La sombra de la sospecha por la desaparición del pequeño Yeremi Vargas hace 14 años en Gran Canaria se cierne ahora, sobre alguien que parecería lejos de estar implicado en el caso: su propio padre. Juan Francisco Vargas fue detenido por la Policía Nacional en la madrugada del lunes y puesto a disposición judicial por un presunto delito de abusos sexuales. La víctima habría sido su hija de 13 años, nacida de otra relación nada más romper con la madre de Yeremi poco antes de que este desapareciera.

Según fuentes policiales, la propia menor llamó a la comisaría a las 3:30 de la madrugada para denunciar los hechos. Estos los ha definido la policía como "abusos en el ámbito familiar". Juan Francisco se ha acogido a su derecho a no declarar y ha sido puesto en libertad con cargos y una orden de alejamiento de la niña. Mientras, la justicia investiga el caso para sacar más conclusiones. Por el momento, los investigadores rechazan que los supuestos abusos sexuales que ahora salen a la luz hayan tenido un precedente hace 14 años con la desaparición de Yeremi.

Entonces, el padre ya fue investigado como sospechoso por la desaparición del pequeño pero, tras avanzar la investigación, quedó descartado. Un testigo aseguró haber visto a Juan Francisco dentro de un Opel Corsa blanco en la calle en el municipio grancanario de Vecindario el 10 de marzo de 2007, el día en que Yeremi se esfumó. Sin embargo, otros testigos señalaron que el hombre se encontraba en otra parte de la isla en el momento que sucedieron los hechos. Además, en 2016 la policía determinó que el coche no era un Opel Corsa, sino un Renault 5 Oasis, también blanco.

Otro sospechoso

Así, la UCO de la Guardia Civil dirigió sus sospechas a Antonio Ortega alias “el Rubio”, que vivía en una chabola de la misma localidad en el momento de la desaparición y tenía un vehículo como el descrito. Para cuando fue interrogado, “el Rubio” cumplía condena por abusos sexuales a otro menor en el año 2012 -cinco años después del caso de Yeremi-, también en Vecindario, concretamente, en El Doctoral. “El Rubio” negó su implicación en los hechos. Sin embargo, la policía también interrogó a sus compañeros de prisión en Málaga, que dijeron a los agentes que este se había jactado de saber qué le había “pasado” a Yeremi el día de su desaparición.

Según los internos, “El Rubio” habría dicho que este “se puso azul”, algo que la familia interpretó como determinante para su implicación: Yeremi padecía de cianosis, una condición pulmonar que provoca esta coloración en la piel en momentos de tensión de la cual solo era conocedora su círculo más cercano. A pesar de estos aportes, la justicia archivó el caso en 2018 por falta de pruebas. 

En marzo de 2019, 12 años después del suceso, la defensa de la familia, dirigida por el abogado Marcos García Montes, pidió la reapertura del caso con nuevos indicios. Entre ellos, el testigo que aseguró ver el Opel Corsa blanco había confundido el vehículo y contaba con una nueva descripción de lo que vio cuando apenas tenía 12 años. En 2019 ya tenía 26. Sin embargo, el caso no se reabrió.

Juan Francisco se separó de la madre de Yeremi, Ithaisa Suárez, muy poco tiempo antes de que el pequeño desapareciera. Por otro lado, la relación con el otro hijo que tuvo con ella, Aidan, apenas la mantuvo durante cuatro años después de la desaparición de Yeremi. Después, el pequeño Aidan se fue a vivir con su madre y con su nuevo marido, con quien Ithaisa tiene dos hijos más. A pesar de estas circunstancias, Juan Francisco se ha mostrado en los últimos años implicado en el caso de Yeremi y ha participado de forma incesante, junto a su exmujer, en ruedas de prensa y concentraciones públicas para que se haga justicia por su pequeño.

Unidos por Yeremi

El 28 de enero de 2018, Juan Francisco escribía en su muro de Facebook acerca del principal sospechoso: “Señores, ahora sí que sí, a Juan Ojeda, conocido como “El Rubio” le dan su tercer grado, quiere decir esto que ya está en la calle y que por las noches duerme en el Salto del Negro. Madre mía cómo es la cosa... violas a un niño, te imputan por secuestro, violación y asesinato de otro, o sea mi hijo yeremi y no pasa dos años en la cárcel... es de risa, seguro que robas para dar de comer a tus hijos y agüita, no ves más la luz del sol, qué pena. A tener cuidado mi gente, que nos han soltado a la bestia otra vez, cometerá otro delito seguro, cuidensen”.

Finalmente, el 9 marzo de 2020, un día antes del decimotercer aniversario de la desaparición de Yeremi,  "El Rubio" fue puesto en libertad tras cumplir una condena de cinco años. En una entrevista reciente, Ithaisa reconoció su miedo a encontrárselo por la isla y que, algunas amistades le habían advertido de por dónde se movía.

A lo largo de estos años, además de mostrar públicamente su preocupación por el caso de Yeremi y de esforzarse en reflejar una buena relación y unidad con Ithaisa, Juan Francisco se ha dedicado a trabajar en el sector hostelero en el sur de la isla. Volvió a casarse con una mujer de la cual también está separado. A la espera de que se esclarezcan los presuntos abusos sexuales a su hija de 13 años, Juan Francisco ha resucitado el fantasma de la misteriosa desaparición de Yeremi, aún inconclusa.

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