El verano es época de reflexión. Quizás sea por los anocheceres pausados, a fuego lento; quizás, por la ausencia de tarea. Lentamente, los días van acortándose y la rutina, recuperando su sitio. Así, el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido ponerse manos a la obra y cumplir, con el nuevo curso, con lo anunciado: trasladar a Franco del Valle de los Caídos. Pero de lo que piensa el sucesor del dictador al frente de la Jefatura del Estado, el rey emérito, Juan Carlos, nada

"Las cosas de los muertos no le interesan. Él está vivo y muy vivo. No le interesa para nada el tema. Fíjate si no presta atención a estas cosas que no sabe dónde va ir él enterrado y no le preocupa en absoluto", cuenta a EL ESPAÑOL una fuente cercana a Juan Carlos. Está en lo cierto: el padre de Felipe VI no tiene lugar fijado para su descanso eterno.

Porque no hay sitio para el emérito. La tradición española, desde tiempos del rey Carlos V -allá por el siglo XVI-, pasa por que todo monarca sea enterrado en el panteón de Reyes y Reinas del Monasterio de El Escorial, de Madrid. Generaciones y generaciones de soberanos que reposan en este espacio, construido por Juan Gómez de Mora en ese mismo siglo bajo planos de Juan Bautista Crescendi.

Panteón de los Reyes de El Escorial. Wikipedia

Reyes y reinas descansando eternamente

Es una estancia octogonal, simétrica. En los intercolumnios de siete de sus caras se acogen las sepulturas de los reyes, pero no están solos. También reposan en esta cripta los restos de las reinas que fueron madres de reyes, así como el único rey consorte y padre de rey, Francisco de Asís, esposo de Isabel II. La última en ocupar su nicho fue la Reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII en 2011.

Son todos los que están, pero no están todos los que son: faltan Felipe V y Fernando VI, cuyos cuerpos se encuentran en la Granja de San Ildefonso. Tampoco descansa allí Isabel de Farnesio.

En total, en el panteón de El Escorial hay 26 sepulcros, de los que 24 están ya ocupados. Los dos huecos libres están reservados para el conde de Barcelona, Juan, y su esposa María de las Mercerdes, padres de Juan Carlos I. Sus restos están todavía en el pudridero de los reyes, donde pasan los primeros 25 años de su muerte. A pesar de que ellos nunca llegaron a reinar, su hijo quiso darles honores de reyes.

Ni rastro de Patrimonio Nacional

Con todos los sepulcros ocupados, cuando los eméritos Juan Carlos y Sofía fallezcan no tendrán sitio en la Cripta de los Reyes de El Escorial. Al parecer, en Patrimonio Nacional ya están buscando una solución a este problema. Hace tiempo, sobre la mesa del director de Patrimonio Nacional se encontraban los planos de la propuesta de una obra para ampliar el espacio, construyendo una cripta de iguales características que colindase con la original. Pero nada se sabe de ese proyecto, ni de si va a ponerse en marcha.

"Con la racha que lleva y los años que ya tiene, seguro que está todo atado y bien atado, pero por aquí nadie comenta nada y otra cosa muy distinta es que él no lo tenga claro", comenta a este periódico un trabajador de Zarzuela. "Creo que sí lo sabe, pero no hay necesidad de hacerlo público. Hubo una época, cuando lo pasó tan mal con el tema del nódulo en el pulmón que le extirparon en Barcelona, que se hablaba de que podía ser enterrado en la Catedral de La Almudena, que él lo habría comentado, pero es un tema del que al jefe no le gusta hablar, él se sigue sintiendo joven".

Juan Carlos I y Francisco Franco.

Juan Carlos está viviendo una segunda plenitud desde que pasó a la segunda línea de la Corona. Y, por eso, "se enfada mucho cuando alguien le insiste al preguntarle por su estado de salud. Los cabreos que se pilla cuando ve como los medios de comunicación publican, una y otra vez, su historial de enfermedades, son de órdago. Es un tema que no le gusta nada. Sabe la edad que tiene, pero es sólo física, porque mentalmente está hecho un chaval", apunta el empleado.

Juan Carlos se enfada si se le pregunta por su salud

Parece que Juan Carlos retomará su actividad de despacho, el que tiene en el Palacio Real, este próximo lunes. Desde su ventana, desde la que se puede ver todos los Jardines del Moro, será un mero observador del final de una historia, la de la exhumación del cuerpo de Francisco Franco, de la que, al principio, fue uno de los protagonistas.

"Después de la Coronación, el rey Juan Carlos y la reina Sofía pasaron un momento por El Pardo para saludar a mi madre y lo único que le dijo es que confiara en él como en un hijo y que acudiera a él si se encontraba en alguna necesidad o algo. Es lo único que dijo. Pero, por suerte, no tuvimos necesidad". Así relata Carmen Franco Polo, hija del dictador Francisco Franco, en el libro Franco, mi padre, de Jesús Palacios y Stanley G. Payne, el único y último encuentro que el padre de Felipe VI mantuvo lugar con la familia Franco tras la muerte del dictador. Sucedió el 27 de noviembre de 1975 y, desde entonces, mucho ha llovido.

Con la intención del Gobierno de exhumar los restos del dictador, son muchos los que se preguntan que estará pensando Juan Carlos estos momentos sobre este asunto que lleva en la primera plana de la actualidad todo el mes de julio y agosto. Este en el que ha sido, sin duda, el verano más secreto del rey emérito, ya que se le ha visto poco (o nada) tras renunciar a su participación en la Copa del Rey de Vela de Palma de Mallorca de principios del mes pasado, debido a una misteriosa lesión de muñeca.

El emérito no mandó a Franco al Valle

Sin embargo, él es parte de la polémica. De hecho, hace unos meses, la Fundación Francisco Franco intento alegar, cuando vieron que la exhumación del cuerpo del dictador podría llegar a ser una realidad, que había sido el propio rey Juan Carlos el que había tomado la decisión de enterrar en el Valle de los Caídos al dictador. Según la propia Carmen, no ocurrió así: "El arquitecto del Valle de los Caídos fue el que dijo que cuando mi padre había visto terminado aquello había dicho que quería enterrarse allí. Nosotros no lo sabíamos".

Incluso hay otro dato que corrobora que la decisión estaba tomada de antemano, meses antes de que Juan Carlos fuera rey. Es la carta que el padre de Felipe VI envió al abad mitrado de la Basílica, el 22 de noviembre de 1975, encareciéndole a que entierren a Franco "en el Sepulcro destinado al efecto, en el Presbiterio entre el Altar Mayor y el Coro de la Basílica". Es decir: que la decisión ya la habría tomado el dictador antes de la fecha de la carta y que Juan Carlos sólo transmitió la orden.

Así que parece claro que Juan Carlos poco tuvo que ver con aquella decisión y que, además, poco le importaba. Había mucho trabajo por hacer para hacer el camino que él quería recorrer con España.

Zarzuela: "Nada que comentar"

Pero, ahora, con la noticia en todos los medios de comunicación, se ha intentado recabar, una y otra vez, la opinión de uno de los testigos más directos de aquel momento. Si llamas a los canales oficiales de la Casa de Su Majestad el Rey, la respuesta es clara: "Respetamos las decisiones del Gobierno, no tenemos nada que comentar. No entra dentro de nuestras competencias". Ahí la versión oficial.

Al parecer, este no ha sido un tema del que don Juan Carlos haya estado muy pendiente este verano, a pesar de la actualidad. "Para él es una página cerrada. Hizo lo que tuvo que hacer en su momento, ahora ya es asunto de otra generación. Alguien le preguntó un día por el tema y él comentó que había pasado mucho tiempo y que no era él quién tenía que decir nada sobre ese tema", cuenta uno de los amigos con los que el rey emérito ha estado pasando unos días en Sanxenxo, Pontevedra.

La localidad gallega se ha vuelto a convertir en el mejor refugio para el rey Juan Carlos.  Tras pasar unas semanas desaparecido por una lesión de muñeca que coincidió con la aparición de las ya famosas cintas de Corinna publicadas por EL ESPAÑOL, el padre de Felipe VI ha pasado el resto del verano lo más tranquilo posible. Para ello, Sanxenxo se ha convertido en su lugar predilecto, donde le han visto disfrutar de la gastronomía de la zona con un grupo de amigos en un restaurante poco conocido de la zona y pasar jornadas de mar y navegación. Además, hay quien asegura que ha estado hace unas semanas disfrutando de las islas griegas acompañado de Marta Gayá.