Los Mossos d’Esquadra detuvieron el miércoles a una joven tras reducirla con una pistola eléctrica tipo Taser frente a un centro médico de Sabadell (Barcelona), ha explicado la policía catalana a Europa Press.

Ocurrió sobre las 13 horas del miércoles, cuando la joven tenía visita en el centro médico y “se puso nerviosa” porque su madre, que la acompañaba, no podía entrar al edificio por las restricciones por el coronavirus.

La joven supuestamente causó daños en las instalaciones y se enfrentó al personal sanitario, ante lo que se avisó a los Mossos, contra quienes adoptó “una actitud agresiva” y la redujeron con la pistola Taser, ha explicado el cuerpo policial.

El Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) la trasladó a un centro hospitalario y fue detenida por un presunto delito atentado a dos agentes, que tuvieron lesiones leves, y un presunto delito de daños contra las instalaciones.

El director de los Mossos d’Esquadra, Pere Ferrer, ha defendido que los agentes de la policía catalana se han ajustado a los protocolos policiales al utilizar la pistola eléctrica. En declaraciones a Efe, Ferrer ha reconocido que las imágenes del uso de la fuerza por parte de la policía siempre son “duras”, pero ha defendido, tras analizarlo con los responsables operativos, que en este caso se han seguido los protocolos y que la actuación de los agentes fue proporcional.

Ferrer ha destacado que la joven, como fijan los protocolos, fue trasladada a un centro sanitario tras recibir la descarga de la pistola eléctrica, que certificó que se encontraba bien de salud, lo que no sabe si se podría haber garantizado en caso de optar por una contención física.

La mujer estaba muy alterada y otro intento de reducirla habría tenido consecuencias peores como, por ejemplo, un infarto

En la misma línea se ha pronunciado este viernes el conseller del Interior, Miquel Sàmper, que ha justificado el uso de la pistola porque considera que, en este caso, cualquier actuación habría estado peor.

“La mujer estaba muy alterada y otro intento de reducirla habría tenido consecuencias peores como, por ejemplo, un infarto”, ha asegurado el conseller, que también ha anunciado que se ha abierto una investigación policial y ha insistido en que el uso de la pistola eléctrica tiene que ser siempre un “último recurso”.

Este jueves, el portavoz del Centre per la defensa dels drets humans - Irídia, Andrés García Berrio, ha compartido en un tuit recogido por Europa Press una grabación de la actuación, y ha expresado: “Las organizaciones de derechos humanos nos oponemos a la utilización de pistolas eléctricas taser porque pueden suponer un aumento preocupante de la violencia institucional. Esta actuación de Mossos es un ejemplo”.

Irída ha compartido también en un tuit el vídeo de la actuación, que ha calificado de “muy preocupante y desproporcionada”, y la grabación muestra a una mujer en el suelo gritando mientras un agente a su lado sostiene una pistola Taser, y dos policías la reducen en el suelo.

El Síndic de Greuges, por su parte, ha abierto este viernes una investigación de oficio sobre la actuación. Rafael Ribó ha pedido a la Dirección General de la Policía información sobre las circunstancias que hizo que se desplazaran al lugar de los hechos, por qué inmovilizaron a la chica y por qué hicieron uso de la pistola taser. También pide saber cuántas veces dispararon, si se valoró utilizar otras vías para reconducir la situación y si se pidieron refuerzos.

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