El Ayuntamiento de Rubí (Barcelona) fue el único de toda Cataluña que festejó el Día de la Constitución con un acto público. Concejales de PSC, Ciudadanos y PP leyeron textos de la Carta Magna a modo de homenaje, mientras una manifestación independentista protestaba a diez metros de distancia. Además de su rechazo a la Constitución española, los independentistas criticaban que el acto se haya podido celebrar por la maniobra de un concejal de PDC (la nueva Convèrgencia), que se ha cambiado de bando y ha entrado en el gobierno por sorpresa.

Rubí

La Constitución había calentado tanto los ánimos en Rubí en los últimos días, que acabó por arder. Literalmente. Un manifestante que protestaba por el acto de homenaje convocado por el equipo de gobierno, quemó un ejemplar de la Carta Magna en la plaza del Ayuntamiento. Fue el hecho más destacado de una jornada que se cerró sin más incidentes.

La atención estaba puesta en Rubí desde que se anunció que sería el único municipio catalán que realizaría un acto de celebración para conmemorar la fiesta de la Constitución. El ejecutivo local, del PSC, aprobaba así una moción presentada por el PP y apoyada por Ciudadanos y por Sergi García, un concejal nacionalista de PDC (Partit Demòcrata Català) que ha 'fichado' por el equipo de gobierno.

Los manifestantes independentistas, a escasos metros de los que festejaban el Día de la Constitución en Rubí. D.L.F.

El acto convocado para este martes consistía en la lectura de varios artículos de la Constitución española a cargo de los concejales de los partidos. Se celebró a las 10 de la mañana en la plaza del Ayuntamiento. Frente al medio centenar de personas que acudieron de público se situó otro medio centenar de manifestantes, contrarios al acto y a la Constitución española. Portaban, entre otras pancartas, una con la imagen del Rey del revés.

Un nutrido dispositivo policial evitó que la tensión pasase a mayores. Algunos improperios cruzados entre ambos grupos y poco más. Mientras, en la puerta del Ayuntamiento, la alcaldesa y los concejales de PSC, PP y C’s leían algunos artículos de la Constitución, los manifestantes contrarios abucheaban enfrente, entonaban cánticos independentistas y requerían la presencia del concejal tránsfuga: "No estem tots, falta Sergi!” (No estamos todos, falta Sergi) cantaban los manifestantes, que no se dejó ver por la plaza.

Durante la lectura de la Carta Magna, un conocido activista republicano de la ciudad, Juan Martínez, se situó en cabeza de la manifestación y prendió fuego a un ejemplar de la Constitución. “Esta no es nuestra Constitución. Peleamos por la de la República catalana”, proclamaba Martínez, de 89 años y nacido en Almería. “Llevo muchos años viviendo aquí y me siento catalán. Pero sobre todo soy republicano. Yo era del PSUC y estuve 16 veces en la cárcel apresado por los fascistas. Siempre voy a estar en lucha por la República y contra el fascismo”, declaró a EL ESPAÑOL.

El acto duró media hora y no se tuvieron que lamentar otros incidentes, más allá de un intercambio de palabras entre un manifestante que acusaba a un hombre que portaba una bandera de España de fascista. “¡Yo corrí delante de los grises y tú no!”, contestaba el aludido.

A la conclusión de los parlamentos y las lecturas, la alcaldesa declinó hacer declaraciones. Ni habló sobre el acto, ni sobre la manifestación, ni sobre el concejal nacionalista al que acaba de fichar para el equipo de gobierno y que, con su maniobra, permitió la celebración del acto; Sergi García, el mismo que no apareció por el acto.

Un nutrido dispositivo policial evitó que la tensión pasase a mayores. D.L.F.