El informe de la inteligencia europea sobre los lazos de los hombres de Carles Puigdemont y Rusia revelado el pasado viernes por ‘The New York Times’ es inequívoco: además de establecer lazos con personajes relacionados con la inteligencia del Kremlin para dar un empujón al proceso separatista en Cataluña, los enviados del ‘expresident’ tuvieron también contactos con el crimen organizado, y en sus niveles más altos. 

Gonzalo Boye, abogado defensor de Puigdemont, se reunió con Vasily Khristoforov, una de las máximas autoridades de la mafia rusa en febrero de 2020. El objetivo del encuentro habría sido, según los servicios secretos europeos, el establecimiento de un canal secreto de financiación para los fines del ‘procés’.

En el otoño de 2019, las protestas por la sentencia a los líderes separatistas desembocaron en fuertes disturbios y en la creación del movimiento llamado Tsunami Democràtic. Entre las acciones de este grupo que se movía de forma clandestina estuvo la ocupación y sabotaje del aeropuerto de El Prat, así como el bloqueo de la frontera de España y Francia en La Jonquera. 

El informe señala que Rusia habría estado detrás de la organización de Tsunami Democràtic. Sin embargo, transcurrido el otoño, el movimiento separatista había perdido fuelle. Fue por esto, presumiblemente, que Boye acudió a Khristoforov, para no detener el flujo dinero que pudiese seguir alimentando futuros estallidos.  

Boye respondió a estas alegaciones que el encuentro se produjo, pero su objetivo no tenía nada que ver con el proceso independentista catalán, sino que fue para tratar asuntos legales que afectan al mafioso. No obstante, de ser ciertas las intenciones de Boye que señala el informe, el abogado de origen chileno habría ido a dar con uno de los mejores para lograr su propósito: Khristoforov, conocido en el entorno del hampa como ‘Vasya Voskres’ o ‘Vasya el resucitado’ es uno de los hombres con mejores contactos en el mundo de las actividades ocultas e ilegales.

Recaudación de fondos

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos puso a Vasya en su lista de criminales en 2017 como uno de los principales representantes de la mafia rusa. Vasya forma parte de la organización 'Vor v Zakone', traducida en español como 'Ladrones en la ley'. Se trata de uno de los grupos más complejos y peligrosos de Europa. Su origen está en exconvictos de la antigua Unión Soviética y sus operaciones acaparan una gran variedad de actividades fuera de la ley. Estas van desde el narcotráfico a la prostitución, pasando por el comercio de armas, el lavado de dinero o la compraventa de propiedades en B.

Según los datos del Tesoro estadounidense, Vasya es uno de los hombres más respetados dentro del grupo. Existen registros de que, al menos en 2013, 2015 y 2017 participó en tres reuniones de la cúpula de los “Ladrones” -conocidas como ‘skhodki’- en las que utilizó su posición privilegiada para aumentar el estatus de otros miembros. Cuenta, además, con tres condenas a sus espaldas relacionadas con actividades ilícitas.

Vasya fue designado en 2012 parte del 'Círculo de los Hermanos', nombre por el que las autoridades estadounidenses conocen a otra red criminal rusa que maneja a su vez otras redes de 'Ladrones en la ley' a lo largo de la antigua Unión Soviética, Europa, Estados Unidos y los Emiratos Árabes.

El historial criminal de Vasya y su buen hacer dentro de la organización, así como un carácter de hierro, lo catapultaron en 2017 como posible sucesor de Zakhary 'Shrako el joven' Kalashov como líder absoluto de los “Ladrones en la ley”, según el portal de investigación ruso Rosbalt. El informe destaca, entre otras cosas, la gran experiencia de Vasya en el levantamiento de fondos para el clan y su destreza con las finanzas. A pesar de que no logró la corona de la organización, Vasya se quedó como el jefe de finanzas y recaudación de fondos de esta, lo cual habría motivado el acercamiento de Boye.

La fortuna total del mafioso es desconocida, aunque el Departamento del Tesoro de EE.UU. señala que cuenta con dos propiedades en el óblast de Nóvgorod (colindante con los países bálticos), dos más en Moscú y un apartamento de lujo en la Jumeriah Beach Residence de Dubai. Este último se trata de uno de los complejos residenciales más exclusivos del mundo, compuesto por 36 torres rodeadas de puertos deportivos, discotecas y joyerías. El precio de uno de estos apartamentos oscila entre el medio millón y los dos millones de dólares.

Visitas a España

Khristoforov ya estuvo en el punto de mira de la inteligencia española el 27 de octubre de 2017, poco menos de un mes después del referéndum independentista. Vasya fue localizado en Ibiza. Meses más tarde, el 8 de marzo de 2018, Vasya fue visto de nuevo en España, en concreto en Marbella, junto al oligarca ruso Anton Zingarevich. Este, aunque reside en Londres, viaja a menudo a España, y fue directivo del Reading Football Club, un equipo inglés que disputó la Premier dos temporadas. La investigación de la trama rusa del ‘procés’ aseguró que Vasya había tenido relaciones comerciales con dos nombres que aparecían en el informe.

Por otro lado, la Policía Nacional tiene registros de la actividad de los “ladrones en la ley” en España, al menos en Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid. En 2019, dos de sus miembros fueron detenidos en Barcelona, acusados de traficar con personas de nacionalidad Georgiana con pasaportes falsos. Sus principales actividades en España han consistido en el amaño de partidos de fútbol, estafas en apuestas deportivas, asaltos violentos a viviendas, extorsión a empresarios y tráfico de drogas.

Las revelaciones del ‘New York Times’ han sido mal recibidas por el ‘expresident’ y su exjefe de oficina, Josep Lluís Alay, el cual aparece mencionado en numerosas ocasiones. "Las informaciones aparecidas tienen como fundamento un informe de la Guardia Civil que está lleno de falsedades, incongruencias e intoxicaciones. El único objetivo del informe es criminalizar y desprestigiar el independentismo catalán ante la comunidad internacional presentándolo como un elemento desestabilizador", aseguró Puigdemont tras publicarse el reportaje.

Por su parte, Alay, que habría mantenido reuniones con ejecutivos y oficiales del Kremlin, se ha defendido alegando que las informaciones son “historias de fantasmas”. “Son historias de fantasmas que Madrid intenta explotar respecto a la relación entre Rusia y Cataluña”, aseguró en una entrevista a TV3.

Noticias relacionadas