Pedro Jesús García estuvo de misión en Irak dos años antes de que se aprobara el matrimonio homosexual en España y 13 años antes de salir públicamente del armario. En aquel 2003, ya había cursado la carrera militar y era sargento, pero los derechos de las personas LGTBI eran algo que sonaba a chino en la sociedad española. Hoy, García es de las pocas personas dentro del ejército español que ha dado un paso adelante, ha alzado el puño y ha gritado orgulloso: “Soy militar, brigada de la UME y gay”.

Esta reivindicación toma un cariz especialmente importante este 2022. Este jueves ha terminado en Madrid la 32ª cumbre de la OTAN, probablemente la más importante desde el fin de la Guerra Fría. Y este viernes, comienzan las fiestas del Orgullo LGTBIQ+. El encuentro de la alianza atlántica en la capital ha dejado estampas peculiares: el progresista Justin Trudeau (presidente de Canadá) con el dictador Recep Tayyip Erdogan (Turquía); el homosexual Xavier Betel (Luxemburgo) con el homófobo ultraconservador Viktor Orbán (Hungría).

Caprichos del protocolo, a Orban le tocó sentarse al lado del marido de Betel en la cena de este miércoles en el Museo del Prado. “A día de hoy hay 12 países en los que se mata por ser homosexual. ¡12! Y 69 donde todavía está penado”, protesta el brigada García, que atiende a EL ESPAÑOL en un bar del madrileño barrio de Chueca, epicentro del movimiento gay en España. Varios de esos países forman parte de la alianza militar atlántica.

Pedro Jesús García posa para EL ESPAÑOL en la salida del metro de Chueca. Jaime Susanna

Con todo, el brigada García derrocha felicidad y optimismo durante su entrevista con este periódico. En todo momento ha estado más que dispuesto a celebrar esta reunión y en su cara hay una sonrisa perenne. Bajo su pelo —ya canoso— brilla una mirada de un azul intenso y, ya lo dijo Lola Flores, eso no se puede operar.

“Tenemos unas fuerzas armadas muy modernas”, afirma el militar, que fue distinguido el año pasado con el premio Mr Gay Castilla-La Mancha. “Son más las personas que me apoyan que las que no. Siempre ha sido así. Lo que pasa es que las que no te apoyan son muy ruidosas. Pero son pocos y cobardes”. Esta es la historia del militar que rompió la ley del silencio que imperaba en el ejército.

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'Pedri' cogió su fusil

Pedro Jesús García nació hace 49 años en Talavera de la Reina (Toledo). Pedri, como le llaman sus allegados, fue el segundo de cinco hermanos. Y mucho antes de saber que le atraían los hombres, se enroló en el ejército. “A los 19 fui a hacer el servicio militar y luego me fui como voluntario. Luego me fui a estudiar al Instituto Politécnico en Calatayud. De ahí de tropa y me fui destinado a la Brigada Paracaidista y luego dije: ‘Tengo que hacer algo con mi vida militar’. Me hice militar de carrera del Arma de Ingenieros con la especialidad de Transmisiones”, es decir, el equivalente militar a Ingeniería de Telecomunicaciones.

En su hoja de servicios consta el conflicto más polémico del siglo XXI: la guerra de Irak, donde le tocó combatir en la batalla de Nayaf, el 4 de abril de 2004. “Yo fui a Nayaf a montar las comunicaciones por satélite. Yo era el encargado de todas las telecomunicaciones. Todo iba normal hasta que nos atacaron y aquello era un sálvese quien pueda. Entré en combate directo”.

El militar vestido con su uniforme de gala. Cedida

Aquella mañana la policía iraquí fue enviada para controlar una manifestación en la ciudad, pero fue recibida a tiros y se vio obligada a refugiarse en la base española Al Andalus. Rápidamente la situación se fue de manos y la base comenzó a ser atacada con fuego de fusilería y lanzacohetes de la milicia chií al-Mahdi. El ataque pilló a nuestro protagonista en el patio de la base y, en una primera instancia, tuvo que buscar refugio bajo un camión.

“Fue muy duro, nos atacaron por sorpresa. Casi muero”. Afortunadamente, ni García ni ningún militar español falleció en esta batalla. “Tengo el valor reconocido y tengo los hechos de armas, algo que pocos militares tienen”.

—¿Te pareció una guerra justa?

—Yo en eso no puedo opinar... Íbamos como misión de paz y acabamos pegando tiros.

El papel de España en la invasión de Irak, efectivamente, nunca pretendió ser el de potencia atacante sino apaciguadora, a diferencia de los Estados Unidos. Sin embargo, queda en la memoria de todos la famosa foto del trío de las Azores: Bush, Aznar y Blair. A finales de mayo del 2004, ya con José Luis Rodríguez Zapatero de presidente, las tropas españolas fueron totalmente retiradas del terreno.

Y nació la UME

En 2005, cuando el Gobierno de Zapatero creó la Unidad Militar de Emergencias (UME), García fue llamado para ser uno de los primeros en unirse. “Me llamaron en el 2005 y me incorporé en 2006, porque fui a Estrasburgo a una misión. Cuando volví me metí. Me llamaron para crear la parte de telecomunicaciones. Y desde entonces estoy ahí. Soy de los fundadores”.

Por aquellas, García acababa de salir del armario en el ámbito personal. “Me costó mucho salir del armario. Yo tuve mis novias allí [en Talavera]. Pienso que era un poco por el qué dirán de los pueblos. También es verdad que me atraían las mujeres…”.

—¿Te siguen atrayendo algo?

—No, nada. Ni con un palo (risas). Con mi última novia ya salí del armario. Vi que me empezaban a atraer los chicos. Ya tenía 28 años o así. Tardé mucho en salir del armario, sobre todo por el entorno, no por mí. Talavera, mis padres, mi familia, el ejército…. aunque no he salido del armario hasta hace poco en el ejército, era algo que me condicionaba muchísimo. Eran muchos factores.

El brigada García salió publicamente del armario en el año 2016. Jaime Susanna

—¿Tu familia se lo esperaba, reaccionó bien?

—Me acuerdo que mi madre me dijo: ‘¿Y no me vas a dar nietos?’. Hoy en día le diría que puedo adoptar. A ella le costó bastante. Mi padre siempre se había mantenido un poco más al margen. Era al que más respeto le tenía y creo que fue el que mejor se lo tomó. Me dijo: ‘Lo que se ve no se pregunta’. O sea, que ya se lo esperaba. Cuando yo quisiera contarle, él estaba preparado. Sin embargo, a mi madre le costó más asimilarlo.

En el año 2016, cuando contaba ya 43, García decidió romper su silencio. “Fue a raíz de una ruptura. Yo tenía una pareja con la que estuve ocho años, casi nueve, y me dejó de una manera muy mala, muy mala. Estuve con depresión”, recuerda el brigada.

“Al final el ejército es como una familia. Yo me considero un tío alegre, siempre iba por los pasillos con mi alegría, hablando con la gente y tal. Y llegó un momento en que estaba muy triste y hundido. Te van preguntando qué te pasa y, ¿cómo dices que me ha dejado mi novio?”. En ese momento, la verdad salió por su boca ante todos.

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“Estaba cansado, se acabó. Cuando decidí salir… Hubo un poco de todo. Sufrí mobbing y homofobia, por parte de superiores, de iguales y de subordinados. Eso se juntó con mi depresión postruptura y me hundí. Pero tuve mucho apoyo de los psicólogos militares. Fui al gabinete de psicología de la UME y en todo momento me apoyaron y estuvieron conmigo. Se portaron muy bien. Siempre que les veo les digo que gracias a ellos pude dar el paso y hacerme fuerte”.

El militar prestando servicio durante la pandemia de Covid-19. Cedida

—¿Alguno de los que te trató mal se ha disculpado con los años?

—Nunca, nadie.

—Joder…

—Tampoco lo espero.

Pero García se queda con lo bueno, que es más que lo malo. Numerosos compañeros y superiores le mostraron su apoyo y aceptaron su condición sexual sin prejuicios. “El teniente coronel jefe de mi batallón fue el primero que me dijo: ‘Pedro, si tienes algún problema vienes, me lo cuentas y vemos cómo actuamos’”. Para los profanos en rangos militares, entre un brigada y un teniente coronel está toda la escala de oficiales y suboficiales.

Mr Gay 2021

Desde que García decidió dar el paso se ha convertido en una celebridad. Nuestro protagonista acumula más de 50.000 seguidores en la red social Instagram y fue nombrado el año pasado como Mr Gay Castilla la Mancha. También recibió el premio Diversa Global 2021. 

“Mr Gay lleva desde el año 2008 luchando por la diversidad y no es un certamen de belleza. Eso ponlo bien grande: ¡No es un certamen de belleza! Es un certamen que lucha por la diversidad y el colectivo. Premia la visibilidad, premia el activismo de todos. Es el 8 de julio en la Plaza de España. ¡Y con Isabel Pantoja! Le van a dar un premio”, celebra nuestro entrevistado que, por segundo año consecutivo, está nominado al galardón. Las votaciones están abiertas en la web de la organización.

El certamen es especialmente importante para él. Quiere ganar por tres motivos. El primero, "porque tenemos que ser visibles, vistamos el uniforme que vistamos o tengamos el trabajo que tengamos". El segundo sería llegar más a nuestros mayores, porque "gracias a ellos disfrutamos de muchos de los deberes y derechos que nos corresponden". Por último, le motiva "ayudar a la aceptación de la condición sexual de cada persona, guiándoles de la mejor manera para hacerlo público a la familia, los amigos, el entrono social y laboral". Es decir, para que nadie tenga que pasar por lo que pasó él. "Juntos podemos".

Pedro Jesús en una imagen de su candidatura a Mr Gay Castilla la Mancha. Cedida

“No es lo mismo estar en Madrid, que estar en un pueblo. Por eso hay dos campañas importantes de Mr Gay. Una es “Orgullo en mi pueblo”, que pretende visibilizar a todo el colectivo en las zonas rurales, donde es muy difícil salir del armario. Ya no solo por ti, también por tu familia. La otra campaña es “Hazte visible en el trabajo”. Como miembro de las fuerzas armadas estoy involucrado también en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en todos los ámbitos del trabajo”.

“A raíz de ser Mr Gay y estar tan públicamente, mucha gente ha contactado conmigo para decirme que soy un referente, que gracias a mí tienen una idea mejor del ejército. Siempre se cree que las fuerzas armadas son arcaicas y retrógradas, y esa imagen hay que cambiarla y la estamos cambiando. Hay gente del colectivo dentro, sí. Mucha gente me escribe”.

—¿Te preocupa que actualmente haya un partido en las instituciones que quiera tirar por tierra muchas políticas en favor del colectivo LGTBI? Me refiero a Vox, por si no había quedado claro (risas).

—Como militar, en política no puedo entrar. Como persona te diré que, con todo lo que se está avanzando, ¿tú crees que va a venir alguien a echar para atrás las leyes?

—Sí. El aborto ha pasado a ser ilegal en muchas partes de Estados Unidos.

—Bueno… Prefiero no pensar en eso. Prefiero pensar en el futuro, la modernidad y en que todo va a ir bien. Se ha aprobado la Ley Trans también. Yo creo que lo que ya se ha conseguido no hay quien lo pare.

Para terminar, un poco de salseo:

—¿Actualmente tienes pareja?

—Uy, a ver cómo respondo a esto (risas). Estoy conociendo a un chico desde hace dos meses y estamos muy bien. Estoy muy contento. Poco a poco, todavía no hay que etiquetar nada (risas).

La entrevista queda sellada con un caluroso abrazo.