradante" que sometió a la mujer y a la familia de esta desde el año 2000. Las vejaciones fueron de tal gravedad que la víctima abandonó la ciudad de Valencia y, durante uno de los episodios, su hija tuvo que pedir auxilio a la Policía.

Flores, un jurista de cierto prestigio en Valencia y comentarista habitual en diferentes tertulias de televisión, fue sentenciado por un delito de "violencia psíquica habitual" y por 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones injustas que se enmarcaron como "violencia doméstica", pues la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género no se aprobó hasta 2004.

La resolución recoge cómo la maltrataba e intimidaba mientras la perseguía por la calle o cuando ella llevaba a sus hijos al colegio. "Puta, ladrona, secuestradora de niños, más que ladrona, te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo, ladrona", son algunos de los insultos que destaca la sentencia de la sección quinta de la Audiencia de Valencia.

Flores interviene en un acto de campaña. EFE

El primer episodio violento denunciado tuvo lugar en el mes de septiembre del año 2000. Ese día el candidato de Vox acudió al domicilio en el que residía la víctima con sus tres hijos y se dirigió a ella como "ladrona, secuestradora de niños, dueña de calabozo, puta". Además, le gritó que se "buscara la vida" y si se dedicaba "a hacer las esquinas todavía".

Unas semanas después, el 11 de octubre de 2000, el condenado conducía una moto y "siguió a su exesposa e hijos hacia el colegio donde estudiaban". Allí le preguntó que si le molestaba su presencia y de nuevo empezaron los insultos. 

"¿No puedo hacerlo?, ¿molesto? Imbécil, cuida a tus hijos, ladrona ¿te falta dinero?, ¿no te paso bastante?, mantenida, que vives a costa de tus hijos, ¿no te da vergüenza?...".

Las agresiones verbales continuaron en 2001 e incluso en una ocasión impidió a su expareja que "entrara de nuevo en su domicilio". "Loca, más que loca, ladrona, secuestradora de niños, manipuladora, sabes dónde más duele, que ésta es mi favorita", le dijo en referencia a una de las hijas que presenció la escena y se negó a acompañarle.

Carlos Flores no solo ejerció violencia verbal sobre su exmujer y las amenazas se extendieron a la familia de esta. En enero de 2001, cuando el condenado se acercó a sus hijos que caminaban con su madre y el abuelo materno, les siguió y manifestó a su exsuegro: "Cruza enfrente que es el barrio de las putas, vete con las putas que es lo que tienes que hacer, ¿es que no tienes mujer a la que cuidar?; anda y vete".

Las expresiones "hicieron que la hija mayor, de 11 años de edad, se dirigiera a los agentes de la Policía Local que se encontraban en las inmediaciones para que intervinieran".

Las vejaciones contra el abuelo de los niños continuaron y, solo unos días después, volvió a protagonizar otro altercado cerca del colegio al llamarle "sinvergüenza", "ladrón", "hijo de puta y que toda la familia era igual".

Sin líneas rojas

Vox conocía la condena cuando Abascal eligió al profesor como aspirante a la Generalitat. Carlos Flores ha defendido en todo este tiempo que las penas "no son de por vida" y que la sentencia recoge hechos que pasaron hace 20 años. "Todos, en un momento determinado de nuestras vidas, hemos dicho o hecho cosas de las que luego te arrepientes", dijo.

Carlos Mazón necesite los votos de la extrema derecha para su investidura y ahora está por ver qué posición adopta el mandatario popular ante la grave condena de su posible socio (parlamentario o, incluso, de gobierno).

El El presidente del PPCV, Carlos Mazón y la candidata a la alcaldía de Valencia, Maria José Catalá. EFE

Las primeras palabras del líder de Vox en Valencia durante la noche electoral fueron toda una declaración de intenciones.

"Nuestra mano está tendida a aquellos otros partidos, a aquella otra formación, que está llamada, junto con nosotros, a abrir una nueva fase en la historia de la Comunidad Valenciana. Nuestra mano está tendida, eso sí, pero no dispuesta a hacer regalos ni a aceptar chantajes. Nuestra mano está tendida para buscar un nuevo futuro para nuestra comunidad sobre la base del respeto que nuestros electores se merecen", destacó Flores.

Vox no se lo pondrá fácil a Mazón, pero los magníficos resultados que ha obtenido el PP en esta autonomía quitan pese a los de Abascal en las negociaciones. No obstante, los de Abascal no prevén quedarse fuera del Consell y apuestan por influir y participar en todas las áreas del ejecutivo, posiblemente con el modelo de una vicepresidencia sin cartera aplicado en Castilla y León.

Pese a la condena, la persona elegida por Abascal para este cargo es Flores Juberías y en campaña ya avanzó que rechaza las líneas rojas: "Si he de poner una es el respeto a la voluntad de los valencianos".

El anuncio por sorpresa de Pedro Sánchez confirmando el adelanto de las elecciones generales al 23 de julio podría retrasar la formación del nuevo Gobierno autonómico para evitar la foto de Mazón con el que será su principal socio los próximos cuatro años. Desde la izquierda ya han avanzado que no darán su apoyo al PP para evitar el pacto con Vox.