Jorge Gómez Varo es el ingeniero español que se encuentra sepultado bajo los escombros de un edificio de oficinas en México D.F. Este malagueño de 33 años está vivo junto a Lisette, una mexicana que trabaja con él en la sucursal mexicana de la empresa gallega Valora. Jorge y Lisette son dos de los 15 puntos de vida que las cámaras térmicas han identificado. Se sabe porque ella envió un mensaje vía Whatsapp a su familia para confirmar que ambos estaban vivos y juntos. Pero el tiempo pasa y el rescate sigue sin llegar. "Si no se ponen de acuerdo y cesa esta descoordinación, no los van a sacar con vida", denuncia a la desesperada Senen Ferreiro, CEO de la empresa Valora para la que trabaja Jorge.

Los equipos de rescate empiezan a pedir silencio en el 286 la avenida Álvaro Obregón. Están cerca de un grupo de sepultados en el interior de un edificio que se hundió tras el terremoto de 7,1 grados que ha azotado la capital de México. Bajo los escombros del número 286 hay al menos 47 personas atrapadas. Los equipos de rescate sólo han podido localizar 15 puntos de vida. Están cerca, pero no llegan. "El tiempo pasa, los teléfonos se van quedando sin batería, las bolsas de aire se pueden acabar, no tienen alimento. La situación es desesperada" explica el portavoz de Valora, que ve en la descoordinación de la dirección del rescate la causa principal. 

"No se ponen de acuerdo, hay muchos personalismos, tardan mucho en pedir los recursos que necesitan", resume Ferreiro, que asegura que tanto su empresa como las otras que tienen a trabajadores dentro están poniendo a disposición de los equipos de rescate todo lo que les solicitan. "Nosotros somos una empresa que construye. Maquinaria, personal especializado... les facilitamos lo que haga falta. Pero esta descoordinación lo está dificultando todo. Hay una lucha de egos tremenda. Estando en la zona del suceso he escuchado al menos a 7 unidades de rescate no oficiales diferentes".

La operación la está liderando Protección Civil de México junto a la Armada. Cuentan con la ayuda de equipos llegados de otros países, como España o Israel, que tampoco están satisfechos con la dirección del rescate: "Ha llegado una unidad canina procedente de España y nos han dicho que no les han dejado llegar hasta el lugar", asegura Ferreiro.

"Ayer nos pidieron carpinteros y encofradores. Imagino que para hacer un túnel. Lo han pedido cuando ya han transcurrido 48 horas. Ahora están pidiendo topógrafos, cuando estamos ya más cerca de las 72 horas, que es un tiempo crítico. Nosotros ponemos a su disposición todo lo que esté en nuestra ano, pero tienen que ponerse de acuerdo. Primero dicen que van a desescombrar con máquinas, luego que de forma manual, dicen que van a entrar 'topos' (personal especialista en este tipo de operaciones) pero luego no les dejan entrar. Y el tiempo va pasando", advierte el CEO de Valora.

Malagueño en una empresa gallega

Jorge Gómez Varó  es un ingeniero malagueño de 33 años que estudió en la Universidad de Sevilla. Trabaja como aparejador para la empresa Valora, con sede en La Coruña. Lleva poco más de dos años viviendo en México, contratado por la división que tiene esta empresa en Latinoamérica. Reside con su novia, también malagueña, en la Colonia Roma, donde se ha producido el accidente.

Javier Gómez Varo es malagueño pero lleva más de dos años viviendo en México con su novia

Jorge se encontraba en su puesto de trabajo, las oficinas de Valora en la capital mexicana, cuando le sorprendió el seísmo. "Teníamos a otras seis personas dentro, todas mexicanas, en una visita. Cuando empezó a temblar todo estaban en una reunión. Lograron escapar los que salieron antes de allí", explica Ferreiro.

¿Cómo saben que Jorge es uno de los puntos de vida que han localizado las cámaras térmicas? "Por la ubicación de estos puntos. Sabemos dónde estaban Jorge y Lisette y tienen que ser ellos. Están vivos, porque ella se lo comunicó a su familia por Whatsapp. Pero las baterías de los teléfonos se acaban y no sabemos si ahora estarán bien o con un bloque de cemento encima".

Entre las ruinas del edificio había 47 personas. Cuando la familia de Jorge supo del terremoto acontecido en México le telefonearon, pero nadie contestó. Luego se pusieron en contacto con su novia, también malagueña y residente en México, que les confirmó que Jorge era una de las personas atrapadas bajo los escombros del 286 de Álvaro Obregón.

Peligro de derrumbe

Los equipos de rescate han conseguido sacar de allí a 22 personas. Ahora se centran en sacar al resto, entre los que se encuentran Javier y Lisette. Su ubicación tiene un acceso complicado. Las unidades de salvamento han alertado del riesgo de entrar en esa zona, porque hay peligro de derrumbe. "Hay personal que quiere entrar. Se quieren arriesgar porque saben que hay personas vivas dentro, pero la dirección no les deja", asegura Ferreiro.

Los equipos de rescate harán la última parte del desescombro de forma manual, por peligro de derrumbe EE

El tiempo apremia. A pesar de que siguen con vida, las constantes vitales de Jorge y Lisette son muy débiles por no haber ingerido alimentos en más de 48 horas, tal y como confirmó la propia familia.

Más españoles desaparecidos

Las próximas horas son cruciales para sacar a las víctimas con vida. Hay recursos y a mucha gente trabajando en la operación. Pero sigue sin haber un plan claro desde la dirección del rescate, que sí que ha encargado la construcción de una morgue al lado del edificio. 

El terremoto que ha azotado México se ha cobrado ya más de 270 víctimas mortales, entre ellos el español Leopoldo Nieto Cisneros, un madrileño que se encontraba en México trabajando como investigador del virus VIH. Es el primer español cuyo fallecimiento durante el terremoto de México ha sido confirmado, aunque hay al menos una decena de españoles desaparecidos tras el seísmo. 

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