María Salmerón ha ingresado finalmente en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaira (Sevilla). Lo ha hecho este jueves 9 de junio, después de haber solicitado en varias ocasiones el indulto al Ministerio de Justicia. La sevillana ha tenido que entrar en la cárcel tras haber sido castigada con una pena de prisión de 9 meses por no dejar a su hija cuando era menor de edad en manos de su progenitor, condenado por malos tratos.

Ha sido la Plataforma en Apoyo a María Salmerón la que ha hecho público su ingreso en la cárcel andaluza. El comunicado asevera: "Asistimos a una nueva revictimizacion de una ciudadana por el solo hecho de haber protegido a su hija de los encuentros con un padre maltratador a instancias de la propia niña".

Asimismo, han denunciado el despropósito jurídico e institucional con el que se está tratando el caso de Salmerón. "La valentía que siempre ha mostrado María la ha llevado, a pesar de las consecuencias, a lograr su objetivo que no ha sido otro que crear y mantener un espacio amoroso en el que la menor ha podido crecer con estabilidad emocional. Además ha conseguido abrir un camino para otras mujeres en su misma situación y unir en torno a su causa a gran parte del feminismo de España y de fuera, haciendo visible la violencia institucional".

En este mismo comunicado, la plataforma insta "al poder judicial a que asuma el daño que injustamente ha causado a María y aplique fórmulas de reparación". Igualmente, ha pedido al Ejecutivo un cambio legislativo, "para evitar la arbitrariedad en los casos en que haya que aplicar la perspectiva de género".

La peor pesadilla de Miriam

Miriam, hija de María Salmerón y víctima de todo lo ocurrido, apunta que hoy "mi peor pesadilla se ha hecho realidad. He tenido que ser testigo del ingreso de mi madre en un centro penitenciario. He observado paralizada cómo se cerraban tras ella las puertas de ese sitio que su maltratador —el padre de Miriam—, pese a ser condenado, nunca pisó".

"Estoy rota y llena de rabia e impotencia", prosigue la hija de Salmerón, ahora ya mayor de edad. Cree que el maltratador de su madre ha conseguido su objetivo: "Esa persona que se propuso arruinarle la vida a mi madre hace más de veinte años, y con la que comparto apellido, ha conseguido separarnos. Me ha arrebatado al pilar de mi vida, a mi protectora, la mujer que me trajo al mundo y que desde ese día no ha parado de luchar por mi felicidad ni un solo instante".

Las desgarradoras palabras de Miriam apuntan también a las instituciones. "Los representantes del gobierno y jueces implicados lo han permitido". 

Recuerda que Irene Montero, ministra de Igualdad, dijo públicamente sobre este caso: "Hemos fallado". Miriam, a pesar de ello, le rebate: "Pero nadie ha puesto solución ni corregido dicho fallo. Pido la dimisión de la Ministra de Justicia —Pilar Llop—, no sólo responsable de enviar a mi madre a la cárcel, sino de humillarnos en medios de comunicación achacando la denegación del indulto a unos supuestos "antecedentes" (sin especificar de qué para ensuciar su imagen) de desobediencia ya prescritos".

Al igual que dijera días atrás su madre, piensa que se están "vulnerando todos los derechos" de ella. "Ni siquiera ha recibido una resolución de dicho indulto y su expediente se le está ocultando ilegalmente. Ella no es ninguna delincuente, porque querer a una hija y anteponerla a todo no es ningún delito".

La pena de Miriam

Entre tanto, Miriam se siente culpable de lo ocurrido, pues siempre ha asegurado que era ella quien no quería acudir a las visitas con su padre. "No puedo evitar sentir que soy yo la que debería estar allí dentro. Siempre he sido yo la que me he negado a ver a aquel que nunca se ha comportado como un padre conmigo. Fui yo la que le supliqué cientos de veces a mi madre que no me llevara a ese infierno".

Ahora, la hija de Salmerón pide una reparación del daño. "Nadie puede borrar todo lo que hemos sufrido ambas, pero sí pueden dejar libre a mi madre y devolverla a mi lado".

"En 10 días cumplo 22 años y mi madre no va a poder darme un abrazo. Supongo que ese es el primer y único regalo de cumpleaños que recibiré por parte de mi progenitor, la tremenda infelicidad de no poder estar con la persona a la que más quiero", expone.

Miriam termina sus palabras rememorando el sufrimiento de antaño. "Hace 7 años escribí: ¿Cuándo va alguien a ayudarme? Lo único que quiero es vivir tranquila junto a mi madre y que nadie nos moleste, ¿es mucho pedir? Si realmente mi progenitor quisiera mi bien, pararía de hacerme daño y me dejaría llevar una adolescencia normal, después de que la mayor parte de mi infancia fuera fastidiada por él".

Finaliza la hija de Salmerón exponiendo que "ojalá pudiera decirle a esa Miriam de 15 años que todo va a ir a mejor, que por fin conseguiría descansar. Pero sería mentira. Me siento desamparada y sumida en un inmenso dolor. Pido justicia y medidas urgentes para devolver a mi madre a mi lado".

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