Apenas ha levantado la mirada José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, cuando le ha llegado el turno de la última palabra. Sentado tras su abogada, junto a la procuradora de la defensa y el de la acusación popular, apenas ha dicho dos palabras y ha vuelto a callarse: "No tengo nada más que añadir a lo que ha dicho mi abogada. Solo pedir nuevamente perdón".

No ha dicho nada más. Tan solo esas dos palabras que, según cuentan fuentes cercanas a la familia de la asesinada a EL ESPAÑOL, suenan tan huecas como la presencia del acusado en la sala las dos últimas semanas: " Adormilado. Como si el juicio no fuera con él. Ojos cerrados y a dormir".

De este modo, el juicio por el asesinato de Diana Quer que se lleva celebrando en los juzgados de Santiago de Compostela está visto ya para sentencia. El juez Ángel Pantín se encuentra en estos momentos discutiendo con las partes el objeto del veredicto que le será otorgado ya al jurado para que puedan argumentar la sentencia.

El último perdón de 'El Chicle' por el asesinato de Diana

"Se le ha tratado como a un monstruo"

María Fernanda Álvarez, abogada de Abuín, ha tenido estos días el caso más difícil de todos. Dijo que seguramente "el más difícil de su carrera". La defensora del único encausado por el crimen de Diana Quer ha hecho este martes en su alegato final una defensa de la libertad de prensa bien ejercida pero ha cargado contra los medios que han descrito a su cliente como un "monstruo".

"Se le ha privado de nombre y apellido. Se le ha tratado como un monstruo por parte de los medios de comunicación", ha dicho en la Audiencia de A Coruña, y ha lamentado la "incomprensión social terrible" que se sufre por parte de la prensa, radio y televisión que han "agitado el odio".

En sus palabras finales se ha despedido también de los nueve miembros del jurado, clavando en ellos su mirada y suplicando buen juicio en las deliberaciones.

-"No hay pruebas, no hay pruebas. Insisto en que la justicia es el ejercicio más mayúsculo de la responsabilidad, que está en sus manos. No estamos intentando vengar a nadie. No es la Edad Media del ojo por ojo. Las pruebas que yo estuve desgranando con plena honestidad han demostrado que la versión de acusado está demostrada y no la versión de las acusaciones. Yo ya he hecho mi trabajo. Defendí a José Enrique Abuín como me gustaría que me defendiesen. Impartan justicia como les gustaría que a ustedes se les impartiera".

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