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Raquel Graña, psicóloga, sexóloga y escritora gallega: "No hay que juzgar, hay que escuchar"

La mariñana, que creó en 2016 su página web "Intimas conexiones", conduce ahora el programa de TVG "Non o chames amor".
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Raquel Graña (Pontevedra, 1990) ayuda a muchas personas en diferentes ámbitos de su vida día tras día. Pero por si esto no fuese suficiente, la psicóloga, sexóloga, escritora y coach educativa comparte en diferentes plataformas y redes sociales, como Youtube e Instagram, contenido que acerca la educación sexual y la sexualidad desde la divulgación rigurosa sin perder un ápice de naturalidad y cercanía con sus miles y miles de seguidores. 

Ahora se adentra en el mundo televisivo con un talk show en el que a través de varios invitados se intenta averiguar cuánto sabemos los gallegos de sexo por medio de las experiencias y vivencias de diferentes generaciones.

Si tuviésemos que presentarte a un público que no te conoce diríamos que eres psicóloga y sexóloga y conduces un programa en TVG llamado NON O CHAMES AMOR pero… ¿Quién dirías tu que es Raquel Graña?

Soy una persona inquieta, creativa, que siempre está aprendiendo y sorprendiéndose con el mundo. Trato de no de juzgar, de pensar en el lado bueno o positivo de las cosas y, de cuestionarme un poco todo. También es cierto que no soy nada tolerante con las injusticias, con el Ego humano y con quién se aprovecha de los demás. Algunos de mis puntos fuertes son la creatividad, la pasión por la vida y la ilusión. Y, mi mayor punto débil es la impulsividad, por lo que estoy trabajando en tener más paciencia.

¿Cómo llegaste al mundo de la psicología y la sexología?

¡De pequeña quise ser de todo! Iba a un colegio de monjas en Bueu, Pontevedra. Así que, quise ser desde monja, hasta abogada, presentadora pintora, filósofa… Y, claro, por supuesto, también psicóloga.

Desde el primer año de carrera me planteé lo de la sexología, pero en Galicia no había estudios en esta línea y, era un ámbito que si hoy en día se juzga… ¡imagínate de aquella! Así que, fue pasando el tiempo, me especialicé en clínica, luego en recursos humanos. 

Recuerdo haber realizado algunas entrevistas en recursos humanos, en Inditex, en Airbus… y pensar “¿realmente quieres esto? ¿quieres hacer lo mismo todos los días de tu vida?”, me resultó hiper aburrido.

Soy una persona creativa, necesito aprender de forma constante, si todos los días estuviera delante de un ordenador filtrando CV o respondiendo llamadas, probablemente… Caería en una depresión.

Recuerdo que por aquel entonces, estaba en una empresa de Coaching haciendo prácticas en Coruña y surgió la oportunidad de escribir en un periódico. 

Mi primer artículo fue sobre bullying, el segundo… sobre sexo. Y, ahí, fue cuándo me di cuenta de que quería abrir mi propia web hablando sobre este tema, pero con formación.

Busqué un máster de dos años en Madrid, y ya en el segundo año creé Íntimas Conexiones, marca registrada a mi nombre. Para ello me ayudó Alberto Ferreiro, mi mentor, a quién conocí en un Blablacar en esos viajes a Madrid. ¡Muy curioso todo! Por eso, creo que firmemente en la famosa frase que sostiene a mi segundo libro Vivir Siendo Libre, “todo pasa por algo”.

Si echo la vista atrás, toda mi trayectoria ha tenido un sentido: Psicología, las prácticas que hice, la formación en PNL, Coaching, Sexología, el escribir en Cosmopolitan, Muy Interesante, el comenzar a crear vídeos, el proyecto de Íntimas Conexiones, la educación sexual… Todo han sido pequeños pasos que me han aportado aprendizajes y herramientas para desarrollar las habilidades que tengo hoy en día.

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Tu cuenta en Instagram es seguida por miles y miles de usuarios ¿Cómo comenzaste en esta red social y qué es lo que más te demandan tus seguidores?

Pues mira, la verdad es que empecé en YouTube, ahí vamos a llegar a los 900k. La decisión fue porque Alberto me decía “Raquel, el futuro son los vídeos, no un blog” – yo no quería grabar vídeos. Así que, tras mucho tiempo repitiéndomelo – no mucho, recuerda que la paciencia no es mi punto fuerte - ¡di el primer paso!

Esos primeros vídeos están subidos aún hoy en día, fue en 2016. Sudaba, me ponía roja, necesitaba saberme el guion que había creado a la perfección… ¡Un show!

En Instagram no recuerdo cuándo empecé, quizá en 2018, sé que fue unos años después. Me costó, como nos cuesta comenzar en todas las redes que no conocemos. Al principio tenía una lucha interna como mi propio Ego , quequería ser “influencer” y  mi pasión, que quería “ayudar y dar información de calidad al mundo”.

Así que, me llevó mi tiempo encontrarme ahí, pero cuando lo logré fue sobre todo en 2020, con la pandemia. Ahí comencé a hacer más directos, crear contenido que pudiera hacer consciente a la gente de qué le sucedía y aportar mi granito de arena a este mundo cada vez más dormido.

Mis seguidores a día de hoy demandan contenido de calidad, información que les pueda resonar, con la que sentirse identificados y, sobretodo, piden humanidad, no que seas un robot detrás de una pantalla.

También he de decir que con el tiempo me he vuelto más reservada de mi propia vida, aunque sí expongo la vulnerabilidad de las emociones – un aspecto que nos cuesta mucho mostrar al mundo -, tengo mis momentos y mis tiempos, como todos.

Se habla cada vez más de la salud mental ¿Forma parte la salud sexual de ella?

La salud sexual va íntimamente ligada a la salud mental. La mayoría de problemas vinculados al ámbito erótico normalmente son emocionales. Por lo tanto, uno no puedo ir sin el otro y, un aspecto muy relevante es que tu propio terapeuta debe ir a terapia para evitar trasladarte sus miedos, creencias y estereotipos.

En consulta podemos ayudar muchísimo, pero también podemos destrozar a alguien si no gestionamos nuestro propio Ego. No hay que juzgar, nunca, hay que escuchar, empatizar, acompañar. Somos guías, simplemente. La persona decide caminar y evolucionar, sanar, nosotros somos el apoyo.

Divulgar en redes es por un lado una herramienta valiosa y por otro lado a veces supone una presión añadida ¿Cómo lo manejas? ¿Qué es lo mejor y lo peor que te encuentras?

¡Qué gran pregunta! Con Instagram no me pasa tanto, pero con YouTube sí sufrí varias crisis de ansiedad. Hoy en día el contenido me lo lleva Paco, compañero y amigo, edita y gestiona mi contenido tanto en YouTube como en IG.

Mi respuesta es sencilla en este sentido: hay que alejarse, no acercarse.

Las redes sociales son muy bonitas, pero también muy adictivas, tóxicas. Quién las diseñó supo hacerlo muy bien, pero ¡ojo, pierdes la vida en ellas! Y con esto me refiero a tu tiempo, literalmente. Cuando nos damos cuenta hemos pasado 20 o 30 min haciendo scroll por la pantalla.

Para mí, después de la depresión y la ansiedad, es el tercer problema más grande de la sociedad: la adicción a internet y las tecnologías. Así que, mi mensaje es sencillo en este sentido: sigue cuentas que te puedan aportar, no que te compares con ellas, exponte un tiempo limitado y, trata de vivir por y para ti, no hacia fuera.

Y ahora con este proyecto televisivo… ¿ Cómo ha sido la experiencia? ¿Te ves repitiendo? 

La experiencia ha sido muy bonita y muy gratificante, aunque también desafiante. He tenido mano abierta para modificar y crear en el guion, para hacerlo “a mi manera”, para ser yo – esto se ve sobre todo en los programas actuales -, ha quedado una mezcla perfecta de entretenimiento y divulgación, según mi punto de vista.

Y, ¡claro que repetiría!  Es muy necesario este programa, no solo a nivel de Galicia, sino, en general, necesitamos más conciencia en tema sexual, emocional y de valores, que son aspectos tratados en el programa según mi filosofía de vida.

La productora Nortideas y, en concreto, Mar Balseiro contactó conmigo hace un año justamente, me preguntó si me apetecía y, por supuesto que dije que ¡sí! Es una gran persona y una gran amiga, tiene un corazón enorme. Ahora todos los espectadores pueden disfrutar del programa los miércoles a las 23.20h en la Televisión de Galicia.

Como psicóloga y sexóloga, si piensas de aquí a 10 años  ¿Qué te gustaría que mejorásemos  como sociedad?

Sinceramente, con que tuviésemos empatía de verdad – escuchar, no juzgar, no dar opiniones, ni decir “tienes que…”, “deberías…”, ni imponernos sobre los demás -, fuésemos más bondadosos, más transparentes, más “humanos”, creo que ya mejoraríamos enormemente en aspectos psicológicos y relacionales.

Todos somos “sombra y luz”, pero en cada uno de nosotros, de forma individual, reside qué fomentar más, qué gestionar y conocer, no ocultar. Porque cuando sacas a la luz una sombra, ésta desaparece y eso es lo que necesitamos hacer, ser sinceros con nosotros mismos.

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