La línea de atención a la violencia de género 016 ya no será exclusivamente para violencia de género. Desde el mes de marzo, el teléfono proporcionará un servicio para hombres que pretende informarles sobre igualdad y asuntos como sus derechos en separaciones y divorcios o custodia de los hijos, según el pliego de condiciones de licitación del servicio.

Hasta la fecha, este tipo de consultas se resolvían derivando las llamadas recibidas en el 016 al teléfono de información general sobre Igualdad de Género del Instituto de la Mujer, una línea que tiene el servicio "suspendido temporalmente", según fuentes de la institución, "por problemas burocráticos".

Ahora, el pliego de condiciones de contratación del 016, cuyo anuncio de licitación se publicó en el Boletín Oficial del Estado el pasado 5 de enero, establece que esta línea prestará, además de los servicios de información general y asesoría legal que se vienen ofreciendo desde julio de 2007, otro de "información y orientación" sobre igualdad de género y prevención de la violencia "a hombres que accedan al servicio".

Detalla que habrá de "facilitar a hombres interesados por la igualdad de trato entre hombres y mujeres y la prevención de la violencia enlaces y recursos que potencien y canalicen sus intereses" así como "informar a hombres sobre sus derechos en materia de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, relaciones paterno filiales, separación y divorcio, custodia de hijos e hijas etcétera".

En la misma línea, prevé que informe y oriente "en las cuestiones surgidas en contextos de violencia y con ocasión de situaciones de ruptura de pareja para promover la igualdad de género y la resolución pacífica de conflictos" y proporcione "información especializada a profesionales y a familiares y personas del entorno cercano a los hombres sobre los temas de igualdad de género y prevención de la violencia".

"En general, informar sobre aquellas cuestiones que puedan interesar a los hombres en relación a las políticas de igualdad de género", es la última de las funciones de este nuevo servicio que se prestará a partir de marzo de 2018, cuando deberá estar en ejecución el nuevo contrato de la línea 016.

PSOE, Cs y Podemos, en contra

"El asesoramiento de los hombres debe realizarse en programas dentro del marco de la prevención, pero no a través del servicio de emergencia telefónico destinado a las víctimas de violencia de género, que es para lo que está estipulado el 016", ha asegurado a 20minutos la portavoz de Igualdad del PSOE en el Congreso de los Diputados, Ángeles Álvarez.

Ciudadanos también rechaza la posibilidad de que se utilice ese número para asesorar a hombres. "Entendemos que el 016 es un teléfono de asistencia y ayuda urgente a mujeres víctimas de violencia machista. Incluir en el mismo número información sobre igualdad y acciones preventivas dirigidas a hombres nos parece que no sólo puede desvirtuar la función original del 016, sino presentar problemas de funcionamiento al desviar recursos de la asistencia a emergencias y situaciones de riesgo a actividades informativas que no revisten la misma urgencia y que deben realizarse por otro tipo de profesionales", explican fuentes del partido.

La diputada por Asturias y secretaria de Feminismos Interseccional y LGTB de Podemos, Sofía Castañón, ha mostrado su disconformidad con la medida a través de varios mensajes en la red social Twitter. "Ahora, el teléfono de atención a las víctimas, el 016, ya precarizado, ya bastante mermado en su capacidad de acción, pasa a ser una especie de saco de 'male tears'. Porque claro, lo que necesitan los hombres es que les asesoren de igualdad justo en el teléfono que atiende a sus víctimas", ironizaba.

La línea que funcionaba hasta ahora, suspendida

Hasta ahora, la resolución de este tipo de dudas era competencia del Instituto de la Mujer, que mantiene la línea 900 191 010 a la que los operadores del 016 debían derivar "las llamadas de información general sobre temas de igualdad". Con el nuevo contrato, se seguirán derivando las llamadas de estos temas generales, salvo que sean realizadas por hombres.

El documento dice en particular que "las consultas efectuadas por hombres relacionadas con la igualdad de género y la prevención de la violencia de género se transfieren al servicio de información y orientación" que se crea ahora en el 016, mientras que "cuando se trata de llamadas de información general sobre temas de igualdad, se deriva al teléfono de información del Instituto de la Mujer".

Sin embargo, este teléfono no está operativo desde hace "varias semanas". La respuesta que recibe el usuario es una grabación que informa de la "suspensión temporal del servicio" y remite a un buzón en la web del Instituto de la Mujer donde poder enviar cualquier consulta.

Fuentes consultadas por Europa Press en este organismo aseguran que no hay intención de cerrar la línea y que su suspensión se debe a "problemas burocráticos" por los plazos en de adjudicación de este servicio e inciden en que, en cualquier caso, los usuarios pueden seguir remitiendo sus consultas vía web, desde donde se derivan al área especializada correspondiente.

Un teléfono para hombres

No es la primera vez que la Administración ofrece atención específica para hombres en el marco de la igualdad y la violencia de género. Dos años después de la puesta en marcha del 016, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído (la primera de la historia y la única con esa cartera en exclusiva) puso en marcha un teléfono de "información y orientación" para varones en materia de igualdad.

La línea, cuya numeración hoy gestiona una firma de moda, estuvo activa sólo un año (de diciembre de 2009 a diciembre de 2010) y según informó entonces el Gobierno, tuvo un coste cercano a los 625.000 euros aunque su presupuesto global inicial ascendía 1,2 millones.

Estuvo coordinada por ocho profesionales con formación jurídica, psicológica y de trabajo social que atienderon unas 6.500 llamadas, tal y como informó a su cierre Igualdad, que para entonces era ya una secretaría de Estado.

Su puesta en marcha generó una amplia polémica, pues los críticos argumentaban que se estaban destinando fondos públicos a escuchar a los maltratadores en lugar de incrementar las partidas para las víctimas. Su objetivo era ofrecer información y orientación sobre igualdad y prevención de la violencia y hacer, en palabras del entonces delegado del Gobierno contra la Violencia de género, Miguel Lorente, que los hombres fuesen parte de la solución.