Félix Azón, director general de la Guardia Civil, ha sido contundente al ser preguntando sobre si el caso Julen se trata de un homicidio imprudente: “Todos pensamos que no puede ser otra cosa”, ha reconocido públicamente. Tras el rescate, toda la tarea de las autoridades va encaminada ahora a depurar responsabilidades. “La sociedad española está esperando y estamos poniendo todos los medios”, ha matizado. 

Las declaraciones las ha hecho en la Comandancia del Instituto Armado de Málaga, donde ha congregado a todo el operativo de rescate del pequeño Julen para felicitarlos por el buen trabajo realizado estos días. Junto a él también ha comparecido la subdelegada del Gobierno de Málaga, María Gámez, y el coronel Jesús Esteban. 

Julen cayó a un pozo ilegal en Totalán el pasado 13 de enero y no fue rescatado hasta el pasado viernes. Los mineros, en colaboración con la Guardia Civil y con un operativo de rescate, consiguieron sacarlo del agujero, aunque no pudieron hacer nada por salvarle la vida.  

Una vez realizado el rescate, las autoridades tratan de esclarecer qué ocurrió para que el niño de dos años cayera al pozo y cómo es posible que ese pozo irregular estuviera sin tapar. “Es una investigación judicial y se verá el resultado. No decidimos nosotros qué ha pasado, sino el juez”, ha apuntado Azón. 

El director general de la Guardia Civil, a su vez, ha reconocido que en el cuerpo están “tristes” a pesar del buen trabajo realizado en estos días. “Nos hubiera gustado no haber tardado 13 días y haber tenido la suerte de que Julen hubiera podido ir al hospital para que le tratasen las heridas”. Sin embargo, no pudo ser. Calificó el rescate como una “ingeniería de la solidaridad” que ha hecho que se “roce la perfección”.