Valencia

En el balonmano femenino, como en cualquier otro deporte colectivo, no hay competición más relevante que el mundial de selecciones. Se trata del mayor escaparate para las deportistas que en él participan. Pero la dramática situación de algunas de ellas ha convertido la cita que acoge España en una oportunidad para abandonar su país. Es el caso de Camerún, donde se ha producido la deserción organizada de cuatro de sus jugadoras. Se lo llevaron todo menos su documentación, según confirmaron a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación.

La Federación de Balonmano de Camerún confirmó a este periódico que se trata de las jugadoras Amelie Cevanie Mvoua, de 24 años; Appoline Michele Abena Ekobena, de 26; Jodelle Clarisse Madjoufang, de 28; y Yasmine Yotchoum, de 26. Las dos primeras contaban con una breve trayectoria como jugadoras internacionales, si bien las restantes atesoran decenas de partidos con el combinado nacional que han decidido abandonar.

Los investigadores trabajan con diferentes hipótesis, que contemplan opciones como que vayan a pedir asilo político en Europa, que pretendan quedarse a trabajar en el continente o incluso fichar por algún equipo español de balonmano. Creen que existen muchas posibilidades de que contaran previamente con apoyo familiar o de conocidos en territorio europeo, y que por ello habrían planificado su huida durante el mundial.

En la misma línea, fuentes oficiales de la Policía Nacional indicaron a este diario que las cuatro mujeres parecen haberse marchado por voluntad propia, con toda su ropa y equipaje. Todas ellas son mayores de edad y cuentan con visado para disputar la competición deportiva, de modo que el cuerpo policial no la ha tipificado hasta la fecha como una "desaparición inquietante".

Pero esta no fue la versión oficial que apuntó inicialmente la Federación de Balonmano de Camerún. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, trasladaron a los agentes que podría haber sido una desaparición forzosa. Esto contrasta con que las propias jugadoras recogieran todos sus enseres y marcharan juntas en un coche blanco -presumiblemente un taxi, según apuntaron los últimos testigos oculares del Hotel Valencia Palace, en el que se hospedaban-.

Tranquilidad en Camerún

La actitud de los representantes de Camerún sorprendió a las autoridades españolas y a los miembros de la organización. En todo momento negaron cualquier causa personal o política que pudiera haber llevado a las jugadoras a huir de Camerún. La federación camerunesa también rechazó esta posibilidad al ser preguntada al respecto por este medio. De hecho, rechazó el término "desaparición". "No estaban cuando se realizó el recuento del miércoles", prefieren decir.

La selección africana tampoco quiere manifestarse sobre el hecho de que las jugadoras dejaran su documentación. Podría tratarse de una declaración de intenciones para manifestar su voluntad de dejar Camerún, o de una mera estrategia para evitar ser identificadas. Fuentes de la organización puntualizaron que algunas selecciones custodian los pasaportes para agilizar los trámites burocráticos, si bien la Policía Nacional constató expresamente en este caso que las cuatro deportistas dejaron su documentación en el hotel.

También sorprendió la tranquilidad de los representantes de Camerún, que en ningún momento dudaron en disputar el partido que tenían el miércoles, el mismo día de la desaparición de sus cuatro jugadoras. Se trataba de un encuentro contra Angola de la denominada President's Cup, la categoría de consolación para los combinados que no lograron clasificarse para fase final del mundial. El equipo disputó el partido en la localidad valenciana de Llíria y cayó derrotado con un resultado de 35-24.

30.000 huidas a Chad

Pese a que Camerún no uno de los estados con peor situación política de África, su panorama no es nada halagüeño. Este mismo viernes trascendió que alrededor de 30.000 personas han huido a Chad durante los últimos días a causa de los enfrentamientos intercomunitarios registrados en la localidad camerunesa de Kousséri, en la Región de Extremo Norte. Las disputas se producen por la escasez de recursos y ha sido acentuada por el impacto del cambio climático en esta zona de la nación.

El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Boris Cheshirkov, manifestó su "profunda preocupación" por los incidentes y destacó que "miles" de personas se han visto igualmente desplazadas en el interior de Camerún a causa de estos combates.

Cheshirkov, en declaraciones recogidas por Europa Press, subrayó que al menos 22 personas han muerto y cerca de 30 han resultado heridas en los enfrentamientos, protagonizados por miembros de las comunidades choa y mousgoum, según confirmaron las autoridades camerunesas.

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