Valencia

Han pasado diez meses desde que Mario fue arrestado en una manifestación en la ciudad ucraniana de Jersón y sigue apresado por las tropas rusas.

El jubilado valenciano Mariano García Calatayud, conocido como Mario, desapareció el pasado 19 de marzo y fue el primer español apresado por el ejército de Rusia en Ucrania. Su familia sigue con angustia el transcurso de la guerra y teme por su vida. "La única solución es que el Gobierno español reclame formalmente a Ucrania que incluya su nombre en una lista de intercambio de presos", explica a EL ESPAÑOL Paco Santiesteban, amigo de Mario y portavoz de la familia.

El pasado 17 de enero, el defensor del Pueblo turco, Sheref Malkoch, informó de que Rusia y Ucrania preparan el mayor intercambio de prisioneros realizado desde que comenzó la guerra en febrero del año pasado. Según anunció, 200 rusos serían intercambiados por 800 ucranianos, cuyos detalles se están actualmente discutiendo.

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"¿Cuesta tanto una llamada de teléfono a las autoridades ucranianas de la Embajada de España?", se pregunta Santiesteban. Según la familia, las autoridades españolas únicamente les han recomendado que se pongan en contacto con alguna ONG ucraniana para solicitar su liberación.

"Nos suena a una dejadez absoluta. Su pareja ha contratado un abogado en Ucrania, pero no pueden desplazarse por el país porque les detendrían. Pero ¿de qué sirve tener un abogado en un país en guerra? Desde Ucrania solo nos trasladan que debe de ser el Gobierno español quien reclame que su nombre figure en la lista de intercambio de presos", asegura el portavoz.

Mario tiene 74 años y sus allegados están preocupados por su estado de salud: "Está mal, ha perdido mucho peso y tiene problemas de corazón". Está en la prisión de Simferópol, a unos 300 kilómetros de donde fue capturado.

El anuncio de la negociación para el mayor intercambio de presos que se ha realizado hasta la fecha ha devuelto la esperanza a la familia de Mario. Hasta el mes de diciembre, los canjes lograron la puesta en libertad de más de 1.300 soldados ucranianos capturados por las fuerzas rusas, según informó Ucrania. 

"En la reunión a la que asistí, el defensor del Pueblo de Ucrania entregó a la parte rusa una lista de 800 personas. La defensora del Pueblo rusa, Tatiana Moskalkova, por su parte, entregó a su homólogo ucraniano, Dmitro Lubínets, una lista con 200 nombres", declaró el defensor del Pueblo turco al canal CNN Turk. Se han celebrado ya ocho reuniones entre representantes rusos y ucranianos.

"Ahora es un momento importante porque se está negociando la lista de presos. Solo pedimos que el Gobierno de España traslade a Ucrania que tenga en consideración su nombre y no se olviden de él. Hemos estado en contacto con Cruz Roja Internacional, pero necesitamos que España haga esa petición", subraya la familia.

Mario García en una imagen de archivo.

Vida en Ucrania

Mario nació en la localidad valenciana de Carlet y reside en Ucrania desde 2014. Trabajó toda su vida en una empresa valenciana de pavimentos y más tarde, aprobó la oposición para ser funcionario en el ayuntamiento de su pueblo. Desde entonces fue jefe de la brigada de obra municipal.

De pequeño, su padre le contó que la ciudad de Odesa acogió a los niños españoles que huían en barcos durante la Guerra Civil y aquella historia le fascinó. Cuando se jubiló, y tras la toma de la península de Crimea, hizo las maletas rumbo a Ucrania "para ayudar al pueblo ucraniano y dar un nuevo sentido a mi vida", aseguró a este periódico días antes de ser detenido.

En los últimos años, ha participado en distintas labores humanitarias desarrolladas por todo el país. Tras su arresto en marzo del año pasado, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores indicaron a EL ESPAÑOL que la embajada española en Kiev, que opera desde Varsovia (la capital de Polonia), activó un operativo de búsqueda para localizarlo e intentar liberarlo.

Según precisaron, tanto dicha embajada como "los servicios de emergencia consular del Ministerio de Asuntos Exteriores" se encuentran "siguiendo atentamente este caso" y "permanecen en contacto con su familia".

La preocupación es máxima, porque Mario, pese a que colaboraba principalmente en labores humanitarias, es veterano de guerra española y se había mostrado en varias ocasiones dispuesto a combatir a los invasores de Ucrania. Además, posaba frecuentemente con atuendo y armas militares.