Brais Cedeira Sofía C. Rodríguez

“Íntegro, comprometido con sus ideas y trabajador”. Los compañeros de partido de Javier Ardines González, de 52 años, le definen así, pero era mucho más: un hombre ensimismado con los amaneceres, enamorado del mar, un pescador y un currela de levantarse cada mañana a las cinco para echarse al barco con los suyos, los de toda la vida. Concejal de Izquierda Unida, el  asturiano ha sido hallado este jueves muerto de un golpe en la cabeza a unos 150 metros de su casa, en la localidad de Llames de Ría (Asturias). La Guardia Civil ha confirmado que se trata de una muerte violenta y ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido.

Ardines era el único representante de IU en el Pleno del Ayuntamiento de Llanes, la ciudad en la que trabajaba. Su otra pasión era la política, el servicio al pueblo en el día a día. Participaba en ella desde que tenía 16 años.

Esto le había convertido en una persona “bastante conocida por la zona”, según cuentan fuentes de su entorno a EL ESPAÑOL. Por ello, varias asociaciones y partidos políticos han expresado sus condolencias a la familia y allegados del fallecido a través de sus redes sociales. 

Encuentran muerto a un concejal de IU con un golpe en la cabeza en Llanes

Hasta el momento, algunos indicios y fuentes consultadas por EL ESPAÑOL en el entorno cercano a la familia aluden a los peores pronósticos. Lo que parece un accidente quizás no fuera tal. Estaríamos, por tanto, ante un asesinato o un homicidio. Este extremo, a falta de la autopsia, todavía no ha podido confirmarse.

Según informa El País el entorno familiar apunta al móvil político como principal móvil de la muerte violenta: sufrió "una emboscada" cuando se dirigía la mañana del miércoles a pescar. Los presuntos agresores "le colocaron unas vallas" que habrían cortado el paso del vehículo con el que el fallecido se trasladaba a la zona del puerto para comenzar su jornada laboral. "Ha sido asesinado" aseguraban.

"Tenía un empeño político en la transparencia de los bienes vecinales, de los que se había apropiado algún particular; en defender el litoral del ataque urbanístico, y en sacar a concurso unas plazas de la plantilla municipal que no podían seguir ocupadas por personas sin oposición", han explicado las fuentes consultadas por el diario de Prisa.

Ardines era, dentro del consistorio un hueso duro al mando del área de Medio Rural, Playas y Personal en el ayuntamiento. Cuentan a este periódico fuentes cercanas a la investigación que el illanisco era muy estricto a la hora de cumplir las leyes. “No hacía nunca la vista gorda”.

Una de esas medidas tenía que ver con la protección del entorno de los Bufones de Pría, un paraje salvaje que cada año recibe un gran número de visitas. Para prohibir el acceso de vehículos ajenos al trabajo agrícola en las zonas cercanas, el pasado mes de noviembre Ardines decidió ejecutar un plan de aparcamientos que disuadiese a buena parte de los visitantes. También prohibió la entrada de visitantes entre las 11 de la mañana a ocho de la tarde. La medida no fue aceptada por todos.

Origen belga

Ardines era un hombre comprometido con sus ideas políticas y con el municipio de Llanes.

El origen de Javier Ardines se sitúa a más de 15.000 kilómetros de Asturias, en la ciudad belga de Halle. Allí  habían emigrado sus padres desde España. Fue donde nació, en 1966, y donde vivió hasta cumplir los nueve años. Entonces  su familia emprendió el regreso a la Península. Desde muy joven sintió una fuerte atracción por la política, y quizás por eso no tardó muchos años en tomar partido en ella.

Corría el año 1982 y Javi -como le llamaban sus allegados-  a los 16 años se unió a los movimientos anti OTAN de Asturias. Cuando cumplió 33 años se incorporó a Izquierda Unida como militante, donde llegó a ser coordinador local de Llanes en dos ocasiones. También desempeñó un papel importante como uno de los cuadros en la organización autonómica, en la que participaba como miembro de la Coordinadora. En las últimas elecciones al Pleno del Ayuntamiento de la localidad asturiana, celebradas en 2015, él resultó ser el único concejal de su partido en obtener un escaño.

Mientras desarrollaba su actividad en la política, cursó estudios de técnico agrícola y técnico de invernaderos en la escuela de capataces de Villaviciosa, pero nunca trabajó de ello. Le pudo el amor que sentía por el mar y terminó haciéndose patrón y armador de la embarcación pesquera ‘Bramadoira’, de la que era propietario. Se casó a los 23 años, tuvo dos hijos y ya era abuelo. En Llanes era feliz.

“Unos entendemos que estar en política es un servicio a la ciudadanía y otros, a pesar de que dicen eso, demuestran otra cosa muy distinta”, declaró al periódico local El Comercio. Fue la última entrevista que concedió en vida. Como han confirmado distintas fuentes a EL ESPAÑOL, tenía una visión idealista de la política y estaba dispuesto a cambiar las cosas para cumplir con este “servicio” de la mejor manera posible.

Javier se encontraba en una posición privilegiada a la hora de desarrollar medidas políticas: era el único representante de Izquierda Unida una de las cuatro formaciones que conformaban el cuatripartito de gobierno del Ayuntamiento de Llanes. La coalición, capitaneada por el Alcalde, Enrique Riestra Rozas (VecinosXLlanes) estaba compuesta por nueve miembros: cuatro de Foro, dos de VecinosXLlanes, dos del Partido Popular y uno de Izquierda Unida, el fallecido. En la oposición se encontraban el PSOE con sus siete escaños y un diputado no adscrito a ninguna formación.

El pasado mes de mayor, a un año de las elecciones municipales anunció que no volvería a presentarse en 2019: después de 36 años de su vida dedicados a la política, Javier Ardines se retiraba. “Son muchos años. (...) Con mis errores y mis aciertos, el servicio que hice hasta ahora es más que suficiente”.

Los hechos

Reunión de Ardines con el equipo del consistorio de Llanes.

El cuerpo apareció a las ocho de la mañana de este jueves. El hallazgo lo llevó a cabo un vecino que había salido a pasear con su perro. El cuerpo estaba cerca de la furgoneta, estacionada a 150 metros de su casa. Mostraba un violento golpe en la cabeza.

Esa mañana, como todas, Ardines se levantó muy temprano para faenar en su barco. Salió a por el coche y, ya en el camino, algo ocurrió que acabó con su vida. Según fuentes cercanas a la familia, en el camino alguien había colocado distintas vallas para obstaculizar el paso al vehículo.

La alarma saltó con el paso de la mañana, cuando faltó a su puesto como patrón de barco. Al enterarse del hallazgo realizado por el vecino, los peores presagios se hicieron realidad.

Al encontrar el cuerpo, la primera posibilidad que se barajó fue que se tratase de un infarto. Horas después, llegó hasta la zona la jueza de Llanes. Sin embargo, la hipótesis del suicidio pronto quedó desechada. No se descarta todavía el accidente, aunque el estado en que se encontraba el cadáver y las heridas que presentaba aproximan como algo más plausible la hipótesis de la muerte violenta. Es la principal vía en la investigación.