Clara María Expósito Vilanova tenía 47 años y vivía en la rúa da Ferradura, Lugo, con sus dos perros, que eran sus dos pasiones. Madre de un chico de 28 años y una chica de 14, tenía novio desde hacía unos meses. Francisco, un tipo que se fue a vivir a Barcelona, regresó a Galicia y que residía con ella más o menos desde verano.

Clara no trabajaba porque sufría una discapacidad, igual que su actual pareja. Por ese motivo, la madre de Clara le cocinaba a menudo y le llevaba la comida o la cena a su caa. El sábado, en torno a las diez de la noche, la mujer entró en casa de su hija con un plato. Fue ella la que descubrió el cadáver de Clara, ensangrentado y con numerosos cortes en el cuello, sin vida en el lavabo. Los perros no habían podido hacer nada por salvarla del mortal ataque.

Clara María Expósito Vilanova es la décima mujer asesinada por la violencia machista en España en lo que llevamos de año. Le quitó la vida su pareja, Francisco José S.F., en un sábado en el que se tuvo que lamentar otro asesinato de características similares en el centro de Granada, justo al lado del campo de fútbol de Los Cármenes.

En una vivienda social

En el caso de la lucense, igual que en el de la granadina, tampoco había denuncias previas. Clara era una mujer que percibía una paga a causa de una incapacidad y residía en una vivienda social. Amante del flamenco, nació y creció en Lugo. Desde hace menos de un año mantenía una relación con un hombre de su edad. Un gallego que había vivido en Barcelona, que es fanático del Barça y tiene una discapacidad física. El hombre estaba afincado en Lugo desde el pasado mes de marzo, ciudad a la que vino a vivir con su madre, según explican fuentes del entorno de la víctima a EL ESPAÑOL. No había constancia de que se produjesen malos tratos, aunque sí que era una pelea que se peleaba bastante.

Clara residía en una vivienda social de Lugo

Los perros de Clara eran su pasión. Dos animales, uno de ellos del tipo mastín, de raza grande, que vivían con ella en la vivienda social. Ninguno de ellos se abalanzó sobre el agresor. Se desconocen los motivos que desembocaron en el asesinato de Clara, dado que el Juzgado número 2 de Lugo, que es el que se encarga de las actuaciones, ha decretado el secreto de sumario. Los únicos datos de los que se disponen son la detención del novio de Clara poco después del hallazgo del cadáver, y que la mató con un cuchillo de grandes dimensiones, dejó el cuerpo en el lavabo y se largó de la escena del crimen.

Los investigadores siguen recabando información sobre el suceso y ahora se centran en interrogatorios a personas próximas al entorno de la víctima. Desde el primer momento se sospechó de Francisco José y se descartó el móvil del robo, dado que el crimen tuvo que ser perpetrado por una persona muy próxima a la víctima. Y es que los perros no reaccionaron como lo hubieran hecho si hubiera entrado una persona de fuera a cometer el delito.

Siempre ayudando

“Una mujer muy buena, siempre buscando ayudar a la gente”, es lo que dice de ella una persona de su entorno, que no quiere hablar porque confiesa estar “roto por el dolor. Ha sido un mazazo que nadie se esperaba” explica en breve conversación con EL ESPAÑOL. Al novio de Clara se le atribuyen los delitos de homicidio y violencia machista y doméstica.

Es la segunda víctima mortal por violencia machista que se da en la provincia de Lugo en lo que llevamos de año. El 25 de enero, una mujer de 79 años fue asesinada en el pueblo de A Pastoriza. La mujer, que fue encontrada en su domicilio alrededor de las 20.30 horas por su nieta y la pareja de ésta, presentaba un fuerte golpe en la cabeza y abundante sangre, además de varios cortes en la cara y cuello. En la estancia de la casa en la que estaba el cuerpo se encontró además un cuchillo ensangrentado. Mientras, el cadáver del hombre, de 82 años, fue hallado en el exterior de la vivienda bajo una ventana, que estaba abierta.

También es la segunda víctima mortal por violencia machista en un mismo día: el aciago sábado 8 de febrero, en el que también le quitaron la vida a Ana María Morillas, profesora granadina de 38 años que fue asesinada por su expareja, un legionario destinado en el cuartel de Viator, Almería, y que tiene 24 años.

Clara Expósito es la décima mujer asesinada por un hombre desde que ha comenzado el año. En España, en 2020, también han sido asesinadas Ana María Morillas, de 38 años, Lorena Dacuña, de 41 años, Mónica, de 28 años; su hija Ciara, de tres; Olga, de 63; Judit, de 29; Mary, de 73, Manuela de 79 años y Rosa, de 40. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 53 mujeres asesinadas en 2017, 47 en 2018 y 55 en 2019.

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