Juan Rivas es, para la psicóloga encargada de valorar con quién se quedan los hijos en el conflicto judicial que mantiene con su ex marido italiano, Francesco Arcuri, una mujer que "muestra una gran capacidad manipuladora" sobre sus hijos y "un grave funcionamiento mental patológico asociado a desorganización del pensamiento". 

El documento donde se describe a Rivas también señala que sufre "una emocionalidad lábil" y "no es capar de procesar sus experiencias", señala Ludovica Iesu, doctora en Psicología tras realizar 32 entrevistas y pericias durante cinco meses. 

Sus conclusiones, a las que ha tenido acceso El Mundo, advierten de que Juana Rivas habría "triangulado a su hijo mayor en el conflicto" convirtiéndolo en "recipiente de las ansiedades maternas". 

Para Iesu, tiene una comprensión "de la realidad deficiente" y es "inconsciente del daño psicológico generado a sus hijos de 4 y 12 años apartándolos de su padre entre 2016 y 2017". 

Los niños, con el padre

La psicóloga que trabaja para ayudar a la resolución del caso en los juzgados de Cagliari recomienda, por todo ello, que los niños se queden de forma estable con el padre y que la madre sólo los vea de vacaciones. 

El caso de Juana Rivas tuvo mucha repercusión durante el periodo en el que ella apartó a los dos hijos de su padre. Cuando debía entregarlos, se fugó con ellos. Por esos actos fue juzgada y condenada en España a cinco años de cárcel. 

En los últimos días, Rivas ha presentado a su hijo al juicio para que testificara en contra de su padre por unos supuestos maltratos sufridos por el pequeño a manos de su progenitor.