Víctor Cucurull Miralles se enardece él solo. Lleva unos minutos explayándose, con los ojos iluminados como los de un crío, obcecado en desmentir esa “falsa historia” que siempre se ha estado contando durante muchos siglos sobre Cataluña. Ha tenido que venir él vestido de profeta posmoderno para descubrirla porque antes nadie se había enterado: el estado español no sólo roba el dinero, dice, también la historia. “Somos la primera nación del mundo. No hay otra nación en el mundo que haya llegado a un grado de civilidad como el que tiene la nación catalana. Y nos la han robado. Han ejercido violencia extrema contra nuestra nación para apropiarse de nuestra historia”.

En ese momento, Cucurull hace una pausa dramática. El momento lo merece, así que también levanta la mano izquierda un poco crispada, mientras su acompañante observa de reojo su pelo blanco y su perilla blanca. Tras él, en el escenario de un salón de actos en la localidad de Valls, una estelada luce como único decorado. Cucurull exclama: “¡First nation in the world!”.

Luego prosigue su disertación, durante la cual salta de la Edad Media al siglo XX en menos de dos minutos. Él va soltando sus revelaciones al público, emocionado y sorprendido de que nadie más -¡cómo puede ser!- supiera que Cataluña ha sido durante siglos la nación más grande de la historia. Veamos algunos ejemplos de lo suyo: "Roma no comenzó a ser la capital que fue, hasta que no entraron los catalanes". "El descubrimiento de América no se llevó a cabo por españoles, sino por catalanes". "Carlos V. ¿No os suena curioso que el Emperador Carlos se retiró en San Yuste? ¡Monasterio de Yuste! Todo esto es mentira, que me expliquen a mí que este emperador se fue a retirar a donde Dios perdió la espardeña”. Cucurull cambia ahora el tono, se pone didáctico y revela el dato que nadie conocía hasta el momento: “Carlos V se retira aquí, en su monasterio de San Jerónimo de la Murtra”.

Dice que es historiador, y así se refleja en su currículum. Hace años que dice ejercer ese trabajo. Por alguna razón, no le hace falta realizar grandes investigaciones. Tan solo necesita de su propia palabra. Cucurull es, desde hace años, una de las caras visibles del Institut de Nova Història, el aparato que la Generalitat emplea para la difusión de la historia verdadera de la región. Una historia alternativa y novedosa, hasta ahora presuntamente oculta por los historiadores de prestigio. Una historia que promulga ideas novedosas: dicen que el origen de la nación catalana se remonta al siglo VII antes de Cristo.

Carlos V, Emperador de la monarquía de los Austrias en el siglo XVI.

Hay más: para ellos Colón era miembro de una noble familia barcelonesa apellidada Colom. Aseguran que la expedición del descubridor genovés no partió de Palos de la Frontera (Huelva), sino de Girona. Y también que Leonardo Da Vinci es un hijo perdido de una noble casa real catalana. Santa Teresa de Ávila, por supuesto, también nació allí.

No cuentan con el respaldo de ningún historiador de prestigio, ni en Cataluña ni fuera de ella. Ninguno de los miembros de su equipo ha publicado una tesis doctoral. Quienes figuran como investigadores de la fundación son, entre otros, un ingeniero industrial, un filólogo, un graduado en historia y un periodista local. Así es el Institut de Nova Història, el brazo cultural que falsea la historia de Cataluña promocionado por la Generalitat.

“El poder ha configurado la historia según sus intereses”

Así se explican ellos: “El Institut de Nova Història es una fundación de estudios y de búsqueda sobre la tergiversación de la historia de Cataluña y los antiguos reinos de la corona catalano-aragonesa. Nuestro método de trabajo consiste en realizar propuestas y desarrollos de una actitud de mente abierta”.

En sí, lo que viene a hacer este instituto es organizar todo tipo de conferencias y tertulias de autores desconocidos con ideas “novedosas”. “Organizamos presentaciones de autores y libros y publicamos estudios, entre otras actividades. El instituto de Nueva Historia tiene suficientes elementos para entrar en las entrañas de la historia oficial, aquella que va a ser escrita por los vencedores. Una historia que ellos, desde el poder que han gestionado y gestionan, han ido configurando según sus intereses y necesidades”.

Una de las conferencias del Institut de Nova Història. Con la estelada de decorado.

El instituto nació en el año 2007. Su objetivo, desde el principio, era demostrar un rumor: la catalanidad de personajes como Cristóbal Colón o Miguel de Cervantes. Desde entonces, no han parado de crecer. Llenan auditorios y salas de conferencias de todo tipo que cada uno puede contratar a su gusto. Así, la charla titulada “Cristofol Colom: la otra historia”, puede impartirse en el municipio que lo desee si la contrata con antelación. En ella se repasarán todos los indicios“que ponen de manifiesto la catalanidad del descubridor de América”. Todo por un módico precio de 400 euros más gastos de desplazamiento.

Esas son las de Jordi Bilbeny, las más caras. El precio oscila luego entre los 150 y los 300 euros dependiendo del “caché” del ponente. Por algo más de 150, se puede contratar a un tal Albert Fortuny para que explique que, en realidad, el descubrimiento de América no partió del puerto de Palos de la Frontera, si no del puerto de Pals, en la comarca del Bajo Empurdán. Una ganga.

Jordi Bilbeny y Cristóbal Colón, el catalán

La medida del personaje la da un poco esta pregunta que le hacen el siete de julio de 2003.

-¿Y Cervantes era catalán?

-No me extrañaría. ¿Qué castellano escribiría la historia de un castellano loco que recupera la razón en Cataluña?

-Un castellano con ironía -responde el entrevistador-.

-O un catalán, directamente. No sabemos dónde nació, dónde murió, dónde está enterrado, no tenemos sus originales. Todo lo que se sabe de él le vincula a Cataluña.

Jordi Bilbeny es un conocido dirigente de la CUP en Arenys de Munt.

12 años después, en 2015, un grupo de antropólogos confirmó haber hallado los restos de Cervantes en la Iglesia de las Trinitarias de Madrid. Bilbeny continúa defendiendo que el escritor es catalán. Él insiste en que no, que no se llamaba Miguel de Cervantes. Es, en realidad, otro señor distinto el que escribió todo eso. Se llama Joan Miquel Sirvent. Y el libro no era El Quijote, sino "el Quixot".

Bilbeny vende sus libros con investigaciones que no alaba ningún historiador de prestigio a un precio que ronda entre 15 y los 20 euros. Bilbeny es licenciado en Filología Catalana por la Universidad Autónoma de Barcelona. Bilbeny comenzó su doctorado pero no pudo terminarlo porque los académicos le retiraron su apoyo. Bilbeny perteneció a la junta del Centro de Estudios Colombinos de Òmnium Cultural. Bilbeny hace de todo, y todo lo hace bien.

Nadie entre los expertos historiadores españoles toma en serio esta afirmación. El Grupo de Investigación del Siglo de Oro (GRISO), un colectivo multidisciplinar de filólogos, humanistas e historiadores especializados en esa época -algunos de ellos catedráticos- aseguran que se trata de algo “intolerable”. “Se lo saca de la manga. Están en su derecho a criticar ciertas cosas, pero con argumentos”, explican estas fuentes a EL ESPAÑOL.

Bilbeny, además de en la historia, está metido en política. Lleva muchos años vinculado a la CUP en Arenys de Munt, su tierra natal. Esa relación con la política es algo que parece estar bastante presente en el mundo de la cultura en Cataluña.

Este hombre es, además, es el principal defensor de la teoría de que Cristóbal Colón nació en realidad en Cataluña. Sin embargo, esa defensa acérrima de la catalanidad del genovés, que nunca ha conseguido demostrar, provocó discusiones surrealistas con los miembros de su propio partido. El simbólico monumento dedicado al descubridor de América en Barcelona, que está situado en la Plaza del Portal de la Paz, fue objeto de polémica hace un año cuando los concejales de la CUP pidieron retirarla y sustituirla por “una obra alegórica de la resistencia de los pueblos indígenas y de los esclavos”. Entonces Bilbeny salió a defender a Colón, que cómo iban a eliminar la estatua si Colón es catalán. Ya no se volvieron a aclarar en si el navegante era o no un esclavista. Un auténtico follón.

Cucurull: del mitin de la ANC a la charla de pseudohistoria

Cucurull compagina su actividad como pseudohistoriador con los mítines de ANC.

Víctor Cucurull, natural de Rubí (Barcelona), el hombre con el que abríamos el reportaje, es un personaje un tanto excéntrico. Además de dedicarse a estas charlas del Institut de Nova Historia es miembro fundador y secretario de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), asociación que convoca y organiza las manifestaciones independentistas en Cataluña.

Sin duda, el lazo entre este instituto de supuesta divulgación histórica y los políticos separatistas es bien estrecho. Cucurull es uno de los ideólogos de la Vía Catalana 2014, la enorme V que unía Diagonal y la Gran Via de Barcelona en la Diada de ese año. Bajo el lema, “Ara es l´hora”, el independentismo sacó músculo ese año.

Sin embargo, Cucurull no fue siempre un separatista acérrimo como lo es ahora. En el año 1980, se presentó como candidato al parlamento de Cataluña por UCD (Unión de Centro Democrático). En el partido de Adolfo Suárez, Cucurull iba incluido como número 17 por la circunscripción de Barcelona.

Desde entonces, ha ido derivando hacia un sentimiento mucho más próximo al catalanismo, hasta sus postulados independentistas actuales. En cierta forma, es la cara visible del Institut de Nova Història. Algunos de los vídeos de sus disertaciones han alcanzado más de 500.000 visitas en Youtube. Estas, al final, sin argumentación, son un conglomerado de aforismos sobre una supuesta historia supuestamente robada por “el estado español". 

El Instituto de Nueva Historia y su relación con el independentismo

Jordi Bilbeny, del Institut de Nova Història, en el lado izquierdo del atril. Oriol Junqueras, en el lado contrario. La foto es del año 2009, cuando en Arenys de Munt se celebró la primera consulta de la historia por la independencia de Cataluña.

Además de ese componente de divulgación de una historia que ellos creen como cierta, los miembros del instituto han estado presentes en actos políticos a favor del independentismo. Entre ellos, el primero de todos. Quizás el más importante.

Sucedió en el año 2009. Arenys de Munt, una localidad de 8.500 personas al norte de Barcelona, vivió una jornada histórica el 13 de diciembre del año 2009. Ese día se produjo la primera consulta de la historia sobre la independencia de Cataluña. Allí estaban todos los que hoy encabezan el procés soberanista: Carme Forcadell (hoy presidenta del Parlament de Cataluña), Anna Gabriel (la líder de la CUP), Oriol Junqueras (líder de ERC), Joan Tardà… Estaban esos nombres, pero había también otros. Otros vinculados con el Instituto Nueva Historia.

La pregunta en aquel entonces fue muy sencilla: “¿Está de acuerdo con que Cataluña se convierta en un estado de derecho, independiente, democrático y social, integrado en la Unión Europea?”. La cuestión ha cambiado mucho desde ese lejano primer conato de referéndum. Algunos nombres ya no están allí, pero dan la medida de las relaciones entre la cultura y la política en la comunidad catalana.

Del cuadro La Gioconda, de Leonardo da Vinci, los pseudohistoriadores llegan a decir que el fondo es un paisaje de Cataluña.

Tras la consulta, una comisión evaluadora presentó los resultados. En la foto de la rueda de prensa aparece un algo más joven Oriol Junqueras en el extremo izquierdo como uno de los organizadores. En el lado contrario, está también uno de los protagonistas de este reportaje y de esta asociación que promueve toda clase de bulos del pasado de Cataluña: Jordi Bilbeny.

La relación del Instituto de Nueva Historia con los principales políticos del independentismo en Cataluña quedó acreditada hace años. Un último ejemplo del apoyo que Bilbeny ha logrado conseguir. El 30 de marzo de 2012, Jordi Pujol, el ex molt honorable, le envió una carta felicitándole por su libro “Descubrimiento y conquista catalana de América. Una historia reescrita por los castellanos”. En él, Bilbeny esboza la teoría de que la historia ha sido manipulada durante siglos para arrebatársela a los catalanes. En esa carta, el ex president, decía:

Muchas gracias por hacerme llegar el libro que acaban de publicar desde el Instituto de Nueva Historia. Son libros muy convincentes. Poco a poco, se van haciendo hueco.

Les quiero felicitar por el trabajo, por el buen trabajo que hacen. Y les animo a continuar en esta misma línea”.

La expedición de la nao Santa María y de las dos carabelas, La Pinta y La Niña, salieron del puerto de Palos de La Frontera

No era el único en el que comenzaban a calar estas tesis. Josep Lluis Carod Rovira también manifestó hace años su fascinación por ese mismo libro en una presentación del mismo.

“Lo que explica este libro es tan heavy metal que parece imposible. Y al leerlo, acabas cuestionando la verdad oficial del descubrimiento de América. Los que no conocíamos la tesis que difunde Bilbeny, y con la que poco a poco nos ha ido haciendo cómplices, sorprende la magnitud de la operación. Es muy bestia lo que se explica en el libro, porque se borra todo rastro, por minúsculo que sea, de la catalanidad del Descubrimiento"..

Ellos son los dos cabezas visibles, pero hay algunos otros responsables de estas conferencias sobre esa “verdadera historia catalana”. Francesc Garrido es, en realidad, ingeniero industrial, especialista en cálculo de estructuras de metal. Josep Mayolas es periodista local en la zona del Maresme. Albert Fortuny pertenece también a este pequeño gabinete. Dice que en el cuadro de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci el paisaje del fondo nos muestra el río Llobregat.

Ellos siguen a lo suyo. Predicando una historia y atrayendo a muchos a sus tesis. Como en el Quijote de Cervantes, la realidad es que los molinos no son gigantes malvados. Son tan solo molinos.

Don Quijote y Sancho Panza, en una representación escultórica.