El barco de Alfonso Molina: Atalaya

El barco de Alfonso Molina: Atalaya P.M

Coruña Secreta

Coruña Secreta: ¿Por qué hay un barco en Alfonso Molina y qué hacen los Reyes Magos a bordo?

Deseando "Bo Nadal", el Atalaya vuelve a dirigir a los Magos de Oriente hacia las casas de los más pequeños. En honor a la tradición pesquera, es el tercero que preside la entrada de la ciudad

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Quien entra en A Coruña por Alfonso Molina lleva años encontrándose la misma estampa: un barco a la izquierda, antes de la salida hacia Matogrande, que da la bienvenida a la ciudad. Para muchos ya es un elemento más del paisaje urbano, pero llega Navidad, y con ello su tradicional decoración con los Reyes Magos, y vuelve a surgir la misma duda entre los conductores: ¿Desde cuándo está eso ahí? ¿De quién es? ¿Y por qué los Reyes llegan en barco?

La explicación es simple. La tradición empezó hace décadas, cuando el Concello decidió colocar un barco simbólico a modo de homenaje a la actividad pesquera y al vínculo histórico de A Coruña con el mar.

Pero antes del Atalaya, como se llama el actual buque, fueron varios. El primero fue Pepé Golán, destruido en octubre del 2003 tras empotrarse contra él un automóvil que se salió de la vía.

A este le siguió Corpiño de Muxía. Ubicado en una de las zonas verdes de Alfonso Molina a finales de abril del 2004, sufrió la misma mala suerte. Dos vehículos se estrellaron contra él, en enero y en febrero del 2009, siniestros que casi obligaron a su desguace. El último adecentamiento que le realizaron fue en abril del año 2013.

Pero no fue hasta 2016, cuando su estado obligó a buscar un sustituto. Ahí entró en escena el Atalaya, un cerquero con base en Sada. Su armador, al enterarse del deterioro del Corpiño, decidió ofrecerlo al Concello para que no acabase desguazado tras una vida entera faenando. Fue un barco dedicado a la pesca del cerco —sardina, jurel, xarda— y trabajó hasta el mismo verano de 2016, momento en el que quedó amarrado después de que su propietario construyera una embarcación nueva y más moderna.

La propuesta encajó con lo que buscaba el Ayuntamiento: un barco con historia, ligado a la costa gallega y lo bastante representativo como para mantener esa bienvenida marinera a quienes llegan a la ciudad. El Atalaya cumplía todos esos requisitos.

Atalaya

Atalaya

Como el Corpiño, había sido construido en un astillero de la Costa da Morte, en este caso en A Ponte do Porto, y había pasado por puertos como Camariñas, Laxe y Sada antes de retirarse del mar.

Una vez aceptada la donación, comenzó toda la tramitación para permitir su traslado desde el puerto de Oza a Alfonso Molina. Antes de colocarlo en la mediana, el barco tuvo que pasar por un varadero para limpiarlo a fondo, eliminar los daños de sus últimos meses de actividad y aplicar una nueva pintura que lo dejara preparado para su nuevo papel: convertirse en elemento ornamental.

Desde entonces, el Atalaya es la imagen que recibe a vecinos y visitantes al entrar en A Coruña. Cada Navidad se viste con los tradicionales Reyes Magos, y el resto del año permanece como recordatorio de la identidad marinera de la ciudad. Un barco que, lejos de navegar, ahora hace de faro simbólico en pleno centro urbano.