”Las chicas que son como tú no pueden entrar en Ritzi”: la humillación a la primera trans argentina en un local famoso de Mallorca

Cuando Sol Donato intentó entrar a Ritzi, un exclusivo local de la noche de Mallorca, el portero le prohibió el paso. No sólo eso: la agarró de los hombros y la hizo retroceder unos metros de malas maneras. “No me había pasado eso en la vida, fue humillante”, recuerda ahora Sol.

No es la primera vez que a una persona se le niega la entrada a un local por ser trans. Pero Sol decidió que esta vez no iba a dejar pasar las cosas así como así. “Una cosa es el derecho de admisión y otra que te discriminen por ser trans”. Porque Sol Donato está segura de que ese fue el motivo por el que no la dejaron pasar; su género. Porque nació hombre y ahora es mujer.  

Sus sospechas se confirmaron cuando llena de rabia, consiguió que el gerente del local la recibiese. Él le explicó el motivo de la siguiente manera: “Ya sabes que las chicas que son… así como tú, no podéis entrar” fue su explicación. “No me explicó más; me quedó la duda de si cuando se refería a “las chicas que sois como tú” hablaba de trans o de prostitutas. Porque si es lo último se ha equivocado”, recuerda todavía con rabia.

Denuncia por discriminación

“Yo no me dedico a eso y mi imagen está muy alejada de la caricatura prostibularia. Visto muy discreta y ese día iba con un vestido azul muy normal. No se pudo referir a la prostitución”, resume Sol. Entonces no entró por trans. Y Sol Donato decidió “que a mí esta gente  no me iba a meter el dedo en el culo”, y se fue a la policía a denunciar por discriminación. Porque Sol Donato está acostumbrada a pelear desde pequeña por cuestiones de su género.

El portero que le prohibió la entrada desconocía que Sol Donato es prácticamente un símbolo en Argentina. Es la primera persona en la historia de la República Argentina en conseguir la autorización judicial para un cambio de sexo. Una figura pública que obtuvo mucha popularidad tras pasar por un talent show de televisión llamado Transformaciones, en el que entró siendo Juan Donato y salió siendo Sol.

Sol, que ahora tiene 42 años, nació intersexual. Tenía genitales masculinos y femeninos. XXY. Nació en cuerpo de hombre pero sus rasgos siempre han sido muy femeninos. “En la vida me he hecho muchas operaciones, pero esta cara no me la he tocado, es la mía que venía así”, cuenta.

El suicidio de su padre, del Opus Dei

Muy femenina… pero era Juan. Y eso, en el seno de una familia de clase alta argentina, con un padre del Opus, es complicado, “Mi infancia en casa fue feliz, pero yo era el niño. Y a mientras a mis hermanas las mandaban a practicar hockey a Bahía Blanca, a mí me pusieron a jugar a rugby, como los hombres”, recuerda. Su padre se suicidó cuando Sol solamente tenía 11 años. Es una de sus grandes penas, pero también “un alivio que él sólo conociese a Juan”.

Saltó a la fama en 2002 por un portfolio que hizo de desnudos artísticos para dos de los fotógrafos de moda más famosos de Argentina: Gabriel Roca y Andy Cherniavsky. De ahí dio el salto al la tele, a Fashion TV. Juan se convirtió en el primer modelo andrógino de Argentina. Un hombre con unos rasgos definidos delicados y perfectamente definidos.

Eso fue en 2003, y dos años más tarde entró en el programa Transformaciones, donde empezó su proceso para ser mujer. Un programa pionero en un país donde el cambio de sexo no era legal. Juan acabó imponiéndose y se sometió a una serie de intervenciones feminizadoras a cargo de los doctores Blugerman y Schavelzon. “Me convirtieron en la mariposa que salió del gusano”. Faltaba solo el cambio de sexo.

El primero de la historia en la República Argentina

En 2009, un juez de Mar del Plata autorizó el cambio de sexo, siendo Juan Donato la primera persona XXY en la historia de Argentina autorizada a cambiar de sexo y de identidad. En julio de 2011 nacía Sol Donato y hacía historia en el país.  

Ahora lleva 3 años viviendo en Mallorca. Se acabó marchando de su país precisamente para evitar la exposición pública. Va realizando algunos trabajos fotográficos y publicitarios, pero reconoce que “he estado en una relación con una persona de la alta sociedad bastante tiempo y yo vivo de las rentas, no me hace falta trabajar ahora. Y mucho menos prostituirme, que es algo que yo nunca he hecho porque vengo de una familia acomodada donde he vivido muy bien”, puntualiza recordando el incidente. Y ha sido en Mallorca, precisamente donde venía a huir de los focos, donde se ha encontrado con un incidente de la discoteca.

Sol recuerda que “me sentí humillada por ese trato violento delante de la gente y sin motivo”. En un principio intentó conservar la calma y “estuve un buen rato diciéndome  “no te calentés, no te calentés”, pero al final pensé que “no te calentés… las pelotas”, y me fui a que el gerente me escuchase. He peleado mucho en la vida para que venga un patorita (portero) a tratarme así por mi género. Soy mujer. Ya hasta he votado como Sol”.

El error para acabar la noche

Las explicaciones peregrinas del gerente del local, según dice, le acabaron de convencer de que debía denunciar.  “Eso de “las chicas que son como tú” fue lo más que me dijo. Y eso me lleva a pensar que me discriminó por mi género”. Por eso fue a la comisaría a denunciarlo, donde la noche le reservaba  una última sorpresa absurda: “Una vez que me tomaron declaración y la imprimieron, hubo que repetir otra vez el documento porque se habían equivocado y en mis datos personales, en “sexo” me habían puesto varón. Parecía de chiste”.

Ahora a esperar. No sabe qué recorrido tendrá la demanda, no busca exposición mediática ni juzga a la sociedad española. “Yo no generalizaré; hablo de un caso, de lo que me ha pasado a mí. Es discriminación y por esas cosas hay que pelear. Por visibilizarlo. Porque estas cosas pasan a diario a trans anónimas y se callan. Pero si yo puedo utilizar mi imagen pública para que se sepa y no vuelva a suceder”.