Santiago Cámara fue acusado el pasado verano de matar a su esposa, la guipuzcoana Sofía Tato en lo que era un nuevo crimen perpetrado por la lacra de la violencia machista. Sin embargo, el hombre está ya en libertad 93 días después de su ingreso en prisión, que se produjo el 30 de agosto. Cámara salió de la cárcel el pasado 1 de diciembre.

Según la investigación, Sofía murió de una puñalada en el pecho. El hombre apareció con 16 heridas entre cortes y cuchilladas en distintas partes del cuerpo. Ella presentaba una sola, la que le mató. En un primer momento se creyó que esas heridas se debían a autolesiones que se había producido Cámara a sí mismo. Sin embargo, en los últimos meses, conforme avanzaba la investigación el caso ha dado un giro de 180 grados.

La Guardia Civil acaba de demostrar, este mismo mes, que las heridas del hombre fueron anteriores a la puñalada que presentaba el cuerpo de la mujer. Los agentes descubrieron también que su mujer tenía un guante de látex en la mano derecha, con la que empuñó el cuchillo.

Por otra parte, el informe de los forenses detalló que Santiago es una persona calmada, no propenso a la ira. Durante meses, su abogado, Emilio Cortés Bechiarelli, insistió en ese tiempo en que su cliente decía la verdad cuando señalaba que todo había sido en defensa propia.

Sofía le vació la cuenta del banco

Otro de los detalles revelados acerca de esa mañana en la que Sofía Tato murió es que esa mañana el matrimonio tenía cita en el banco. Días antes del crimen, según reveló el diario Hoy, Santiago se enteró de que su mujer le había vaciado la cuenta en la que guardaba alrededor de 100.000 euros.

El marido se había enterado unos días antes del crimen de la desaparición del dinero, pero ella le habría dicho que estaba en una caja de seguridad de un banco en Madrid.  Se trasladaron a la entidad, en donde les indicaron que no tenían cajas de seguridad y que Sofía no era cliente de ellos.

Santiago Cámara pidió entonces explicaciones a su banco del dinero desaparecido y el mismo día del crimen, a las nueve y media de la mañana, tenían cita en la entidad. Al parecer, ella un día retiraba 3.000, al siguiente 4.000, pasaban varios días sin ir, para volver a sacar 3.000 euros. Hay incluso una transferencia de unos 3.000 euros a una cuenta de un país africano, a Ghana.

El hombre, ahora en libertad, tiene que ir al juzgado los días 1 y 15 de cada mes. Mientras, se sigue intentando esclarecer qué ocurrió el Jueves 24 de agosto a primera hora de la mañana. Los vecinos del número 10 de la calle Escobar, en Arroyo de la Luz.