Pocas cosas son más impredecibles que la trayectoria de un cohete pirotécnico. Ahora, imaginen que además prende por error y sale disparado sin control, describiendo parábolas imposibles. Y que el recorrido del misil no es otro que la plaza de una iglesia en la que centenares de devotos se concentran para ver la salida de uno de los santos de la localidad en plenas fiestas. La tragedia parece inevitable. 

El pasado sábado, ocurrió. Un día de fiesta terminó por convertirse en el capítulo más dramático que ha vivido el pueblo manchego de Viso del Marqués (Ciudad Real). Uno de esos cohetes desenfrenados segó la vida de Francisca Girona, una vecina de 56 años. El proyectil impactó y explotó en su rostro, tras rebotar primero en el suelo de piedra. Llegó incluso a introducirse en la boca de la mujer. Nadie pudo hacer nada por salvar su vida.  

Paqui, así era como la conocían en esta localidad manchega, estaba sentada, posiblemente como cada año, enfrente de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, a unos veinte metros de la entrada. En el Viso celebraban San Cristobal, patrón de los conductores, y ella esperaba la salida de la imagen del santo para unirse después a la procesión y ver el destile de camiones y vehículos por las calles. 

Cuando faltaban apenas unos minutos, Javier F., un vecino de 51 años y dueño de una empresa de espectáculos, se dispuso a lanzar cohetes para anunciar la salida del santo, pero falló en su destreza. Al encender la mecha del primero, también se prendieron las del resto de cohetes, pues estaban unidos por una tablilla de madera, según precisan testigos a EL ESPAÑOL. El empresario, para no quemarse, soltó los artefactos y salieron disparados en todas las direcciones, sin rumbo, sembrando el caos en la plaza. 

"Le reventó"

Uno de ellos se dirigió hacia el lugar donde estaba Francisca, sentada en una especie de banco de piedra, denominado parcilla. Todo ocurrió en cuestión de segundos, la muchedumbre ni siquiera tuvo tiempo a reaccionar. El cohete rebotó en el suelo, levantó el vuelo y explosionó directamente en la boca de esta vecina, que apenas llevaba seis días trabajando como personal de limpieza en el Ayuntamiento de Viso del Marqués. 

Plaza de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Viso del Marqués.

Murió al instante y ante la mirada de decenas de vecinos de esta localidad ciudadrealeña de 2.400 habitantes, incluido el alcalde y los ediles. Un policía local intentó reanimarla sin éxito. Los testigos apuntan que el proyectil prácticamente "le reventó la cabeza". 

El cohete que arrebató la vida a Paqui fue el único que impactó contra una persona, los otros tres artefactos chocaron contra un coche policial, volaron "la gorra a un policía" y pasaron cerca de unas niñas que había en el lugar, pero sin causar daños, según cuenta un vecino que presenció los hechos a este periódico. La procesión de San Cristobal es uno de los eventos del año y casi todo el pueblo acude a verla. Entre sus atractivos, está el desfile de vehículos tocando el claxon y la tradición de lanzar cohetes que, probablemente, habrá llegado a su fin tras este episodio fatal. 

Francisca había empezado a limpiar las calles de su pueblo natal el 7 de julio. Su compañera Gloria todavía no da crédito. "La última vez que hablé con ella fue el pasado lunes, muy cerca de donde ocurrió todo, para entregarle la escoba y el resto de cosas y explicarle la ruta que tenía que hacer, que era la mía. Aún no me lo creo", relataba esta compañera a un diario local. 

Homicidio imprudente 

Estaba casada, tenía un hijo y una hija. La familia siempre se ha dedicado a la hostelería y había regentado diferentes negocios en la localidad. "Son muy trabajadores y han pasado malas rachas, pero siempre salían adelante", cuenta una comerciante de la zona. 

Si bien, esta historia aún se antoja más dramática para la propia familia de la víctima, pues el empresario que prendió el cohete moral era el jefe del hijo de Paqui, según sostiene un vecino. Este hombre lo había contratado para dirigir una delegación del negocio en Madrid. Su empresa, denominada E. D., es bastante conocida en la región, pues se encarga de organizar desde hace al menos 15 años la animación (pirotecnia, eventos acuáticos, hinchables, tiro con arco...) de numerosas localidades y de fiestas regionales. 

Por su parte, el empresario Javier F., que incendió el cohete que mató a Paqui, prestó declaración ante la Guardia Civil tras el incidente y se encuentra en libertad provisional, a la espera de juicio, ya que se le atribuye un delito de homicidio imprudente. 

Mientras tanto, nadie en el pueblo recuerda haber vivido un episodio tan trágico. Así lo afirmaba el teniente alcalde de la localidad, Alfonso Lozano, compungido por el trágico y accidental suceso, en declaraciones a los medios de comunicación. Un sentimiento que se ha extendido por todo en Viso del Marqués. "Fue una casualidad terrible", cuenta otro vecino. "Pasé con la furgoneta por la plaza y vi que la gente se echaba las manos a la cabeza, después lo entendí todo". 

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