Desde pequeños compartían amistad y una gran afición por el fútbol, el tenis y el baloncesto. Cada vez que quedaban a tomar algo siempre acababan enzarzándose en maratonianas tertulias sobre los resultados que cosechaban los equipos en cada jornada futbolera en Primera División y en Champions League, la eterna pugna entre Rafa Nadal y Roger Federer en el ranking de la ATP o qué equipo se llevaría el próximo anillo de la NBA. En uno de esos debates, esta pandilla de ocho amigos de la localidad murciana de Caravaca de la Cruz, compuesta por un profesor de Educación Física, un ingeniero civil, un abogado, un enfermero…, se planteó la posibilidad de poner a prueba sus conocimientos deportivos montando un grupo de WhatsApp en el que plantear y consensuar apuestas on line.

El grupo llegó a contar con 50 miembros que eran capaces de ganar de 500 a 2.000 euros semanales, por cabeza, lo que motivó una batalla legal entre los apostantes y Bet365 porque limitó el importe del dinero que podían jugar, incluso cerró algunas de sus cuentas.

“Empezamos con lo típico, haciendo apuestas combinadas a los resultados más fiables, de uno a dos euros por cabeza, cada vez veíamos que el porcentaje de acierto era mayor y nos fuimos animando a meter más dinero”, detalla a EL ESPAÑOL uno de los miembros del grupo de amigos de WhatsApp, denominado Caravapicks, que puso en jaque al gigante mundial de las apuestas. Este caravaqueño habla desde el anonimato porque no es un jugador profesional y no quiere problemas en su trabajo. “Esto lo montamos ocho amigos de toda la vida que siempre estábamos hablando de deporte”. Al ver que todos los meses ganaban varias apuestas elevaron el importe que invertían en partidos de fútbol, baloncesto y tenis pasando de los dos euros por persona, a 250 euros entre todos. “En una semana buena duplicábamos o triplicábamos lo invertido, podíamos ganar de 500 a 750 euros”, ejemplifica.

-¿Cuál era la clave para ganar con tanta frecuencia?

-Siempre hacíamos un análisis estadístico de los partidos. Teníamos conocimientos generales de todos los deportes, pero cada uno estaba más especializado en tenis, fútbol y en baloncesto con la NBA. Debatíamos en el WhatsApp los resultados y cuando llegábamos a un acuerdo registrábamos la apuesta. Cada uno disponíamos de un perfil en Bet365.

-¿Puede ponerme ejemplos de variables que tenían en cuenta en los análisis que realizaban en el grupo de WhatsApp antes de materializar las apuestas?

-En tenis, el factor más determinante a la hora de analizar un partido es la superficie del terreno: tierra batida, pista dura, hierba… Otro factor importante es el estado de forma con el que llegaban los jugadores a los torneos, si había tenido alguna lesión recientemente, su racha de victorias... Siempre apostábamos en las primeras y segundas rondas de los torneos de tenis. En fútbol, el tema del campo en el que se juega es fundamental. Por ejemplo, al Real Madrid siempre la cuesta mucho ganar en San Mamés (Athletic de Bilbao), entonces hacíamos una apuesta combinada: poníamos que el Madrid perdía o empataba. En la NBA, el estadio también es importante, por ejemplo, los Golden State Warriors han sumado varios años en los que en su feudo eran prácticamente imbatibles. También hacíamos seguimiento de las noticias.

‘Caravapicks’ ganó decenas de nuevos miembros

En la localidad caravaqueña de la Comarca del Noroeste se empezó a correr la voz de que esta pandilla de ocho amigos estaba haciendo caja con las apuestas deportivas. “Se produjo el típico boca a boca de que estábamos ganando dinero, esto es un pueblo y el grupo se fue extendiendo: un amigo se lo decía a otro amigo…”. El WhatsApp de Caravapicks llegó a contar con medio centenar de miembros: 38 residían en Caravaca de la Cruz y el resto en otras localidades murcianas, incluso en Sevilla, Madrid o Valencia. A la semana llegaron a apostar 5.000 euros en partidos de fútbol y baloncesto, así como torneos de tenis. De media invertían 100 euros por persona, con los que llegaban a ganar 500 euros por cabeza. Esto suponía unas pérdidas semanales para Bet365 de 25.000 euros.

“El número de amigos del grupo aumentó y los resultados buenos seguían llegando…, en una semana gorda llegamos a ganar 2.000 euros por persona”. De forma que Bet365 llegó a desembolsar 100.000 euros en total y a partir de ahí comenzaron las restricciones a los perfiles de cada uno de estos jugadores que formaban parte del mencionado grupo de WhatsApp. “Nos cortaron las alas: solo nos dejaban apostar dos o tres euros por persona”. La casa de apuestas on line aplicó restricciones a algunos usuarios y a otros les cerró directamente sus cuentas. Todo ello después de notificarles mensajes del tipo: “Lamentablemente, una vez revisada su cuenta y debido a su actividad hemos tomado la decisión de cerrar su cuenta con efecto inmediato…” o “Lamentamos informarle que aunque nuestros servicios seguirán estando a su disposición, se aplicarán ciertas restricciones a su cuenta en las apuestas que realiza a partir de este momento”.

El letrado Borja Fernández, desde su bufete de Cieza, ha ejercido la acusación particular J.G.

Bet365 adoptó esas medidas en aplicación de las condiciones del contrato (B.4.2, D.1.1 y D.1.3) que cualquier usuario acepta cuando abre una cuenta en la citada casa de apuestas deportivas a través de internet. La cláusula B.4.2 expone literalmente que “Bet365 se reserva el derecho de suspender el registro de usuario de un cliente en cualquier momento y por cualquier motivo”. Por su parte, la D.1.1 dice que “Bet365 se reserva el derecho de denegar, total o parcialmente, cualquier apuesta realizada a su entera discreción”.

-¿Por qué decidieron emprender acciones legales contra la casa de apuestas on line?

-Pensamos que sus cláusulas son abusivas, se reservan el derecho a hacer lo que ellos quieren con las cuentas. ¿Por qué limitan a los usuarios que ganan 5.000 euros y no lo hacen con aquellos que pierden 5.000 euros?

Solicitaron la nulidad de las cláusulas de los contratos

Varios miembros de Caravacapicks se pusieron en contacto con el letrado Borja Fernández y comenzaron una batalla legal contra uno de los líderes mundiales del juego en línea, que desde su sede en Reino Unido genera ganancias multimillonarias gracias a los más de siete millones de clientes que tiene distribuidos en 200 países. El abogado que ejerció las acciones legales contra Bet365 explica a EL ESPAÑOL las claves de la querella que interpuso en los juzgados de Madrid: “Gran parte del beneficio de estas casas de apuestas se debe a que incluyen en el clausulado de sus contratos unas condiciones que les permiten, en cualquier momento y por cualquier motivo, cerrar o limitar las cuentas de los apostantes que no pierden su dinero. La demanda que se interpuso planteó la nulidad por abusivas de estas cláusulas, basándose en la legislación que protege a los consumidores, ya que se trataba de unas condiciones que permitían a la casa de apuestas actuar de manera unilateral y discrecional, tomando medidas que restringían los derechos de unos apostantes. En concreto, de unos usuarios ganadores”.

El portal web de bet365

La demanda conjunta interpuesta por Borja Fernández, en representación de estos amigos que idearon el WhatsApp para realizar apuestas deportivas, solicitó la nulidad de las cláusulas de los contratos al considerarlas abusivas porque vulneraban la Ley de Condiciones Generales de la Contratación y la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios.

“La mercantil demandada genera un desequilibrio en la posición de las partes, decidiendo de manera unilateral e injustificada el cierre de las cuentas o la imposición de límites”, sostuvo el letrado. Por su parte, Bet365 presentó en la vista oral una prueba pericial con el fin de justificar el acceso y utilización del sistema de apuestas por parte de los demandantes de manera fraudulenta, incurriendo en prácticas colusorias. La casa de apuestas entendía que estaban desarrollando prácticas concertadas con el objetivo de impedir, restringir o falsear la competencia.

El Juzgado de Primera Instancia número 64 de Madrid ha fallado a favor de los apostantes que vieron cerradas sus cuentas o limitadas por Bet365 después de lograr beneficios todas las semanas. El fallo al que ha tenido acceso este diario expone que los demandantes no eran jugadores profesionales, “no se acredita que nos encontremos ante una actividad profesional, comercial o empresarial sino desarrollada por consumidores”. La sentencia emitida por la magistrada Gladys López Manzanares subraya que no encuentra aspectos fraudulentos en el grupo de WhatsApp que montaron ocho amigos, bajo el nombre de Caravapicks, con el objetivo de apostar a competiciones deportivas: “El fenómeno de los tipster o grupos de apuestas que estudian los eventos y formulan apuestas en un mismo sentido, no puede ser considerado en sí fraudulento o contrario a los derechos de las operadoras o del resto de clientes. Existen numerosas páginas web que hacen referencia a dichos grupos sin que la falta de regulación pueda suponer su expulsión del mundo de las apuestas”.

El letrado Borja Fernández

El fallo también critica el contenido de las cláusulas del contrato que aceptan los usuarios de la citada casa de apuestas porque no les permiten el derecho a réplica, entre otras acciones: “De la lectura literal de las condiciones expuestas ya se deduce la discrecionalidad con la que puede actuar Bet365. En ningún momento se alude a la existencia de un procedimiento contradictorio en el que se permita, ya no al cliente, sino a un organismo independiente la revisión de las decisiones de la operadora. Del mismo modo, llama la atención que no sea necesario alegar causa alguna para cerrar una cuenta o restringir o cancelar el tipo de apuestas o modificar su importe invertido”.

La magistrada Gladys López Manzanares finaliza argumentando que “la conclusión a todo lo expuesto es el carácter abusivo de las condiciones indicadas por los demandantes, que fundamentan el cierre o las restricciones aplicadas por Hillside a determinados usuarios sin alegar causa o motivo, sin que la alusión genérica a prácticas colusorias o fraudulentas puedan amparar tal discriminación respecto al resto de apostantes. Las cláusulas no responden a un mandato legal al exceder de los límites de control previstos y permitir la actuación arbitraria de la operadora en perjuicio de los consumidores”. Por todo ello, el juzgado madrileño declara “la nulidad por abusivas de las condiciones generales incluidas en el contrato suscrito con Hillside Spain New Media PLC (Bet365), identificadas como B.4.2, D.1.1 y D.1.3”.

Una puerta abierta a miles de demandas

A pesar de que el fallo admite recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, el letrado Borja Fernández subraya la importancia de esta victoria judicial: “Se trata de la primera sentencia en España contra Bet365 en la que un número tan elevado de apostantes consiguen que un juez ordene la deslimitación total de sus cuentas de juego. Esta sentencia abre la puerta a que los miles de apostantes que han visto cómo las principales casas de juego ‘on line’ limitaban o cerraban sus cuentas por el mero hecho de ser jugadores ganadores, puedan hacer valer sus derechos, apostando en las mismas condiciones que el resto de usuarios”. De hecho, desde su bufete situado en el municipio murciano de Cieza avanza que “existe una sólida base jurídica, en virtud de la cual este despacho está interponiendo nuevas demandas solicitando la deslimitación o reapertura de las cuentas de juego de sus clientes”.

El portavoz de ‘Caravacapicks’ confirma que tras el litigio el grupo de WhatsApp de apuestas deportivas que montaron estos ocho amigos y vecinos de Caravaca de la Cruz sigue en activo y realizando apuestas deportivas en otras casas de juego ‘on line’. “Es un grupo mítico”.