Los compañeros de Blas Gámez Ortiz, el agente fallecido en el cruento suceso que ha sacudido el corazón de Valencia, están perplejos, aturdidos por la pérdida. Aún se investigan las circunstancias de un episodio que ha terminado con tres cadáveres. Por un lado, un hombre descuartizado, de identidad desconocida, cuyos restos han aparecido en una maleta abandonada en el barrio de Russafa; por otro, el principal sospechoso de cometer este crimen; y, por último, el agente Blas Gámez. Estos dos últimos han perdido la vida en un enfrentamiento directo en el transcurso de la operación policial que ha explotado a partir de la investigación en torno al cuerpo mutilado. 

Todo ha tenido lugar en apenas 14 horas. La secuencia cronológica arranca en la confluencia de la avenida de Peris y Valero con la calle Cabo Jubi, en el distrito valenciano de Russafa. Son las doce de la noche, madrugada del lunes al martes. Un agente de Policía encuentra entre dos contenedores una bolsa abandonada que le infunde sospechas. Al acercarse, se encuentra el fatídico desenlace de un crimen sin resolver.

Dentro de la bolsa -una maleta, según fuentes próximas al caso- halla un torso con varias heridas por arma blanca. No hay cabeza. Tampoco brazos, ni piernas. Sólo un torso. La Brigada de Homicidios abre inmediatamente una investigación para determinar la identidad del fallecido y las circunstancias del crimen.

Pasan 14 horas desde ese momento. Las pesquisas en torno al cuerpo descuartizado avanzan a buen ritmo. Dos agentes de la Brigada de Homicidios se aproximan al número 77 de la calle Sueca, a apenas 300 metros del lugar en el que se hallaron los restos mortales. De acuerdo a sus pesquisas, allí reside un individuo que podría ser el autor del crimen.

Puntos en los que se han desarrollado los hechos.

La misión de los dos agentes es controlar al sospechoso. Van vestidos de paisano y controlan los movimientos del presunto autor del homicidio. En un momento dado, y por circunstancias que aún no han trascendido, se encuentran frente a frente con él dentro del portal.

Los policías piden al sospechoso que se identifique. Éste reacciona de forma violenta y se abalanza sobre los primeros. En sus manos lleva un cuchillo de grandes dimensiones y acuchilla al subinspector Blas Gámez en repetidas ocasiones. Los agentes consiguen empujar al agresor y abren fuego contra él con sus pistolas reglamentarias.

En pocos minutos llegan los servicios de emergencias. Nada pueden hacer para salvar la vida del subinspector Gámez ni del agresor. En apenas 14 horas, el barrio de Russafa presencia el levantamiento de tres cadáveres.

Un agente "metódico", "brillante"

La consternación sacude a los compañeros del subinspector Blas Gámez. Les cuesta entender cómo hace apenas unas horas estaban hablando con él y ahora, en el marco de una investigación policial, haya resultado muerto.

El agente cuenta con una amplia trayectoria y, según cuentan sus allegados, estaba "en plena forma". Tenía mucha experiencia en el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía, unidad de élite especializada en operaciones de alto riesgo. En su larga carrera como agente, Blas había sido condecorado con una Cruz al Mérito con distintivo blanco, dos a la Dedicación al Servicio Policial y hasta 83 felicitaciones públicas.

Por eso, especulan, la agresión del sospechoso tuvo que ser especialmente rápida y eficaz. De lo contrario, el policía podría haberla repelido sin mayores problemas.

Funcionarios judiciales trasladan el cuerpo sin vida de una de las dos personas que han fallecido esta mañana en la calle Sueca. Efe

Aficionado al deporte, era habitual encontrar a Blas Gámez Ortiz en diferentes competiciones relacionadas con el ciclismo o el atletismo. Contaba con una gran cualificación como miembro de la Brigada de Homicidios de Policía Nacional, uno de los trabajos más duros y exigentes dentro del Cuerpo. 

La labor que desempeñaba era especialmente "metódica" y "analítica", desglosan sus compañeros, apesadumbrados por los acontecimientos.

Aún no se conoce si el agente llevaba chaleco protector en el momento en el que se vio sorprendido por la agresión. El calor de estas fechas y las circunstancias en las que se desarrolló el enfrentamiento -el subinspector iba de paisano para no levantar sospechas- podrían propiciar que no portase esta equipación.

Las pesquisas en torno al caso

La Brigada de Homicidios mantiene en pie la investigación en torno al caso. Fuentes próximas a las pesquisas indican que el asesino del subinspector -también muerto en el enfrentamiento en el portal de la calle Sueca- podría ser el autor del descuartizamiento del cuerpo hallado en una maleta horas antes.

Mientras, en el seno de la Policía Nacional se vive una jornada de luto, de tristeza por la pérdida de un compañero tan cualificado: "Todo nuestro cariño y apoyo a la familia y compañeros de Blas, asesinado hoy en una actuación policial en Valencia", ha señalado el Cuerpo en sus redes sociales.