Gema Villalba tenía 19 años cuando decidió poner rumbo a Frankfurt (Alemania). La joven, natural de Fuenlabrada (Madrid), recorrió más de 1.800 kilómetros con la única idea de mejorar su alemán y cambiar de aires. Encontró trabajo como Au Pair y dependienta en Zara y decidió quedarse. Le gustaba el país y su gente. Durante su estancia, se enamoró de Florian, un joven mayor que ella, de origen alemán. Pero las cosas pronto comenzaron a torcerse. El carácter fuerte de Florian comenzó a aflorar y Gema decidió dejarle.

Este diario ha tenido acceso a la conversación que mantuvo Gema con un íntimo amigo, donde le confiesa el calvario que estaba viviendo: "No te dejan ponerte falda ni escote y si lo haces eres una puta". Además, también dejó constancia de la complicada relación sentimental que mantenían: "Personalmente me estoy separando de mi novio, que vivíamos juntos". 

Pero la ruptura no fue muy bien encajado por el joven y comenzaron las discusiones. Con frecuencia, los vecinos escuchaban los gritos de Gema y Florian, pero ninguno de ellos pudo presagiar el terrible final. La pasada madrugada del 16 al 17 de agosto, la Policía alemana entró en la casa de Gema porque un joven se había lanzado al vacío desde el quinto piso. Ese joven era Florian. Y la mujer que encontraron cosida a puñaladas era Gema.

Su infancia fue complicada; sus padres se separaron

Gema pasó su infancia en Fuenlabrada, un municipio -o ciudad dormitorio- al sur de Madrid, a menos de 30 kilómetros de la capital. Allí vivió momentos difíciles, como la separación de sus padres. Un hecho que marcó los primeros años de vida de Gema. "Ella pasaba mucho tiempo sola; su madre trabajaba mucho y su padre vivía en Coslada", explica su amigo en conversación telefónica a este diario. Y así era. El padre de Gema, guardia civil, no residía junto a ella y, su progenitora, pasaba mucho tiempo fuera de la vivienda. Quería darle a Gema la vida que se merecía y, para ello, trabajaba sin descanso. También, Gema se labraba su futuro. Buena estudiante, carismática y amiga de sus amigos, quería ser guardia civil -como su padre-. "Era una persona que siempre estaba ahí para ayudarte", explica otra amiga.

Gema, junto a su madre.

Cuando cumplió la mayoría de edad, la joven decidió irse una temporada a La Carolina, un pequeño municipio de la provincia de Jaén. Allí, vivía la familia de su madre y sentía que iba a estar más acompañada. Mientras tanto, decidía su futuro profesional. La idea de presentarse a las oposiciones de Guardia Civil ya se le había quitado de la cabeza y estaba decidida a aprender un nuevo idioma. Su otra gran pasión. Desde allí, se puso en contacto con una agencia de au pairs -te ayudan a encontrar una familia en el destino que elijas-. El lugar indicado fue Frankfurt (Alemania).

Gema se mudó como Au Pair a Frankfurt en 2016

El 1 de octubre de 2016 puso rumbo a la ciudad alemana. Junto a dos grandes maletas cogió el primer vuelo de la mañana a Frankfurt, allí le esperaba su nueva familia. "En ese momento, empezó a vivir su vida", explica un amigo a EL ESPAÑOL. Gema era la encargada del cuidado de dos niños, que se convirtieron en su debilidad. En su nueva casa, pasó la Navidad y Año Nuevo, junto a otras amigas. Había hecho un buen grupo, entre los que se encontraba Jessica: "Intentaba siempre buscarse la vida, trabajaba mucho". Entre ellas se apoyaban en los malos momentos y se animaban para seguir con la experiencia. "Trabajaba como au pair mientras buscaba un empleo más estable, quería quedarse allí", explica su amiga.

La joven, en el aeropuerto, antes de poner rumbo a Frankfurt.

Sus días pasaban con total normalidad; madrugaba, ayuda a los niños con las tareas, los llevaba al colegio y volvía a su casa. Por las mañanas, practicaba alemán y ordenaba la vivienda. Por las tardes, acompañaba a los pequeños -a quien ya consideraba parte de su familia- hasta que llegaban sus padres. Pero este trabajo le permitía también disfrutar de su tiempo libre; organizaba cenas internacionales con sus amigos de distintos puntos de la geografía o simplemente disfrutaba. Disfrutaba de la vida.

Hace un año, comenzó a trabajar como dependienta

Un año más tarde, decidió cambiar de aires. Aunque en Frankfurt era feliz, lo que ella realmente quería era perfeccionar su nivel de alemán y poder entrar en una universidad del país. Por ello, se mudó a Mannheim, una ciudad al suroeste de Alemania. Allí consiguió trabajo en Zara, donde se empleaba como dependienta durante tres días a la semana. "En la tienda se había ganado el cariño de todos sus compañeros", explica su amigo en conversación telefónica con EL ESPAÑOL.

Este empleo le permitía seguir con sus estudios de alemán y, pasito a pasito, quería conseguir algún título que le reconociera su conocimiento en el tema. Así, en marzo, consiguió el certificado que mostraba que había obtenido un nivel alto en alemán -un C1-. Por fin, después de tanto trabajo y esfuerzo, su vida comenzaba a ordenarse. ¿El siguiente paso? Entrar en la universidad.

Gema y Florian, en uno de sus viajes.

En esos dos años, conoció a Florian. Un joven, mitad alemán y mitad libanés, del que se enamoró perdidamente. "Gracias a él, aprendió mucho el idioma y la cultura alemana", explica su amigo. Juntos decidieron mudarse a un pequeño apartamento a las afueras de la ciudad y disfrutaban de su tiempo libre juntos. En su último viaje, a Alsacia (Francia), se les veía felices. Ambos posaban sonrientes en las redes sociales. Durante su relación, Gema y Florian decidieron prometerse, una decisión complicada que no entendieron en su entorno. "Fue la madre de él quien insistió en que dieran ese paso; en su religión no estaba bien visto que convivieran sin estar casados", comenta su amigo.

Se prometió con el celoso Florian

Pero con el paso del tiempo, la convivencia en la pequeña casa del barrio de Neuhofer comenzó a hacerse insoportable. Las discusiones entre los dos jóvenes eran constantes. Algo que probaba que la relación no iba bien. También, Gema se lo comentó a sus más cercanos. "Estoy separándome de mi novio, qué tortura", explicaba la joven a un amigo en una conversación por Instagram a la que ha tenido acceso este periódico -y adelantadas por Telecinco-.

En los mensajes, la joven muestra cierta preocupación sobre su relación: "No te dejan salir con falda, o llevar escote porque eres una puta". Además, tampoco te permiten "salir con tus amigas ni tampoco tener Instagram". También, Gema le explica a su amigo que ya ha finalizado su relación con Florian: "Personalmente me estoy separando de mi novio, él es medio libanés, medio alemán". Y le cuenta sus inquietudes: "Estoy estudiando el C1 y me quiero meter en las oficinas de Inditex aquí en Alemania". Su amigo se muestra bastante preocupado: "¿No sé cómo aguantáis eso?". "Te tratan como una reina hasta que te tienen", le argumenta. 

Las conversaciones de Gema con un amigo, donde explica la complicada situación que vivía.

Pero parece ser que Florian no encajó bien el final de la relación. La última pelea se produjo el pasado 16 de agosto, por la tarde.

La Policía está investigando los hechos, pero todo apunta a que el joven alemán asestó "hasta doce puñaladas" a Gema. La madrileña le había echado del apartamento, ya no podía aguantar una discusión más. Luego, se tiró desde el quinto piso, al vacío. Florian se encuentra grave, luchando entre la vida y la muerte. Los agentes encontraron el cuerpo de Gema cuando accedieron a la vivienda -de madrugada- que ambos compartían, al informarse que el joven que se había tirado vivía allí. No pudieron hacer nada por ella.

El Ayuntamiento ha ofrecido repatriar el cadáver

Desde el Ayuntamiento de Fuenlabrada, se convocó una concentración el pasado martes, al que acudieron los vecinos y amigos de Gema. Todos guardaron cinco minutos de silencio por la pérdida. "Fuenlabrada siempre va a estar al lado de las víctimas y denunciando las agresiones machistas intolerables contra las que tenemos que seguir todos luchando", apuntó el alcalde en funciones. Además, han condenado los hechos, mostrando diversas pancartas: "Fuenlabrada, Ciudad contra la violencia de género. Por sus vidas, nuestras voces".

A la concentración frente al Ayuntamiento acudieron muchos vecinos. EFE

También, desde el Consistorio, han ofrecido a la familia -que ya se encuentra en Alemania- hacerse cargo de la repatriación del cadáver. El alcalde se ha puesto en contacto con sus padres para ofrecerles su apoyo y costearles los gastos para que pueda ser enterrada. Esto se produce tras la campaña que comenzaron sus compañeros de Zara, para recaudar dinero. En apenas dos días, más de 400 personas han contribuido con cerca de 13.000 euros, muy cerca ya de los 15.000 euros solicitados en primera instancia para costear la repatriación de los restos de la joven.

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