Hablar en la isla canaria de La Gomera de Francesco Meloni Incrocci, padre de la líder del partido ultraderechista Hermanos de Italia y, casi con toda probabilidad, próxima primera ministra del país transalpino, Giorgia Meloni, sigue entrañando un halo de misterio. Así lo corroboran los vecinos que pasaron una décda, entre los años 80 y 90, junto a él en la Gomera. “Era muy afable, pero traía consigo una mochila un poco turbia”, explica a EL ESPAÑOL uno de los residentes.

El patriarca, natural de Cerdeña, tuvo una vida llena de penumbra: se marchó de Italia dejando a Giorgia sola con su hermana Arianna y su madre Anna; montó dos negocios en La Gomera, arrastrando dudas sobre sus posibles vínculos con el narcotráfico; se marchó de forma “abrupta” a Palma de Mallorca, donde acabó siendo detenido y condenado a prisión por transportar una tonelada y media de droga; hizo negocios en Madrid; se presentó a las elecciones municipales y autonómicas de Baleares en dos ocasiones sin resultar elegido, y, finalmente, murió por leucemia ante la aparente indiferencia de su hija.

Para entender quién es Giorgia y por qué se declara seguidora de Benito Mussolini, muchos apuntan al abandono de su progenitor como punto de inflexión. Su odio hacia él por haber roto el núcleo familiar la pudo haber empujado al extremo opuesto a su tendencia. Francesco decía ser comunista y ateo; ella, por el contrario, abandera hoy el neofascismo y los valores más conservadores de la Iglesia.

El empresario italiano aterrizó en La Gomera, también llamada isla colombina -por ser uno de los avituallamientos de Cristóbal Colón en su camino a América-, con el objetivo de establecer varios negocios. Así, adquirió hasta tres inmuebles emblemáticos, de arquitectura señorial, en los que ubicó su propia vivienda, un restaurante y un bar de copas. No obstante, la mayoría del tiempo lo pasaba en su yate, el Cavallo Pazzo (Caballo Loco), indican otros habitantes de la capital, San Sebastián, que prefieren no dar su nombre.

Precisamente en torno a esa embarcación, que navegaba por las zonas de Valle Gran Rey y Playa Santiago, se crearon muchas leyendas. Todas parecen converger en la idea de que a bordo Franco, como era conocido en la comarca, transportaba mercancías de dudosa procedencia. Es por eso que, dicen, “a nadie le extrañó” que en 1995 lo detuvieran en Baleares, al ser pillado in fraganti con 1.500 kilos de hachís junto a su yerno, como publicó Diario de Mallorca. Un delito por el que fue condenado a nueve años de cárcel.

Francesco Meloni traficaba con drogas. Menorca.info

El día a día del patriarca Meloni estaba muy vinculado a la burguesía local, si bien cuentan que “se intentaba llevar bien con todo el mundo”. Durante los meses de verano, viajaban a la isla desde Roma sus dos hijas, Giorgia y Arianna, quienes mantenían “buena relación” con los jóvenes de su edad. “Llamaban la atención por su forma de hablar, en un italiano muy cantarín”, subraya un villero sobre el único hecho que aparentemente las hacía destacar. “Por lo demás, pasaban bastante desapercibidas”, asegura.

“Recuerdo cómo solían ir los tres al Bodegón o a La Cuevita, donde almorzaban y luego, si hacía buen tiempo, ellas disfrutaban de la playa durante la tarde”, concretaba una vecina en declaraciones al portal Gomera Noticias, rememorando la estancia de la primera mujer que, según previsiones, será inquilina del Palazzo Chigi. Asimismo, frecuentaba el Club Náutico, que se erigió como epicentro social durante muchos años. A esas citas en ocasiones se unían los dos hijos de una empleada del hogar oriunda de La Gomera con la que el empresario italiano mantenía una relación sentimental.

Sus negocios

Sobre los negocios declarados de Franco Meloni, fuentes conocedoras de los dos locales que regentó destacan que despuntaba “por su buen gusto”, dado que los edificios que compró para instalar sus establecimientos “seguían el estilo de las casas de la época”. Uno de los inmuebles es la Casa Echeverría, construida a mediados del siglo XVIII por un capitán de milicias navarro, Miguel de Echeverría y Mayora, caballero de la Orden de Santiago.

En esa casa, adquirida por el Cabildo Insular para ampliar el Museo Arqueológico -tras pasar entremedias por otro propietario-, vivió el padre de Giorgia Meloni. “También adquirió y restauró, en la calle del Medio, la Casa Ayala, donde hoy se ubica la UNED y en la que entonces instaló el Bar Restaurante de Oristano”, explica un vecino del municipio, al tiempo que detalla que el nombre se debe a Oristán, ciudad de la isla de Cerdeña, donde nació.

Francesco Meloni, detenido en Baleares por traficar. Menorca.info

No era raro ver a Franco entre fogones. De hecho, indican que es algo que le gustaba hacer: “Se entretenía cocinando y se le daba bien; tenía una afición muy fuerte al arte culinario”. Eso sí, su centro de operaciones era, en la práctica, el yate, al que “iba y venía todos los días” sin que trascendiera con quién se veía o qué hacía, algo a lo que estaban poco acostumbrados en el pueblo. De ahí que siempre le rodeara un aura de misterio con ciertas dosis de sospecha. “Luego, después de lo que le pasó en Mallorca, intuímos que traficaba y negociaba dentro”, afirma un residente.

Aunque el enclave que los consultados por este periódico no dudan en calificar de “núcleo duro de la droga” es el ya extinto bar de copas Fin-Fan, que hacía las veces de discoteca, situado en “una casona antigua de la calle trasera o Virgen de Guadalupe”. Un local que gozó de popularidad, entre otros motivos, por la escasa oferta de ocio en la isla, que en los 80 comenzó un proceso de pérdida de población hasta los 21.000 residentes actuales.

Familia entre dos archipiélagos

A lo largo de los últimos días, con motivo de la victoria este 25 de septiembre de Giorgia Meloni, se ha hablado mucho de su progenitor. En especial, fuentes de la isla colombina aseguran haberse sentido “abrumados” por la cantidad de llamadas de medios, nacionales e internacionales, mostrando interés por los lazos de la futura primera ministra italiana con Canarias.

De entre las principales preguntas abiertas sobre el pasado isleño de Giorgia está si Francesco tuvo descendencia o no en La Gomera, extremo que dos vecinos de San Sebastián niegan: “Mantuvo una relación con una mujer de la isla que había enviudado y tenía dos hijos, pero no eran de él. Esos chicos ahora tendrán entre cuarenta y cincuenta años”. Es más, insisten en que “no tuvo cuatro hijos gomeros, como se ha dicho por ahí”.

En lo referente a su actividad pública, explican que nunca coqueteó con la política sino que “permaneció al margen”, algo que sí haría más tarde en Baleares, presentándose en 2007 y 2011 a las elecciones autonómicas con una plataforma llamada Ciudadanos en Blanco, que aspiraba a que los votos en blanco fueran computables. Unos comicios a los que, igualmente, concurrió en puestos intermedios de la lista, nunca como cabeza de cartel.

Una salida “abrupta”

Para reunir todas las piezas del puzzle y reconstruir la vida de Francesco en La Gomera, especialmente los pasajes más enigmáticos y sobre los que nadie parece querer hablar, resultaría útil el relato de quien fuera su pareja, la empleada del hogar de la que se enamoró y que cuidaba de Giorgia y su hermana Arianna en aquellos veranos. Sin embargo, los vecinos relatan que la mujer padece Alzheimer en estado avanzado, por lo que sus recuerdos se han disipado: “No puede hablar”.

Inspección a la embarcación de Francesco Meloni donde traficaba con drogas. Menorca.info

Lo que sí narran es que su salida fue “abrupta”. Sin entrar en detalles, cuentan que dejó los negocios, abandonó la isla y se le perdió la pista, hasta que se hicieron públicos sus problemas con la justicia en tierras mediterráneas. “Lo último que supimos es que lo trincaron en Palma de Mallorca con droga”, señalan.

Quien sí ahonda en este episodio es la propia Meloni en su autobiografía Io sono Giorgia (Rizzoli, 2021), donde hace un alegato, al hilo de sus lemas de campaña, en favor de tres pilares: “Dios, patria y familia”. En el libro reconoce que la marcha de su padre marcó su trayectoria vital, hasta el punto de considerar el abandono peor que la muerte, dado que, en caso de fallecer “te espera en el cielo”; “si desaparece, tienes que lidiar con su fantasma”, dice.

Las dos huidas de Franco, primero de Italia hacia Canarias, dejando a Giorgia y Arianna solas con su madre, Anna Paratore, y más tarde de la isla colombina en dirección al archipiélago balear, constituyeron un punto de no retorno en la relación padre-hija. Hay quien incluso atribuye a ese sentimiento de traición que decidiera casarse con ideas neofascistas, declarándose seguidora de Mussolini como antagonismo a su progenitor.

Tras encabezar la coalición ganadora de las últimas elecciones, integrada por Hermanos de Italia, la Liga de Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi, debe formar gobierno. Una tarea en la que ya trabaja, no sin roces con algunos de sus socios, que ambicionan tener más peso dentro del Ejecutivo del que, según ha trascendido, la política romana plantea otorgarles.