Rafael Bolado Mariño tenía 39 años cuando decidió someterse a un transplante capilar. Era originario de la localidad cántabra de Maliaño. Desde allí se desplazó a Bilbao hace unos días para recibir el el primer tratamiento estético. Pero algo salió mal. Rematadamente mal. 

Los hechos tuvieron lugar en la clínica estética Dermitek. Rafael estaba a punto para recibir el tratamiento. Así que los cirujanos procedieron a inocularle la anestesia. En ese momento su corazón se detuvo. Había sufrido un paro cardíaco. Fue reanimado poco después. 

Rafael fue trasladado de urgencia al Hospital de Basurto, con absoluta inmediatez. Allí le consiguieron estabilizar, pero por muy poco tiempo. Les alcanzó para trasladarle al Hospital de Valdecillla, en su Cantabria natal, mucho más cerca de su pueblo, una pequeña localidad en la que viven casi 10.000 habitantes. 

Allí no pudieron hacer nada más por él y terminó falleciendo. 

La respuesta de la clínica

El centro privado Dermitek lleva al menos cinco años realizando este tipo de operaciones en Bilbao. Atiende a toda clase de interesados. Pero nunca habían visto que sucediera algo de estas características. 

Según la versión del centro, el problema del corazón del paciente se manifestó cuando todavía no se había empezado a realizar la intervención para implantar los folículos, la glándula que ayuda a producir pelo. "De todas formas, no se sabe si fue la anestesia. No se puede descartar y no se puede confirmar. Anestesias locales como esta se dan 5.000 al día. Todavía no se sabe". 

Lo primero que realizan en el centro tras los hechos es llamar a los servicios de emergencia. El hombre sale con vida de allí, y el cirujano que le iba a operar le acompaña al primer hospital. Esto sucedió la semana pasada. Al día siguiente, sábado 27, el hombre fallece. 

"Están muy afectados, esto nunca había pasado", aseguran desde el centro. Todos los profesionales han estado en contacto con la familia y han prestado "el apoyo que han podido". 

Piden que se investigue

Mientras tanto, algunos colectivos se movilizan ya para que se investiguen los hechos. En una carta remitida a la Fiscal Superior de la CAV, María del Carmen Adán, la Asociación del Defensor del Paciente indica que los hechos, en su opinión, constituyen un delito. Detallan que, a su juicio, podría haber ocurrido " por una presunta negligencia en la posible cantidad de anestesia o bien por una falta de control en el preoperatorio".

"Venden esta intervención casi como inocua y quizás es una publicidad engañosa y sin explicar los efectos adversos graves que pueden suceder", indica la nota. 

Mientras tanto, estos días, ha tenido lugar el funeral por Rafa, como muchos le conocen, y que ha continuado en las redes sociales con decenas de mensajes de sus amistades más cercanas que han querido despedirse de una persona a la que consideraban un amigo bueno y cercano. Un amigo que se ha marchado para siempre por un contratiempo con todavía muchas preguntas y ninguna respuesta.