Pepe Barahona Fernando Ruso

Encarna y Antonio desconocen que el jueves volverán a dormir juntos. La Junta de Andalucía ha confirmado a EL ESPAÑOL que esta pareja de nonagenarios, que fueron separados hace dos meses por falta de plazas en una residencia, volverán a reencontrarse a principios de mes. La celeridad en las gestiones llega pocas horas después de que este periódico denunciara la situación de estos abuelos de Santa Eufemia (Córdoba), que cumplirán —ahora sí— su 65 aniversario juntos.

Pese a lo positivo de la noticia, la incredulidad todavía campa por el domicilio de los Romero Aranda. “De momento no se lo voy a decir a mi padres, porque no quiero que se hagan ilusiones y todo se quede en nada”, explica Basilio, el único hijo del matrimonio de 91 y 93 años. “Vaya a ser que no se junten y tengamos más problemas”, sigue.

Según cuenta Basilio, todavía no han tenido confirmación oficial del reencuentro, aunque la directora de la residencia de Alcaracejos, donde vive Encarna, ha explicado al hijo de los nonagenarios que el próximo jueves 2 de agosto se quedará libre una plaza por un traslado. Y esa plaza ya tiene nombre: el de Antonio Romero Jurado.

Antonio en la habitación de la residencia que ocupa en la localidad de Dos Torres (Córdoba). Foto: Fernando Ruso.

La fecha, la del 2 de agosto, también ha sido confirmada a EL ESPAÑOL por el Partido Popular de Andalucía, que en conversaciones con la Consejería de Igualdad y Política Social ha concretado que ese será el día en el que Encarna y Antonio se reencuentren.

"Alivio, pero esperamos que se cumpla"

Basilio achaca la celeridad con la que se ha resuelto el problema que afecta a sus padres a la publicación de EL ESPAÑOL. “Muchas gracias, porque sin vosotros no habríamos obtenido una respuesta tan rápida y positiva”, explica el hijo, de 60 años, casado y con dos hijos. “Jamás pensamos en la enorme repercusión que esto podría tener”, sigue. 

Encarna andando con dificultad por los pasillos de su residencia de Alcaracejos (Córdoba). Foto: Fernando Ruso

A partir del 2 de agosto, la familia Romero Aranda verá reducidos sus gastos de forma considerable. Si desde el pasado noviembre debía hacer frente a dos plazas privadas, con una cuantía de 2.300 euros; luego a una desde que su madre resultó beneficiaria de una plaza de concertada, pagando 1.100 euros; ahora ambos abuelos tendrán la misma consideración y la factura bajará a los apenas 500 euros

Como ya explicó este periódico, los ahorros de toda la vida de los Romero Aranda tenían fecha de caducidad, finales de año. “Ha sido un gran alivio, pero esperamos que se cumpla”, zanja Basilio.

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