Se hicieron famosas por un vídeo muy viral en el que comentaban las terribles condiciones en las que vivían las gallinas. Con una granja de pollos como telón de fondo, dos mujeres hacían una apología del veganismo, tildando la cría de gallinas de genocidio para arriba y considerándolas personas. Hasta ahí todo muy respetable, lo cual no les libró de las mofas de las redes sociales.

Pero en una segunda toma de ese vídeo, la cosa empieza a patinar. En ella, se ve a estas dos mujeres estrellando dos huevos contra el suelo. “En este caso, los huevos no están fecundados, porque nosotras tuvimos que separarlas de los gallos porque no queríamos que las violaran, aunque sea su naturaleza”, explicaba Fani. Entonces, ¿el sexo entre un gallo y una gallina es una violación?

Aunque para muchos todo esto resulte demencial, la mujer no cae del todo en ninguna incongruencia. Pero resulta que, como varios usuarios de redes sociales han comentado, Fani es prostituta. Ella misma lo ha confirmado en un vídeo, aunque se considera “trabajadora sexual”.

"Hay una parte de mi vida personal que ha salido en redes sociales y en webs como Forocoches, que me han dicho que es un espacio mayoritariamente de machis y fascistas", relata Fani en el vídeo. "Básicamente están rulando anuncios de mi trabajo personal. Yo soy trabajadora sexual y la verdad es que no me sorprende para nada que haya pasado esto". 

Esto ha provocado todo tipo de acusaciones. ¿No resulta hipócrita hablar de violación de gallos a gallinas cuando la prostitución es lo que más fomenta la cultura de la violación? Cabe preguntarse, ¿qué se parece más a una violación? ¿Que un putero pague por tener sexo con una prostituta o que un gallo fecunde a una gallina?

El vídeo de las gallinas -todo sea dicho- incluía datos ciertos, como que estos animales usan el calcio de sus propios huesos para poner muchos más huevos de los que pondrían de forma natural, lo que les provoca graves problemas de salud, como osteoporosis. Pero, ¿los gallos violan a las gallinas?

La prostitución es uno de los temas que trae de cabeza a diferentes facciones del feminismo y está lejos de resolverse. Hay quien defiende que, ejercida de forma libre, la profesión más antigua del mundo es una forma de empoderamiento de la mujer, que puede usar su cuerpo como desee.

Otra opinión, la conocida como “abolicionista”, es que la prostitución es lo más parecido a una forma de esclavitud para la mujer que es explotada, generalmente, por hombres para sacar un beneficio económico de su cuerpo. La realidad se ajusta más a esta segunda visión.

Pero eso no parece importarle a Fani, que hace bandera de la liberación animal y critica la “violación” de las gallinas, al tiempo que ejerce la prostitución. Varios anuncios en webs de contactos así lo acreditan.