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Con el calor sofocante del verano y las playas abarrotadas, cada vez son más las personas que optan por escapar a lugares más tranquilos. En el interior de A Coruña, se encuentran varias piscinas naturales para quienes desean refrescarse y disfrutar de la naturaleza.

Entre A Coruña y Santiago de Compostela se encuentra un rincón que destaca por su encanto y tranquilidad, como son las pozas del río Pedras. Ubicado en el municipio de A Pobra do Caramiñal, este enclave natural es conocido por sus aguas tranquilas y el paisaje verde que lo rodea.

La piscina natural secreta entre A Coruña y Santiago

A Coruña alberga tesoros fluviales desde su costa al interior, uno de ellos enclavado en plena península do Barbanza. El río Pedras esculpió en el corazón de A Pobra do Caramiñal varias pozas, con saltos de agua y pequeñas cascadas, casi como un parque acuático.

Las piscinas naturales del río Pedras son un auténtico oasis de naturaleza y biodiversidad. En este enclave único, es posible disfrutar de un refrescante baño sumergiéndose en sus charcas cristalinas, accesibles desde las rocas que las rodean.

Enmarcadas en un paraje virgen y rocoso realmente espectacular, las Pozas del río Pedras se alcanzan a través de la ruta PRG-91, que conduce hasta este entorno natural realmente espectacular.

Cabe destacar que la ruta está catalogada con una dificultad mediana-alta y como zona de difícil acceso debido a los enormes desniveles y las piedras resbaladizas que recorren todo el sendero.

Pozas del Río Pedras

No obstante, la aventura merece la pena (siempre y cuando se esté en buena forma física y se extremen las precauciones). "Sitio increíble, precioso y súper tranquilo, sobre todo si vas entre semana", dice un usuario en Google.

"Es un sitio perfecto para pasar una buena tarde con amigos. Si te gusta la naturaleza, darse un baño entre tantos árboles es increíble. Es uno de mis sitios favoritos", dice otro.

El camino que conduce a las pozas naturales discurre por distintos vestigios que hacen aún más interesante la visita: desde antiguos molinos de piedra hasta un puente medieval o los restos del Convento de San Xoán de Lesón.

"El lugar cuenta hasta con una leyenda propia de San Amaro, una barca de piedra y los mouros que no consiguieron capturarlo porque el río se llenaba de cantos rodados que les impedían el paso", agrega Turismo Barbanz-Arousa.

Otro de los relatos más sonados tiene que ver con el conocido como Pozo Negro. Según cuenta la leyenda, bajo sus aguas habitan temibles monstruos y brujos de los más poderosos. Por otro lado, la leyenda de As lavandeiras da aldea Vella cuenta la historia de unas mujeres que se quedaron atrapadas en el Alén tras morir en el parto.