La primera y la segunda ola no afectaron a la residencia Vigor de Becerril de la Sierra (Madrid). Sin embargo, la tercera se ha cebado notoriamente con este asilo al norte de la comunidad. Un total de 12 ancianos han muerto por coronavirus tras los muros de esta residencia.

En total se han contagiado 65 personas. Esto es, los 48 internos (cuatro de ellos permanecen hospitalizados) y 17 trabajadores. Según las primeras investigaciones de Salud Pública, la cepa británica es la responsable de esta tragedia. El foco de la transmisión más probable son dos empleadas del geriátrico, según ha informado este viernes el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero.

Las empleadas dieron positivo el 7 de enero y no ha sido hasta hoy cuando se ha conocido este brote. Todos los residentes y trabajadores habían recibido ya la primera dosis de la vacuna de Pfizer, de acuerdo con el protocolo de la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, la principal razón de que la residencia esté en esta situación fue la lentitud a la hora de tomar medidas. Vigor se saltó el protocolo de aislamiento y cribado y no tomó medidas hasta 10 días después de los positivos de las empleadas. La directora de la residencia, Mónica Antón, ha declarado a El País que no se adoptaron medidas hasta el domingo 17 de enero.  

La direccitora hizo caso omiso de la Guía de medidas frente a la infección en centros sociosanitarios de la Comunidad de Madrid, que indica claramente que un solo positivo en una residencia debe ser tratado con urgencia. 

Cinco de los ancianos han muerto en el Hospital de Villalba. Otro, en la Fundación Jiménez Díaz. Los otros seis fallecieron en la propia residencia. De las cuatro personas que permanecen ingresadas, dos de ellas tienen un pronóstico "preocupante".

Los geriátricos fueron los lugares más azotados por la Covid-19 en el inicio de la pandemia. Por eso, con la presencia ahora de la cepa británica, aún más virulenta, se pide que se extremen las precauciones.

En su primera comparecencia en el Congreso como Ministra de Sanidad, Carolina Darias ha expuesto que las próximas semanas serán claves para saber de qué forma avanza esta cepa británica.

La inmunidad, lejos

En estos momentos, el asilo está recibiendo seguimiento por parte del equipo de la Unidad de Atención de Residencias de Atención Primaria, Geriatría del Hospital de Villalba y Salud Pública del área para la adopción de las medidas oportunas.

El hecho de que esto se haya producido en una residencia donde había empezado el proceso de inmunización demuestra que aún se deben “extremar” las precauciones, especialmente, en las residencias de ancianos. Así lo ha recordado Javier Luengo, consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad.

La noticia ha causado pasmo entre los vecinos de Becerril de la Sierra, que asistían con estupor a la llegada de cámaras de televisión a un lugar que nunca había sido noticia, ni siquiera cuando el resto de residencias sí que lo eran. “Esto es por cuando cerraron el puerto de Navacerrada”, opina un vecino. “Cuando no dejaron pasar a todos los madrileños aquellos fines de semana, ¿qué hicieron? Pues venirse a Becerril, Navacerrada, Cerceda…”.

Según comentan los vecinos a este periódico, la mayoría de los ingresados en la residencia no son vecinos del pueblo, sino que vienen de otras partes de la Comunidad de Madrid. Este viernes por la tarde, la residencia permanecía en un silencio sepulcral y nadie ha entrado o salido de ella en toda la tarde.

La residencia Vigor es privada y no pertenece a una gran empresa. Solo hay esta con este nombre en España. El asilo también funcionaba como centro de día para jubilados antes de que llegara la pandemia que hoy se ceba con este edificio y quienes lo habitan. Ya son más de 26.000 personas fallecidas en las residencias de mayores españolas desde la llegada de la Covid-19.