Con la llegada del buen tiempo, Santiago de Compostela cambia el chip. La lluvia da tregua y el sol empieza a asomarse entre las calles empedradas y las terrazas de la ciudad. Apetece más estar en la calle, alargar la tarde, tomarse algo con calma. Y si hace unos años lo que se llevaba era la clásica sesión vermú, ahora lo que está de moda es el tardeo.
El tardeo es ese plan que no hace falta explicar mucho: sales a media tarde, te tomas una caña, picoteas algo y se te hace de noche sin darte cuenta. Vuelves a casa con la sensación de haber exprimido el día, tranquilo pero animado. Un invento perfecto para una ciudad como Santiago.
Porque Compostela si algo tiene es buena materia prima para tardear. Da igual si vas con amigos, con compañeros de trabajo, en pareja o solo: siempre hay un sitio que encaja con tu tarde ideal. Estos son los mejores sitios para tardear en la ciudad.
Krystal (praza Roxa)
Grifo de cerveza del Krystal.
Cuando sale el sol en Santiago, la praza Roxa se convierte en un punto de encuentro en el que la gente se junta en las terrazas como si llevara meses hibernando. Y en medio de todo eso está el Krystal, un bar de toda la vida con una terraza que da justo a donde tiene que dar, al sol.
Con una buena tapa de tortilla o una pequeña porción de pizza, la cerveza, el vino o el refresco sabe mejor. Gente de todas las edades, conversaciones cruzadas, ruido de platos y camareros que se saben los pedidos de memoria. Ideal para echar la tarde al sol y observar el ir y venir de la ciudad.
Gazteka (rúa Nova de Abaixo)
Cookie rellena de crema del Gazteka.
Si tu tarde pide algo más contundente que una tapa de tortilla, Gazteka es tu sitio. Aquí lo que mandan son los combos, individuales o para compartir, que incluyen bebida, burrito, cookie y algún que otro complemento a buen precio.
Sus combos son la excusa perfecta para reunir a grupos de amigos y dejar que la conversación se alargue. Está a un paso del casco histórico pero lo suficientemente apartado como para no caer en el bullicio del turismo. Perfecto para llenar el estómago y las historias de Instagram.
Sicilia in Bocca (avenida Rosalía de Castro)
Tarta de queso de Sicilia in Bocca.
¿Y si en vez de cenar, haces una apericena? En Sicilia in Bocca han traído este concepto directamente desde Italia: picoteo abundante, vino, y ese punto medio entre el tardeo y la cena que lo convierte en planazo.
Disponible todos los viernes y sábados, el servicio se realiza de 18:00 a 20:00 horas sin necesidad de reserva previa, por 8 euros por persona. Con muchas y muy variadas opciones a elegir, el Sicilia in Bocca tiene lo mejor de cada mundo, dulce y salado.
La Flor (rúa das Casas Reais)
Interior de La Flor.
La Flor es uno de esos sitios que no necesitan presentación entre compostelanos. Está en el casco histórico, pero no vive del turismo. Entra luz por sus ventanas, suena buena música, hay exposiciones y ese ambiente de café bohemio en el que apetece quedarse a vivir.
Es ideal para empezar el tardeo con calma. Un vino gallego, una tarta casera o un café con hielo si el cuerpo aún no pide alcohol. Un sitio donde se mezclan estudiantes, artistas, profes y también curiosos. Si tu tarde ideal tiene un punto tranquilo, con conversación y estética bonita, este es tu lugar.
Entre Rúas (Callejón de Entrerruas)
Terraza de Entre Rúas.
Pequeño, acogedor y con mucha personalidad, Entre Rúas es uno de esos locales que no siempre salen en las guías, pero que quien lo conoce, repite. Está en un callejón, pero tiene ese encanto de los sitios que no necesitan hacer ruido para llenarse.
La carta es sencilla pero cuidada, con vinos bien elegidos y vermús artesanos. Es una buena elección para un tardeo de esos que empiezan tranquilos y acaban en tertulia animada. Mesas pequeñas, terraza y ese punto de bar de siempre con un toque moderno.
A Gramola (praza Cervantes)
Foliada en A Gramola.
Si el tardeo te va pidiendo música, alguna que otra copa y un poco más de movimiento, Gramola es el sitio. Tiene estética de otra época, pero está muy en sintonía con lo que apetece hoy.
Aquí puedes pasar de una caña a un vermú y de un vino blanco a un gin-tonic, siempre con una banda sonora bien escogida. Ideal para quienes quieren que el tardeo tenga ya sabor a noche, pero sin entrar todavía en modo fiesta o para quien busca foliada un lunes cualquiera.
Pub Momo (rúa Virxe da Cerca)
Entrada del Pub Momo.
El Momo es otro de los clásicos. Luz baja, paredes llenas de arte y el silencio justo. Es uno de esos bares donde el tiempo se para y una copa se convierte en excusa para hablar durante horas. Aunque muchos lo asocian a las noches compostelanas, lo cierto es que también es ideal para tardear con calma.
Modus Vivendi (praza de Feixóo)
Letrero del Modus Vivendi.
Por último, clásico entre clásicos, el Modus Vivendi es casi un monumento de la noche compostelana, pero también un lugar perfecto para arrancar el tardeo. Abierto desde 1972, conserva todo ese encanto de bar con historia: paredes de piedra, techos bajos y rincones con personalidad.
Aquí igual te cruzas con un grupo de estudiantes que con escritores o populares profesores universitarios. Es de esos lugares que no pasan de moda, que se disfrutan igual a los veinte que a los cincuenta.
Santiago tiene mil formas de vivir la tarde, y todas saben mejor si se acompañan de buena compañía, algo rico para comer y buena bebida. Ahora solo falta decidir por dónde empezar.