La exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, murió en noviembre de 2017 con la casilla de la corrupción sin apenas mácula. Unos lo atribuyeron a la suerte. Otros, a la dejadez de los jueces en la Comunidad Valenciana. Algunos, a la decencia de la dirigente política. Cirrosis, dijo la autopsia, fue la causa de su fallecimiento.

Durante su dilatada carrera al frente del Consistorio de la capital del Túria, donde ocupó el cargo de regidora durante 24 años, logró esquivar hasta cuatro acusaciones de corrupción. Nóos, Gürtel, Emarsa o el caso Ritaleaks la rozaron, pero ninguno logró llevársela por delante. Sin embargo, sus últimos días, una vez distanciada de la vida política, los vivió con tensión, cabizbaja, intranquila. Y alguien tenía la culpa: la ahora difunta María José Alcón, quien, según todo apunta, se suicidió hace 48 horas.

Se trata de la décima muerte en extrañas circunstancias que se produce desde 2009 de un cargo del PP salpicado por la corrupción. Su nombre se suma a los de Juan Pérez Mora, Isidro Cuberos, Antonio Pedreira, Francisco Yáñez, María del Mar Rodríguez Alonso, Francisco Sánchez Arranz, Leopoldo Gómez y José Martínez Núñez, todos ellos involucrados en la trama Gürtel.

La preocupación de Rita Barberá se debía a su imputación en el 'caso Taula'. En septiembre de 2016, su partido la empujó a dimitir por estar relacionada con ingresos de más de 200.0000 euros detectados en cuentas del PP de Valencia a través de donaciones de mil euros efectuadas por concejales y por la propia exalcaldesa -como ella misma reconoció en sede judicial-.

Era, presuntamente, una forma de blanquear el dinero negro que le llovía al partido. El método era sencillo: hacían un ingreso de 1.000 euros a nombre del PP y luego el partido les devolvía esa misma cantidad en dos billetes de 500 euros de procedencia ilícita. Esa forma de blanquear se llamó ‘pitufeo’.

El ‘caso Taula’ se pudo poner en pie gracias a una conversación de María José Alcón con su hijo. Alcón era exconcejal del Ayuntamiento de Valencia en distintos gobiernos de Rita y fue contratada como asesora de confianza por la propia Barberá cuando el PP no la incluyó en las listas municipales.

Como Barberá, María José Alcón ahora también está muerta. Falleció el pasado sábado en Callosa d’En Sarriá (Alicante). Todo apunta a que se lanzó al vacío desde un tercer piso de la casa que su marido, Alfonso Grau, tiene en su localidad de origen.

María José Alcón estaba sola. Grau, antiguo número dos de los gobiernos de Barberá, salió por la mañana a dar un paseo con un amigo. Al volver, se encontró el cuerpo de su pareja tendido en la calle.

El matrimonio formado por María José Alcón y Alfonso Grau, en una imagen de archivo. EFE

“Corrupción total”

"Me han hecho una trampa en el partido, me han dado 1.000 euros en dos billetes de 500 y yo les tenía que hacer una transferencia legal de mi cuenta. Para blanquear dinero. Corrupción política total, vamos", le dice Alcón a su hijo en una conversación telefónica intervenida por la Guardia Civil en 2015.

"Alfonso [Grau] la ha tenido muy gorda con Rita, le ha dicho que tenga cuidado", añadía en referencia a la disputa que su marido, Alfonso Grau, mantenía ya por ese entonces con la exalcaldesa por utilizarle como cabeza de turco en el ‘caso Nóos’. De ser uña y carne, Grau y Barberá habían pasado a ser enemigos políticos bajo las siglas de un mismo partido.

Lejos de la política

El suceso tuvo lugar en la segunda residencia de la pareja Grau-Alcón, una vivienda de tres plantas situada en la localidad de Callosa d'en Sarrià. El matrimonio estaba pasando el fin de semana en esta población alicantina. La Guardia Civil abrió la correspondiente investigación y no encontró indicios criminales tras realizar una minuciosa inspección en la vivienda.

Alcón, natural de Mislata, una localidad de la periferia de Valencia, se precipitó desde la tercera planta de la casa. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicinal Legal de Alicante para realizarle la autopsia.

La exconcejal estaba siendo investigada en el 'caso Taula', al igual que Grau, con quien se casó en 2015. Llevaba años padeciendo problemas de salud mental y había pasado por diversos ingresos hospitalarios. En junio de 2009 tuvo que ser hospitalizada en La Fe de Valencia tras las graves lesiones que sufrió por otra caída en su casa de Mislata desde una altura de dos plantas. Era la primera vez que trataba de quitarse la vida.

La exedil sufrió entonces un traumatismo craneal y graves contusiones en el tórax y costillas. Poco antes, el pleno había aprobado su baja por motivos de salud, así como el reparto de sus delegaciones de manera transitoria entre compañeros del gobierno municipal.

Alcón fue concejal del Ayuntamiento de Valencia por el PP durante 14 años (1995-2009). Tres años después se reincorporó al mismo grupo para asumir funciones de asesoramiento. Barberá la acogió como persona de su total confianza.

Este sábado, tras conocerse su muerte, el Ayuntamiento de Valencia expresó su pésame al hijo, esposo y a otros familiares de María José Alcón. Licenciada en Derecho y con un máster en Derecho Urbanístico, obtuvo la nulidad de su primer matrimonio para casarse con Grau, que era viudo por el fallecimiento de su primera esposa en 2010.

La pareja mantenía una relación sentimental desde la primavera del año 2013. Los dos entraron en el Ayuntamiento de Valencia en 1995 como concejales, él como delegado de Ferias y Fiestas, y ella como edil de Parques y Jardines.

María José Alcón durante una rueda de prensa cuando aún formaba parte del equipo de gobierno de Rita Barberá. EFE

Alcón fue una de las personas detenidas en enero de 2016 por la Guardia Civil en el arranque del 'caso Taula', una pieza derivada de la 'trama Imelsa' que investiga el Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia.

La exconcejal se encontraba ingresada en un hospital por su delicado estado mental cuando la Guardia Civil, que disponía de autorización del juez, grabó una llamada a su hijo durante el tiempo que Alcón podía usar su teléfono móvil.

En la conversación que mantuvo con su hijo y que consta en el sumario del caso, la exconcejal reconoce el blanqueo en el PP de Valebcia tras aludir al supuesto 'pitufeo' del partido. Gracias a dicho método se habrían blanqueado, presuntamente, hasta 50.000 euros en las elecciones municipales y autonómicas del año 2015.

La conversación se grabó el 15 de abril de 2015 y se inició después de que su descendiente le advirtiera de que una persona del banco le había llamado “muy preocupado”.

Primero lo reconoció y luego se retractó

La exedil reconoció ese supuesto blanqueo la primera vez que declaró ante el juez tras su detención. Sin embargo, en noviembre del pasado año negó haber conocido el supuesto blanqueo en el PP de Valencia y afirmó que esa conversación se grabó cuando estaba medicada y paranoide. Alcón realizó estas declaraciones ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

En los equipos de Gobierno de Rita Barberá, María José Alcón siempre adoptó un perfil callado, secundario, en la sombra. Sin embargo, gozó de la confianza de la por entonces intocable alcaldesa.

Dejó de ser concejal de Cultura en 2009. No entró en las listas municipales de 2011, pero al año siguiente fue repescada como asesora de Barberá, una vez inició una relación sentimental con el exvicealcalde Alfonso Grau. Los dos contrajeron matrimonio en segundas nupcias. Grau era viudo y Alcón fue esposa de Vicente Burgos, también detenido en la operación Taula.

Este sábado, lejos ya del foco mediático, murió. Tenía 57 años. Estaba imputada por prevaricación administrativa, malversación de caudales, tráfico de influencias, cohecho y blanqueo de capitales. En su lápida bien podría leerse: “Gracias a mis palabras se imputó por primera y única vez a Rita Barberá”.

La exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Efe

Los otros muertos salpicados por la corrupción

Cronológicamente, la primera muerte fue la de la de Juan Pérez Mora, un falso juez que engañó al cerebro de la Gürtel Francisco Correa. Se hizo pasar por Magistrado, aunque ni siquiera había cursado los estudios de Derecho. Le hizo creer a Correa que, como exjuez de la Audiencia Nacional, tenía controlados todos los movimientos de la Fiscalía y recibía información privilegiada del mismo Baltasar Garzón. Incluso llegó a negar que los teléfonos de los integrantes de la trama Gürtel estuviesen pinchados, poco antes de que la UDEF practicase las primeras detenciones. Pérez Mora era en realidad comercial de productos dietéticos y se suicidó en verano de 2009, poco después de que estallase el caso.

El amigo de la familia Bárcenas

El segundo fallecimiento relacionado con la trama Gürtel fue Francisco Yáñez, antiguo trabajador del PP y padre del principal testaferro de Luis Bárcenas en Suiza. El juez Ruz lo había citado para declarar el 29 de enero por haber usado una cuenta en Suiza para, presuntamente ocultar dinero de la mujer de Bárcenas. Ni siquiera se le pudo llegar a entregar la citación. Yáñez murió el 21 de enero sin que trascendiesen las causas de su deceso.

El suicidio de la mujer del senador

Entre el segundo y el tercer fallecimiento transcurrió exactamente un año y un día. La siguiente fue María del Mar Rodríguez, que se suicidó el 20 de enero de 2015. Fue encontrada inconsciente en un hotel de Bilbao y falleció horas más tarde. Rodríguez era la esposa Tomás Burgos Beteta, senador del PP y coordinador de comisiones. Estaba imputada por malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental, delitos por los que la Fiscalía le pedía 2 años y 9 meses de prisión.

María del Mar Rodríguez, de 58 años, era administradora de la empresa MR&asociados, dedicada a la organización de eventos. El juez Ruz la imputó por, presuntamente, haber utilizado esta sociedad como empresa pantalla. Antonio Correa fue preguntado por el juez acerca de un congreso de jardinería que habría organizado la fallecida en Pozuelo de Alarcón. Correa, sin embargo, la exculpó en su declaración. María del Mar Rodríguez se quitó la vida poco antes de denunciar que ella estaba siendo “víctima de un estado policíaco”.

Padre y dos hijos, imputados

El tercer fallecido que guarda relación con la Gürtel es José Martínez Núñez, empresario gallego de la construcción que murió por causas naturales en su residencia canaria el 10 de agosto de 2015. Presidente del Grupo Martínez Núñez, su empresa insignia Tecnosa fue investigada en el sumario de la Gürtel por la adjudicación de una carretera, aunque el TSJ sobreseyó la causa. Sus hijos José y Maribel fueron detenidos en el marco de la operación Gürtel por presunto blanqueo de capitales.

José Martínez Núñez también fue investigado por, presuntamente, haber organizado una conspiración para asesinar a José Cuíña, un político con el que estaba enemistado a causa de una adjudicación de obra. El presunto sicario era un venezolano llamado Rafael Wolfgang y apareció ahorcado en León en julio del año 2000, justo después de haber escrito una carta reconociendo haber recibido el supuesto encargo de matar a Cuiña. El magistrado lo absolvió al considerar que la acusación era incongruente, según informó el diario Infobierzo.

El juez que más imputó

Sólo 3 días después se certificó la muerte de Antonio Pedreira, el juez que instruyó la Gürtel durante casi 3 años. Pedreira sufrió un accidente cerebrovascular que le mantuvo 36 meses en una residencia madrileña y falleció el 13 de agosto con 66 años de edad. El magistrado, aquejado de Parkinson, ‘heredó’ el caso de Baltasar Garzón, y fue el juez que más tiempo se mantuvo al frente de la instrucción. Fue la fase en la que más creció la trama y más personas se imputaron. Pedreira se había quejado de la falta de medios materiales y humanos para hacer frente a un caso tan grande y complejo, y fue víctima, según su entorno, de numerosas presiones políticas. No obstante, Pedreira también será recordado por haber sido el juez que retiró la imputación a Luis Bárcenas en 2011.

El periodista encontrado en un barranco

La siguiente defunción se registró en otoño. El 29 de octubre de 2016 era localizado, en un barranco de la provincia de Málaga, el cuerpo del periodista sevillano Isidoro Cuberos. Permanecía en paradero desconocido desde el domingo 25, cuando salió de casa con su moto. El cadáver fue hallado al lado del vehículo en un paraje escarpado entre Mijas y Benalmádena. El complicado acceso hizo que el cuerpo tuviese que ser rescatado por la Unidad de Montaña de la Guardia Civil. La única versión del suceso fue un accidente de tráfico.

En el momento del siniestro, Cuberos era miembro del PP en el Consejo Audiovisual de Andalucía, pero entre los años 1993 y 1996 había sido jefe del PP andaluz y uno de los más conocidos asesores de Javier Arenas, vicesecretario nacional del PP. Su vinculación con la Gürtel tiene origen en la adjudicación del expositor de Jerez en la feria Fitur 2004 a una empresa del entramado. Además, Francisco Correa le involucró directamente en la trama citándolo en su declaración ante la Fiscalía.

‘Paco Iberia' y los vuelos en Business

Francisco Sánchez Arranz es el siguiente nombre en la lista de fallecimientos. Fue consejero de Iberia, cargo que le valió el sobrenombre de “Paco Iberia”, y concejal en Boadilla del Monte junto a Arturo Panero ‘El Albondiguilla’. No le llegó la citación para declarar el 2 de noviembre de 2015 por el caso Gürtel porque llevaba muerto varios meses. El juez quería que respondiera por la adjudicación de una parcela pública a la constructora UFC SA. Según el auto, el exdirector del gabinete de Presidencia de Iberia "en connivencia con, entre otros Francisco Correa y Arturo González Panero, habría elaborado los pliegos de condiciones del referido expediente favoreciendo en su adjudicación a favor de UFC SA por un precio menor al realmente procedente". El exconcejal popular ya prestó declaración en 2010 en esta misma causa, pero esta vez como testigo. En aquella ocasión, Sánchez Arranz reconoció que él era la persona encargada de que los hijos de José María Aznar y otras personas que contrataban los viajes con Francisco Correa pagaran los billetes en turista pero volaran en primera clase.

‘El ingeniero' que estuvo con Sepúlveda

El primer fallecimiento relacionado con la Gürtel en 2016 ha sido el de Leopoldo Gómez. El arquitecto, conocido como ‘El Ingeniero’ de Pozuelo, murió en febrero de este año. Estaba imputado por el juez Ruz por dos presuntos delitos de prevaricación y cohecho en el marco de la ‘Operación Asfalto" del Ayuntamiento de Pozuelo, que tuvo lugar durante el gobierno de Jesús Sepúlveda.

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