La perforadora que este pasado sábado comenzó los trabajos de otro túnel vertical pararelo al pozo que cayó Julen, el niño de dos años atrapado desde hace una semana, ha alcanzado los 40 metros de profundidad.

Los trabajos se han ido ejecutando durante toda la madrugada, alcanzándose a las siete de la mañana de este domingo esa cota. Una capa de roca dura de unos 5 metros de espesor ha ralentizado el ritmo de la perforación.

La cápsula, ideada y fabricada estos días para bajar a los mineros de la Brigada de Salvamento de Hunosa, ya está en el lugar y se están realizando trabajos de hormigonado junto a la zona de trabajo para evitar desprendimientos.

Dicha cápsula tiene un diámetro de 1,05 metros por 2,5 de altura y está diseñada para dos personas con material para excavar o tres en caso de necesidad de rescate.

El trabajo manual de los mineros especializados llevará, según las previsiones iniciales, unas 20 horas. Para ello emplearán medios mixtos, como pistolas y martillos neumáticos.

Expertos en explosivos

Expertos en explosivos de la Guardia Civil han acudido este domingo al operativo de rescate de Julen. No ha trascendido la labor exacta que desarrollarán estos especialistas en desactivación de artefactos (Tedax) que han accedido a la zona de trabajo.

Por otra parte, para afrontar la dureza de la roca encontrada en la prospección del túnel vertical de 60 metros se traslada desde Guadalajara una cabeza perforadora, según han informado a Efe fuentes del operativo. 

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