El radar Pegasus no es nuevo. De hecho, lleva, desde 1961, de una u otra forma, vigilando las carreteras. Es el más temido, el más odiado y también el más escurridizo. No es fácil detectar que está ahí, que te está grabando o, incluso, que te está multando. ¿Cómo evitar, entonces, que eso ocurra? Conociéndolo. Sabiendo cómo actúa, observa y condena al infractor. De esa forma, es más sencillo regatearlo. Toca, por tanto, ir por partes. 

El radar Pegasus es el más temido porque vigila sin ser visto. Desde un helicóptero, la DGT sabe qué está ocurriendo en las carreteras. Graba matrículas e infracciones desde el aire. De hecho, no hay demasiados: tan solo 12 en toda España. Pero, claro, lo observan todo. No se les escapa nada. Saben si el conductor está comiéndose un bocadillo, dándole un beso a su novia, acariciando al perro, hablando por el móvil o fumando. Son el Gran Hermano del tráfico, un ojo omnipresente que está ahí para cuidar que se cumplan las normas. 

Contado esto, vamos a lo importante … 

Un camión adelanta a otro 'pillado' por el Pegasus.

¿Cómo multa el radar y cuánto tengo que pagar si no consigo ‘regatearlo’?

El Pegasus, pilotado por profesionales, hace tres mediciones (con una diferencia de tiempo de tres segundos entre cada una de ellas) y registra la velocidad media, que es la que aparecerá en la denuncia de tráfico. Vuela a 300 metros de altura y a un kilómetro de distancia del objetivo. Lleva dos cámaras: una panorámica (capta la velocidad) y otra que lee la matrícula. 

El importe dependerá de la infracción y de la velocidad del vehículo (capta hasta los 360 kilómetros/hora). Las multan van de 100 euros (la más leve) a 600 (la más grave). Por ejemplo, en una carretera con límite de velocidad de 121 kilómetros por hora, si el conductor alcanza los 150, será de 100. En cambio, si llega a los 191, tendrá que pagar 600. Por el camino, se pueden, obviamente, 300, 400 y 500. Pero esa es sólo una parte. También, obviamente, registran las infracciones por el uso del móvil, por adelantamientos inadecuados o por no llevar el cinturón de seguridad. 

Multas por exceso de velocidad.

¿Cómo evitar que me multen? 

De primeras, cumpliendo con las normas. Eso es esencial. Es la mejor forma de evitar accidentes y multas. Pero, entre los infractores, se habla de cuatro ‘trucos’ para intentar confundir al Pegasus, que está lejos de ser perfecto. La primera, llevando a cabo cambios bruscos de velocidad. No es capaz (entre las tres medidas que hace cada tres segundos) de registrar un aumento o descenso notable de velocidad. 

La segunda no depende del conductor. Si el Pegasus está a más de un kilómetro de distancia, no detecta la infracción. La tercera, la impunidad en los aledaños de los aeropuertos (los helicópteros no circulan por ahí). La cuarta, estar pendiente de cuándo tráfico los activa. Y la quinta, circular por la noche, cuando los radares no tienen capacidad para multar. 

¿Me multan en cualquier parte de España? 

El Pegasus no opera en la totalidad del territorio nacional. En Canarias y las Islas Baleares no se usan nunca. Y en Cataluña y en el País Vasco, donde tienen competencias de tráfico, son las propias comunidades las que lo deciden. En Cataluña, de hecho, también tienen sus propios helicópteros. En cuanto a las vías, se vigilan diariamente las autovías y las autopistas; y en días alternos las carreteras secundarias y las comarcales. En total, hay 12 helicópteros en siete bases para estos radares. 

Conductor 'pillado' por el Pegasus.

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