Publicada
Actualizada

Entrando en el barrio de San Pedro, en el número 3, encontramos la cafetería Black Cat, un pequeño local regentado por Nacho y Carla que decidieron abrirlo en el mes de enero tras once años viviendo en Londres.

Cuenta Nacho que en la capital británica tenían un restaurante con el mismo nombre, pero por temas económicos decidió volverse a su ciudad con su pareja, "en Londres está todo carísimo, era moi difícil de sobrevivir e de ter un colchón".

La madre de él fue quien le encontró el local, el que antes era Tejidos Lúa. "É unha sorte estar no barrio de San Pedro. Ao ser un sitio vegano, todo o mundo pensa nos turistas, pero a realidade é que desde que abrimos a xente do barrio acolleunos moi guai".

Dulce o salado, el local ofrece desayunos para todos los gustos con tostadas con mermelada casera, bollería, sándwiches o hummus.

Los más de diez años viviendo en Londres le sirvieron a Nacho para que su cocina tuviera influencias de la multiculturalidad que existe en la ciudad británica y en los platos del Black Cat de Compostela se pueden saborear esa cocina variada.

WhatsApp Image 2025-10-08 at 17.47.13

"Quero ofrecer un equilibrio entre a xente que vai comer aquí, desde tapas clásicas a outras un pouco máis da miña influencia de vivir en Londres". De esta manera, la cafetería ofrece comidas como hamburguesa, sándwiches a tapas fijas como bravas, nuggets, croquetas o gyozas.

También se puede degustar su -ya famoso- 'o presadinho', un bocadillo de embutido de seitán con cebolla caramelizada, queso, mostaza, tomate y pepinillo.

"Inventámonos un pouco o nome porque básicamente en inglés chámase 'toastie' que son bocadillos de toda a vida, con un pouco de manteiga e que van ao grill", aclara.

Por 15 euros también se puede comer su menú del día que consta de dos platos, bebida, postre o café. En él se puede degustar diversos sabores de todo el mundo, desde palestinos a indios, o platos más clásicos como boloñesa o sopa de cocido.

Salvo las napolitanas y croissants, todo es casero, hasta el embutido de los sándwiches. "Como non é un menú moi inmenso é posible abarcalo", dice Nacho.

Solete en la Guía Repsol

El establecimiento también es pet-friendly y, en menos de un año abierto, ya recibió un solete Guía Repsol por ello. "O noso concepto de mascota, sendo veganos, é un pouco problemático. Para min non é positivo que entre unha persoa a comer cun peixe nunha bolsa ou cun loro nunha gaiola", explica el dueño.

Hace unas semanas también ofrecieron un curso de comida palestina de la mano del chef Izzeldin del que "houbo moita expectación" y las plazas se agotaron rápidamente. En un futuro seguramente repitan la actividad que también hicieron cuando estuvieron en Londres.

Black Cat está abierto de miércoles a domingo de 9:00 a 16:00 horas, un horario que no descartan ampliar para cenas. "Somos só dúas persoas e queremos, pouco a pouco, encontrar a unha persoa que se identifique co proxecto e abrir así máis horas", afirma Nacho.