El Español
Treintayseis
Vivir
|
GastroGalicia

Tequeños a 3 euros: ¿Cuánto cuesta ya salir de tapas en A Coruña?

La calle Olmos, Galera, de la Estrella, Torreiro, de la Barrera o la Franja son algunos de los lugares que más público acogen para practicar el clásico tapeo. Cada vez más establecimientos trabajan las raciones y medias raciones en detrimento de las tapas
Quincemil
Ofrecido por:

A Coruña es una ciudad con mucha vida y el ocio diurno y nocturno están a la orden del día, pero por encima de todo la gastronomía, ya que el buen comer y Galicia son sinónimos. Tanto es así, que los jueves de afterwork, viernes, sábados y domingos de vermú, especialmente el centro de la ciudad se llena de centenares de personas que salen a pasarlo bien junto a los suyos pero sin que falte algo bueno para picar acompañado de su correspondiente bebida.

La calle Olmos, Galera, de la Estrella, Torreiro, de la Barrera o la Franja son algunos de los lugares que más público acogen para practicar el clásico tapeo y donde en muchas ocasiones es difícil encontrar una mesa donde poder sentarse o incluso en la que permanecer de pie mientras se toman algunas tapas. Y son precisamente éstas el centro de la polémica en las últimas semanas. ¿Han subido los precios de las tapas en A Coruña?

Foto: Quincemil

En Quincemil hemos salido a la calle para comprobar los precios actuales del picoteo y para conocer las tapas más consumidas por los coruñeses. Un sondeo que no se limita al centro de la ciudad, sino que también se ha extendido a otros barrios como Riazor o Cuatro Caminos.

Opciones tradicionales como los tequeños de El Tequeño de María Pita han experimentado dos subidas este año y en diciembre alcanzarán los 3 euros la unidad. ¿Qué sucede con otros clásicos como el croquetón, la tortilla o el raxo?¿Dónde encontrar las mejores tapas y a qué precios?

Subidas de 30 y 50 céntimos en tapas y cervezas por encima de los 2 euros

Una buena ruta de tapeo en A Coruña no se puede entender sin uno de sus clásicos, la Bombilla, que lleva en activo desde 1937. Es raro el día en el que se encuentre una mesa vacía fuera o espacio dentro porque la actividad siempre es frenética. El croquetón de jamón, la tortilla y la milanesa con patata panadera y pimiento rojo son los imprescindibles, que actualmente están a 1, 60 euros y experimentaron una subida tras el coronavirus de 30 céntimos.

Cuenta Lino, uno de los empleados, que muy a su pesar se han visto obligados a subir precios porque se han encarecido materias primas básicas para ellos como la leche, harina, carne o huevos. "Si lo que compras te sube, te obligan a subir los precios porque sino no hay margen de beneficio, aunque en la zona somos los más baratos", apunta. Lo que más ha notado la clientela es la subida de las cañas, que hasta hace unos meses estaban por debajo de los dos euros y ahora se sitúan exactamente en 2,20.

Foto: Quincemil

A pocos metros, en el Sampaio no cesan de salir de la cocina tapas de raxo de pollo con salsa de queso, la marca de identidad del local que tiene un precio de 3,40 euros. Un importe que ha subido unos céntimos desde hace meses, según trasladan los trabajadores, derivado de que los proveedores han subido los costes a su vez. Otra de las opciones populares, la tortilla, está en 2,90 euros y el resto de las más demandadas como croquetas, albóndigas, tortilla, salpicón o calamares tienen el mismo precio.

Foto: Quincemil

Las menos consumidas se mantienen en importes prepandemia en este establecimiento que trabaja a máximo rendimiento los lunes (cuando la mayoría de los locales de los alrededores cierran), jueves, viernes, sábado y domingo. En la calle de la Barrera, se encuentra el Lola y Cía, donde su encargado Andrés pone en valor la diferenciación de las tapas que ofrecen "saliendo de lo típico" y la más solicitada es la yuca, que se sirve en troncos frita y acompañada de guacamole con un precio de 5,90 euros.

"Hemos retocado los precios mirando a la competencia", admite, mientras indica que otra de las consumiciones populares son las arepas, que se sirven por unidad (con rellenos de guacamole y queso o chicharrones y queso de Arzúa por ejemplo), cada una de ellas a 7,30 euros salvo las de carne que se encarecen hasta los 7,80. El criollo con patatas es otro de los principales de la carta, a 5,50 euros y la mini tortilla tiene el mismo precio.

La ensaladilla también se ha encarecido porque la elaboran con langostinos (en formato normal y XL) y tiene un precio de 3,90 euros. "Intentamos no superar una barrera de precios pero es algo impensable ya", dice con pesimismo.

Tapas limitadas en detrimento de las raciones

La Casa Surrey es uno de los locales más conocidos de la calle de la Barrera y desde hace un tiempo han cambiado su dinámica y disponen de tan solo tres tapas y el resto de opciones son raciones o medias raciones (las más consumidas calamares y mejillones en escabeche). Las tapas se dividen en: croquetas caseras de jamón ibérico y cecina, la vaquiña roll (fajita de carne de jarrete de ternera con queso y una salsa de verduras) y el chorizo criollo. "La gente que viene en grupo suele compartir y por eso optamos por raciones, para así economizamos el tiempo en la cocina", cuentan desde el local.

La tapa de croquetas incluye dos grandes caseras por un precio de 3 euros, el vaquiña roll, que incluye carne con una cocción de tres horas a 3,50 euros y el chorizo criollo a 4 euros servido entero y laminado a la plancha. La subida de precios en las tapas calculan que ha sido de céntimos, aunque en raciones de calamares el importe total ha subido un euro debido "al precio desorbitado del aceite", lamentan.

Foto: Quincemil

En el Tapa Negra, en la parte de arriba de la calle de la Barrera junto a la Estrecha de San Andrés, las raciones se limitan a raxo con salsa de cabrales y ensaladilla porque "lo que más se vende son las raciones". Aquellos que pidan tapa en el local pagarán precios de entre 3,90 y 4,50.

El Cigarral, en la plaza de Tabacos, también vive de las tapas, siendo la más solicitada la tortilla, que se sirve individual en una sartén (y lleva tres huevos) y el raxo de cerdo, servido en el mismo formato. Los precios son de 4 euros y 4,50 respectivamente. Estos precios son los mismos desde hace un tiempo pero los responsables del local concretan que han aumentado el importe de las raciones entre 30 y 50 céntimos "por el encarecimiento de la vida", en especial las de raxo de pollo, croquetas y calamares.

En el Bambú, en San Andrés, las tapas son más numerosas y son la opción de comida rápida de gente que trabaja en la zona y que no quiere sucumbir a la subida de precios de los menús del día del centro. Tortilla, ensaladilla, lasaña de carne y espinacas, montaditos de jamón, de tortilla, vegetales...todas las opciones con precios de entre 2 y 3 euros. Uno de los responsables afirma que los precios han subido ahora a final de año porque llevaban mucho tiempo sin variar: "En otros itios subió todo y no podemos quedarnos atrás", dice.

Foto: Quincemil

Otros establecimientos como el Serranito han sido más tajantes y han eliminado las tapas completamente. Esta situación es así en el local desde que pasaron los meses más duros de la pandemia y lo achacan a que se veían obligados a tirar mucha comida que no se consumía en un tiempo determinado, por lo que se estropeaba y ya no servía para el consumo. A día de hoy sirven comidas y cenas con raciones y medias raciones.

"Una caja de aceite ha subido de 45 a 107 euros"

El gerente del mítico bar El Tequeño en María Pita, Javier Pastoriza, confirma como todos los coruñeses saben que las estrellas gastronómicas del local son el tequeño y el pasticho (lasaña típica de Venezuela). Al margen de estas dos elaboraciones con las que se quieren diferenciar, en la carta figuran tapas de tortilla, ensaladilla, chorizo y lomo al vino, ensaladilla o croquetas. "Hay quien viene y comer varias tapas y una bebida como si fuera el menú del día. Hemos subido los precios ya este año y va a haber que volver a subir en breves", asegura con preocupación.

Sobre esto, especifica que una caja de aceite el año pasado costaba 45 euros y la estamos pagando ahora a 107 euros". "Nos subió el aceite, la harina, los huevos...toda la materia prima. Son subidas de casi el triple y ahora estamos obligados a cobrar el triple por las cosas", cuenta. Esto se nota en productos como el tequeño, que comenzó el año costando 2,20 euros, en verano pasó a 2,50 y estas Navidades estará a 3 euros.

Lo mismo pasará con el pasticho y el resto de tapas dado que el gerente asegura que "es esto o nos veremos en la obligación de cerrar porque no podemos sostener gastos". "Preferimos subir los precios antes de bajar calidad y que la clientela siga viniendo", cuenta esperanzado.

Foto: Quincemil

En el bar Pontejos, en las inmediaciones del Mercado Municipal de San Agustín, son numerosos los clientes que depositan su confianza en el personal del local, a quien tratan con cercanía, pero sobre todo en sus tapas. La tortilla, los callos, la ensaladilla, albóndigas o empanadillas caseras son imprescindibles que salen con ritmo frenético de los fogones, además de pollo al horno o milanesas, todo ello a 2,50 euros.

Un precio que se mantiene "a pesar de la inflación y la subida del aceite", dice Javier, el dueño. En Riazor, en el conocido Rompeolas, las tapas continúan también igual que siempre con tortilla a 2 euros, ensaladilla a 2,50, croquetas a 2,50 y tequeños a 1,30. "Lo único que ha subido es la cerveza", detallan.

Vivir