Murcia

No tenía carné de conducir. Solo contaba con el permiso AM: licencia para llevar ciclomotores de hasta 50 centímetros cúbicos de cilindrada. Era plenamente consciente de que legalmente no podía ponerse al volante de un coche, sin embargo, la tarde del martes 7 de mayo, Jorge cogió el Seat Ibiza de su pareja sentimental para realizar dos desplazamientos: el primero, a la empresa de seguridad donde estaba contratado, y el segundo, a un establecimiento comercial para hacer unas compras. La decisión imprudente que adoptó este albaceteño, de 33 años, se saldó con un accidente de tráfico que le acabó costando la vida a Luis: uno de los loteros más conocidos de la Región por su trabajo en la administración de lotería número 4 que su familia regenta desde el año 1995, bajo el nombre comercial de Loterías La Bruja. 

A las 16.30 horas de aquel fatídico martes, Jorge salió de casa para dirigirse a su empresa. Nunca más volvería a trabajar de vigilante de seguridad porque le habían citado para entregarle la carta de despido. Jorge emprendió el camino de vuelta. Otra vez al volante sin el carnet B. Pasadas las cinco de la tarde, se adentró en la rotonda del Homenaje a los Poetas Murcianos y se llevó por delante la Ducatti Monster 821 que conducía Luis.

El terrible accidente fue presenciado por varios testigos, algunos de los cuales prestaron auxilio al lotero de La Bruja mientras llegaba una ambulancia. El atestado elaborado por la Policía Local de Murcia al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL confirma que el vigilante supuestamente se dio a la fuga tras colisionar con el motorista: "El turismo implicado y posible causante del siniestro vial había abandonado el lugar sin aportar datos". Tal fue la indignación que causó la actitud huidiza del supuesto conductor infractor, que el atestado expone que los ocupantes de un Volskwagen Golf iniciaron una persecución para tratar de darle caza, pero le perdieron la pista en los alrededores de la pedanía murciana de Monteagudo. 

Jorge subido en motos de gran cilindrada, en imágenes que él mismo compartió en su perfil personal de Facebook.

La huida de Jorge tenía las horas contadas porque los testigos que permanecieron en la glorieta del Homenaje a los Poetas Murcianos, le facilitaron a una patrulla de motoristas de la Unidad de Descentralización todos los datos del turismo sospechoso. “A través de la información recabada por la unidad, aportada por los testigos del siniestro, se verifica que el vehículo fugado es un Seat Ibiza, de color granate". El número de matrícula puso en la diana de la Policía Local a una mujer, de 30 años, que residía en un inmueble de la pedanía murciana de Casillas

Inicialmente encubrió a su pareja

Esa misma tarde del 7 de mayo, una patrulla se personó en el domicilio de la propietaria del turismo para tomarle declaración. La mujer sabía que su pareja no tenía permiso de conducir y el atestado refleja que en un primer momento optó supuestamente por asumir la autoría del accidente encubriendo al padre de sus dos hijos y un tercero que viene en camino. "Inicialmente reconoce ser la conductora e indica que no tenía que haberse marchado". 

Cuando la dueña del Seat Ibiza acompañó a los agentes al garaje y estos comenzaron a fotografiar el estado del coche, con todo el lado izquierdo del capó deformado, y se enteró de que el motorista estaba ingresado en un hospital, la mujer admitió que el responsable el siniestro era Jorge.

"Tras mostrar el vehículo y ser informada de lo ocurrido, la mujer reconoce que en el momento del accidente el conductor es su pareja". Ella confesó que se había quedado en casa durmiendo la siesta mientras que sus hijos jugaban en el salón y el cabeza de familia se desplazaba a su trabajo para después hacer la compra. Sin embargo, Jorge regresó a casa antes de lo previsto y visiblemente alterado, tal y como la mujer desveló a la Policía Local. "A las 17.35 horas escuché una fuerte frenada en la calle y segundos más tarde se presentó en el domicilio mi pareja, en un estado de nerviosismo, muy alterado, diciéndome que había tenido un accidente, tenía mucho miedo y estaba muy arrepentido porque se había marchado, aunque paró para ver el estado del motorista".  

Jorge alardeando de su musculatura en el gimnasio en el que practicaba deporte.

La mujer insistió ante la Policía Local de Murcia que su pareja actuó movido por el miedo: "Comenzó a decirme que le iban a mandar a la cárcel, que no dijera que era él el conductor y que tampoco le delatase diciendo dónde se encontraba". Tales explicaciones se saldaron con la entrega de una citación para el padre de sus hijos por los supuestos delitos de lesiones por imprudencia y de abandono del lugar del accidente. Mientras que Jorge estaba en paradero desconocido, Luis se debatía entre la vida y la muerte, entubado y sedado en la UCI del Hospital Virgen de la Arrixaca. 

De lesiones a homicidio por imprudencia

El 8 de mayo, un día después del accidente, el conductor sospechoso se presentó en las dependencias de la Policía Local. "De forma voluntaria y espontánea le expresa al instructor su arrepentimiento: 'siento mucho lo que pasó, me puse nervioso y me marché del lugar, me paré y bajé del coche, intenté levantar al motorista, pero no pude y con el nerviosismo me marché y estoy muy arrepentido, perdónenme'", según refleja el atestado policial.

Su arrepentimiento no sirvió de nada porque doce días después falleció Luis, provocando una pérdida irreparable para su familia, su esposa y su hija, de solo tres años. Su muerte fue un duro golpe para la Cofradía de la Misericordia, de la que Luis era uno de sus miembros más queridos. También conmocionó a los vecinos de Alcantarilla que convirtieron en un altar improvisado la puerta de acceso de Loterías La Bruja, colocando decenas de velas, mensajes de cariño y un casco de motocicleta. 

El Grupo de Atestados concluye que Jorge, al volante de un Seat Ibiza, de color granate, provocó la colisión contra la motocicleta de Luis "por no respetar la señalización vertical y horizontal de ceda el paso". Tal extremo fue corroborado por cuatro testigos, cuyo relato al que también ha accedido este diario apunta en la misma línea: "Un turismo de color granate me adelantó por el carril izquierdo, llegando ese coche a la intersección con la rotonda, frenando levemente el turismo para incorporarse a la rotonda, antes de la llegada de la motocicleta, y provocando el accidente al colisionar frontalmente la moto con el vehículo, cayendo el motorista sobre la calzada tras salir despedido por encima del vehículo granate". Además, precisan que la colisión fue de tal intensidad que el conductor de la moto presentaba "posible fractura de pelvis" y la motocicleta sufrió "deformaciones, fractura de chasis delantero y daños críticos en toda la motocicleta". 

Estado que presentaba el Seat Ibiza de la pareja sentimental de Jorge después de producirse el siniestro.

Luis falleció en mayo, pero no ha sido hasta mediados de junio, por culpa de la burocracia, cuando ha sido notificada oficialmente su defunción a los juzgados de Murcia con la correspondiente ampliación de diligencias en las que se modifica el presunto delito de lesiones por uno de homicidio por imprudencia. Jorge, pese a no contar con permiso de conducir era un enamorado de las motos de gran cilindrada, tal y como muestra en su perfil personal de Facebook, y ahora, su luctuosa imprudencia al volante, le podría acarrear enfrentarse a una petición de cárcel por parte de la Fiscalía y de la acusación particular que ejercerán los familiares del lotero. 

Se ha marchado a Aragón

La pedanía murciana de Casillas tiene poco más de 4.500 vecinos y Jorge ha decidido poner tierra de por medio ante su situación judicial. Mientras se instruye la causa se ha mudado a Aragón, donde ha encontrado trabajo en la hostelería, nada que ver con su anterior empleo de vigilante ni con su afición de ir al gimnasio a machacarse para alardear de su musculatura en las redes sociales. Jorge Novella, el letrado que ejerce su defensa, explica que su cliente no ha ofrecido ninguna versión sobre lo ocurrido: "Todavía no ha prestado declaración porque se acogió a su derecho a no hacerlo. No tiene ningún tipo de antecedente y está viviendo una situación personal muy difícil; está muy arrepentido". 

En esta causa entrará en juego la reforma de la ley orgánica 2/2019, que modificó el Código Penal, en materia de imprudencia en la conducción de vehículos a motor y de sanción del abandono del lugar del accidente. Esta reforma eleva las penas de prisión, de 4 a 9 años, en caso de fallecimiento de la víctima o de que sufra lesiones graves. Sin embargo, el letrado Jorge Novella recuerda que "saltarse un ceda al paso no está tipificado como una imprudencia grave, sino leve”, y subraya que en las diligencias de la Policía Local “los testigos corroboran que la primera reacción de mi cliente fue la de bajar del coche para socorrer al motorista, pero empezaron a increparle y a gritarle, se asustó y se marchó del lugar".