“Ha muerto un Guardia Civil en Granada... bonita tarde se ha quedado”, escribía en su cuenta de Twitter Christian Martínez después de conocerse que un agente habia sido asesinado tras un tiroteo en la localidad granadina de Huétor Vega. El guardia civil, de 47 años, perdió la vida después de que un ladrón le disparase con su propia arma reglamentaria, lo que le provocó una grave hemorragia mortal. Un trágico suceso del que se alegró un repartidor de Burger King -hasta este miércoles- de Avilés (Asturias).

Pero la gracia se volvió en su contra. Cientos de usuarios de Twitter y Facebook iniciaron una campaña en estas mismas redes sociales para pedir el despido del chaval de 22 años. Y su empresa, Burger King no tardó en responder. Comunicaron a Christian su despido a través de una carta enviada por WhatsApp.

Respuesta de Burger King en Facebook

"Su comentario es inaceptable y esta empresa muestra su total repulsa; además la empresa se ha visto relacionada con el mismo, con grave perjuicio de su imagen y reputación", justificaba Burger King el despido de Martínez. Y agregaba que el comentario del ex empleado era “una transgreción de la buena fe contractual y abuso de confianza tipificada por el artículo 54.2 d) del Estatuto de los Trabajadores como incumplimiento contractual, que es grave y culpable”. Algunos usuarios de Facebook, han manifestado su apoyo a Christian diciendo que puede denunciar a la empresa por despido improcedente.

“Si enseñaro la cantidad de amenazas que he recibido, se asustarían”, dice Christian a EL ESPAÑOL. Según su relato, ha recibido numerosos mensajes y llamadas advirtiéndole que, de encontrarlo por la calle, le darían una paliza.

Ahora, el joven intenta aclarar a este medio que el no pretendía burlarse del asesinato del guardia civil, sino mostrar su"indiferencia hacia los hechos" y que el tuit se malinterpretó. Así, se queja de que en España "no hay libertad de expresión".

Un disparo a bocajarro

En la madrugada del lunes saltaron todas las alarmas en Granada: se había producido un robo en Las Gabias. La Guardia Civil montó un dispositivo con varios controles policiales en las carreteras próximas. El guardia civil José Manuel estaba integrado en uno de ellos. Pasadas las cuatro de la mañana, José Manuel dio el alto a un vehículo que despertó sus sospechas.

En ese momento, el conductor del vehículo se precipitó sobre el agente, momento en el que se produjo un forcejeo. El sospechoso le arrebató el arma reglamentaria al guardia civil y le descerrajó al menos un disparo a bocajarro. Acto seguido, se dio a la fuga. José Manuel Arcos fue trasladado de urgencia al Hospital Campus de la Salud, en Granada, donde se le sometió a una operación de urgencia. El guardia civil no sobrevivió a la intervención.