“Todo el mundo conoce aquí a los Aragonés. Esto es como en todos los pueblos: hay cuatro o cinco familias que tienen el dinero y mandan; esta es una de ellas. Los terratenientes que puso Franco”.

Se lo cuenta a EL ESPAÑOL una vecina de Pineda de Mar (Barcelona), el lugar de origen del nuevo presidente de la Generalitat. Porque, después de ‘sólo’ 100 días, en Cataluña “ja tenim president!”. Pere Aragonés, el nuevo Molt Honorable, es el más joven de la historia moderna de la Generalitat (38 años). También el creador de ese eslogan en torno al cual se ha aglutinado el independentismo catalán: “Espanya ens roba”. Se lo inventó cuando aún era un veinteañero barbilampiño de ERC, vestido de antsistema y con un corte de pelo homologado en cualquier casa okupa.

Pareciera, por su aspecto y su militancia en la izquierda catalana, que tiene su origen en un suburbio de Barcelona. Nada más lejos de la realidad. Tal y como explicaba TV3 tras su nombramiento, las raíces del nuevo presidente arraigan en tierra mucho más noble. La pieza decía así:

“Pere Aragonés proviene de una familia de renombre en el mundo hotelero y también de la política. Su abuelo fue alcalde de Pineda durante más de 20 años”.

Y hasta ahí. Esa es toda la referencia que hizo la tele pública catalana a los orígenes de Pere Aragonés. Una somera pieza de dos minutos en la que repasan su trayectoria, su meteórico ascenso político y hasta su afición por la cocina. Omitieron, tal vez por cuestiones de tiempo, que su abuelo fue el último alcalde franquista de Pineda de Mar. Y que después fundó Alianza Popular en Cataluña. Él, personalmente, firmó la esquela de Carrero Blanco.

Esquela de Carrero Blanco firmada por el abuelo de Pere Aragonès.



La familia de este presidente, republicano y de izquierdas, cuenta con un entramado hotelero con unos activos de 90 millones de euros. Los Aragonés han sido los grandes terratenientes de Pineda de Mar desde la dictadura. Levantaron un hotel que se les derrumbó en 1962 y mató a 18 trabajadores, sin que aquello tuviese consecuencias penales. Y, esto mucho más reciente, fueron los grandes beneficiados de la amnistía fiscal de Rajoy, porque en 2014 se trajeron empresas desde un paraíso fiscal como Curazao. Para entonces, Pere Aragonés ya llevaba tiempo tomando posiciones dentro de Esquerra, posando con el cartel de “Espanya ens roba”. Ahora, aquel joven altermundista acaba de hacer cumbre en la Generalitat. Bajo las siglas de ERC, pero de la mano de la derecha catalana. Y con un pasado familiar, cuanto menos, curioso. 

Los 18 muertos

“Se escuchó un estruendo muy fuerte y era el hotel, que se había caído. Yo me acuerdo de poco, la verdad. Recuerdo a los hombres ir corriendo para allí y las mujeres diciéndonos que nos metiéramos en casa”.

Es el breve testimonio de Josep, vecino de Pineda de Mar, que cumplirá 70 años en breve. Aún no tenía 11 cuando se derrumbó el Taurus. El hotel más grande de España en su época. También el que mató a más gente durante su construcción. Ya quedan en el pueblo pocos vecinos que lo presenciasen y se acuerden, pero aquel accidente fue una de las mayores tragedias laborales de nuestro país aquel 1962.

Se estaba levantando el primer edificio de 9 pisos de Pineda de Mar, una localidad marinera de la Costa del Maresme. Iban a abrir en 1963. Detrás, los Aragonés, una de las familias más pudientes del municipio. Iban a hacer un equipamiento gigantesco. Hasta plaza de toros iba a tener. De hecho, la tuvo hasta 1993. Una demostración más de ‘españolidad’ de José Aragonés, poderoso industrial afín al régimen franquista. Tanto, que acabó siendo nombrado alcalde.

La tragedia tuvo lugar el 24 de enero del 62. Con las obras muy avanzadas, cedió la estructura y sepultó a una treintena de trabajadores. Casi todos emigrantes, llegados de Extremadura y Andalucía y residentes en municipios humildes de la periferia de Barcelona, como Sabadell, Barberá o Sant Just Desvern. También varios de Berga.

Mueren 18 trabajadores en el hotel que estaba construyendo el padre de Pere Aragonès.

Fueron 18 los cuerpos inertes que quedaron bajo los escombros. Pero hubo otros 80 que resultaron heridos, algunos de extrema gravedad. Al menos dos quedaron parapléjicos. Otros amputados, otros resultaron incapacitados para volver a trabajar nunca más. Aquella información la recogió La Vanguardia (en aquel entonces llamada La Vanguardia Española) y dio, con todo lujo de detalles, nombres de las víctimas y parte de lesiones. Quien no aparece por ningún lado es José Aragonés.

La Falange

José no fue a la cárcel, como sí le pasaría en 1969 a Jesús Gil por un accidente parecido en un restaurante de Los Ángeles de San Rafael, que acabó matando a 58 trabajadores de la cadena Spar. En el caso del Taurus, los que sí fueron a la cárcel fueron el arquitecto, el aparejador y el capataz. La constructora Huarte se encargó de los gastos de los funerales de todas las víctimas. Y sólo cuatro años después, Aragonés fue nombrado alcalde de Pineda de Mar.

Fue en 1966, y el acta de la Falange de su nombramiento deja clara la posición que ocupaba José Aragonés en el aparato franquista local:

“Para el tercio de representación por cabezas de familia han sido proclamados candidatos y también concejales, por aplicación del artículo 55, dos camaradas proopuestos previamente por algunos concejales, sin recurrir a las engorrosas elecciones que son causas de discordias y odios en otros pueblos".

José Aragonés, abuelo de Pere Aragonés y último alcalde franquista de Pineda.

José contó durante toda su vida con la protección y el aval de su buen amigo Manuel Fraga. Y por eso se convirtió, tras la muerte de Franco, en uno de los principales impulsores de la creación de Alianza Popular en Cataluña. Él fue el representante de Reforma Democrática de Cataluña (RDC), uno de los grupos que integró AP en la región. Murió en accidente de tráfico en 1992.

La familia

“Yo apoyo a Esquerra porque han sido los que más han mirado por el comercio en el municipio”, nos cuenta una hostelera de Pineda, pero también “que todos sabemos de donde vienen. Que el abuelo era franquista, que el padre era convergente y que tienen muchísimo dinero”.

Muchísimo. Sería difícil cuantificar a cuánto asciende el patrimonio de la familia del nuevo presidente. Lo que sí se estima es que el entramado empresarial de la familia, en manos de su padre (también llamado Pere) y sus dos hermanos (hijos de José el franquista), dos tías y varios primos, cuenta con unos activos agregados de 90 millones de euros.

En tiempos pretéritos tuvieron empresas textiles. De hecho, ese fue el sector de la primera empresa de José, a la que llamó Industrias Aragonés (INAR). Pero el origen de toda su fortuna procede de los hoteles. El primero fue el Taurus, que ya no tiene plaza de toros pero sí su propio parque acuático. La atracción principal es un tobogán que se llama Magic Black Hole (el mágico agujero negro). Se han adaptado a los nuevos tiempos hasta en el nombre. Ahora se llama Golden Taurus Aquapark Resort y tiene 430 habitaciones. Aún está cerrado, pero a punto de reabrir sus puertas. 25 millones de euros ha invertido la familia en su ampliación.

Hotel donde sucedió la catástrofe con 18 muertos en plena construcción.

Pero no sólo tienen el Taurus. La empresa Prohotels también cuenta con un hotel en Tossa de Mar y otros tres establecimientos en Salou. Allí construyeron el Golden Costa Salou. Un hotel de 4 estrellas que está en una zona llamada como su pueblo natal (Pineda) y que, como curiosidad, es el primer hotel construido en el municipio después de una década sin permisos para este tipo de construcciones.

Amnistía fiscal

Que la fortuna de los Aragonés se empezó a forjar al auspicio del franquismo, está fuera de toda duda. Que ahora le deben al Partido Popular gran parte de su actual patrimonio, también. Y es que la amnistía fiscal de Rajoy a la que se acogieron supuso un espaldarazo para su fortuna, y concretamente para unas sociedades que tenían radicadas en las Antillas Holandesas, en la isla de Curazao.

Pere, Josep y Enric Aragonès Poch, padre y tíos de Pere Aragonès, transfirieron a España una compañía que tenían ubicada en el paraíso fiscal de Curazao, según contó este diario por medio de Crónica Global. La entidad se llama Phedra Hotels Holding SL. Fue inscrita en el Registro Mercantil de Barcelona en junio de 2013, como consecuencia del traslado de la empresa Phedra Hotels Holding NV desde la isla caribeña de Curazao, un enclave que formó parte de las Antillas Holandesas.

Una medida de los populares volvió a salvar a los Aragonés. Para entonces, ya nadie recordaba al abuelo José, el falangista. Su hijo Pere Aragonés Poch (el padre del actual President) también estuvo en política y siguió militando en la derecha, Pero en esta ocasión en CiU, partido con el que fue concejal en Pineda de Mar. Había que adaptarse a los tiempos.

Pere Aragonés, nuevo presidente de la Generalitat. EFE

Y Pere Aragonés García, el actual presidente, se dio a la izquierda. Empezó en las juventudes del partido. Debutó en el primer equipo con 24 años. Una carrera laboral dedicada exclusivamente al partido. Eso le hizo ir subiendo peldaños en la jerarquía de ERC. Eso y arrimarse en todo momento al sol que más calienta. Fue hombre de confianza de Joan Puigcercós, y luego de Oriol Junqueras. 

En su discurso, el ya célebre mantra: "Espanya ens roba". Su pertenencia a Esquerra, partido que quiso congraciarse con los catalanes sin ocho apellidos, también le llevó a mencionar constantemente a sus otros abuelos. Los que le dieron el apellido García. Nacidos en Palomares, Almería. Reivindicaba así sus orígenes 'charnegos'. Pero del abuelo José, el fascista, ni rastro. 

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