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Ozuna, Black Eyed Peas y Franz Ferdinand, broche final para el Morriña Fest de A Coruña

El festival se despidió de Riazor con una segunda jornada muy animada, y en la que el publico pudo disfrutar de directos tan esperados como los de Duki, Black Eyed Peas o Ozuna
Concierto del Morriña Fest en una edición anterior.
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Concierto del Morriña Fest en una edición anterior.
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El Morriña Fest se despidió de Riazor con una segunda jornada, la de este sábado, en la que la música de artistas referentes del panorama nacional e internacional convirtió de nuevo estadio municipal en una auténtica fiesta.

Como ya ocurrió en la primer jornada, ayer, sábado, la gente ya se daba cita a las puertas de Riazor, que abrió sus puertas a las 15:00 horas. El público se concentraba ya por la zona y fueron muchos los que se animaron a entrar desde el primer momento. La encargada de abrir esta segunda jornada de conciertos fue Belén Aguilera, a las 16:40 horas.

Tras unos minutos de descanso, llegó el turno del DJ Lost Frequencies. En ese momento, era muchas las personas que se apresuraban por entrar ya al estadio para bailar al rimo de la música de este DJ. Y así ocurrió. En pista y en grada, el público bailó sin parar todos los temas de este artista en una sesión de DJ en la que el sol calentó todavía más el ambiente.

A continuación fue el turno del coruñés Xoel López, con una actuación muy animada que hizo cantar y que terminó con el público saltando Tigre de Bengala. Canción que tocó y canto vestido con la camisera del Dépor, haciendo un guiño a su equipo y al lugar en el que se encontrada tocando, el estadio del club coruñés. "En primera, en segunda ou en terceria. Forza Depor", dijo Xoel en el templo del deportivismo, que por dos jornadas cambió el fútbol por la música.

De nuevo, tras unos minutos de descanso, el argentino Duki se subió al escenario de un Riazor lleno de gente. En las gradas, y en la pista, la gente coreaba todos y cada uno de los temas de este cantante de música trap. Duki se despidió del público con Goteo. Para sentir más al público, el cantante bajo hasta el foso, desde donde cantó este tema tan popular.

Ozuna fue el siguiente en subirse al escenario del Morriña, y su actuación sin duda fue una de las más esperadas de la jornada. Multitud de gente se agolpaba en pista y las gradas se llenaban de gente que no dejó de bailar con todos los temas de este cantante.

Se preparó fue el tema elegido para abrir un concierto, que terminó con cierta polémica. Y es que el artista quería continuar unos minutos más cantando: "Me dicen que me tengo que ir ya", dijo Ozuna, quien continuó cantando. Ya fuera de hora, cuando estaba cantando su sonado tema Te boté, se quedó sin sonido. Hubo unos segundos en los que el cantante continuó cantando pensando que todo el público lo estaba escuchando. Pero pronto se dio cuenta de que algo iba mal. Riazor empezó a gritar y a abuchear por haberle apagado el sonido al artista, quien seguidamente abandonó el escenario porque ya había excedido su tiempo.

Con unos minutos de retraso comenzó Black Eyed Peas. Con ellos, Riazor continuó siendo una gran fiesta. La banda estadounidense comenzó con Let`s get it started. Canción tras canción, el público no dejo de saltar y cantar. Con Where is the love?, Riazor, una vez más, volvió a iluminar. Teléfono´ en mano, las gradas y la pista se encendieron.

Y el broche final al Morriña Fest lo puso Franz Ferdinand. Take me out fue uno de los temas que hizo saltar al público antes de dar por finalizada esta segunda edición el Morriña Fest, que devolvió los conciertos a Riazor casi tres décadas después.

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