Patricia Aguilar se encuentra a salvo junto a su bebé, una niña de apenas un mes de vida, en un albergue de acogida que depende del Ministerio Público de Perú . Allí está siendo sometida a exámenes médicos y psicológicos, mientras su padre, Alberto Aguilar, busca desde la capital andina la forma de que juntos regresen a España.

La joven, de 19 años, fue hallada este miércoles en un chamizo de la recóndita selva peruana, en una zona considerada por el Gobierno del país como “peligrosa”. Allí, fue descubierta por las autoridades policiales y gracias al trabajo de investigación realizado por la Fiscalía de Tratas de Perú y su propia familia. Junto a ella se encontraban otros cuatro menores, además de su hija, cuya paternidad se presume al líder de la secta, Félix Steven Manrique, que se hace llamar el “Príncipe Gurdjieff”.

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Según María Teresa Rojas, abogada de SOS Desaparecidos, tanto el bebé como la joven tendrían varias lesiones. La menor estaba envuelta en un pequeño trapo y llena de picaduras de insectos, mientras que la joven y el resto de niños estaban sucios y desnutridos ya que "al parecer solo se les llevaba comida una vez a la semana".

El resto de mujeres localizadas en otra chabola próxima, situada a pocos kilómetros de la joven ilicitana, mostraban signos de violencia y se encontraban muy delgadas. Según Rojas, Manrique, está acusado de un presunto delito de trata de seres humanos, aunque, "conforme avance la investigación se irán sumando cargos", por supuesto "abandono y explotación de menores". Según la abogada, " estamos estudiando la mejor fórmula" para traer de regreso a ella y a su bebé España.

Patricia Aguilar se marchó de su casa de Elche el 7 de enero de 2017, tras cumplir la mayoría de edad, cuando Félix Steven Manrique supuestamente la reclutó a través de internet para que huyera a Perú y se uniera a él, aprovechando que la joven había sufrido la pérdida de su tío, José Manuel, de 29 años de edad al que consideraba como su hermano.