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El Chaflán: 25 años en el corazón del 15007

Hace un cuarto de siglo, este local era el que peor fama tenía de la ciudad. Llegó Rafa, y más tarde Anuska, y todo cambió. Hoy es punto de encuentro de muchas generaciones.
Rafa y Anuska, en el Chaflán.
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Rafa y Anuska, en el Chaflán.
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El diccionario define Chaflán como "la fachada de un edificio o de una manzana que forma dos ángulos iguales con las fachadas laterales, que son perpendiculares entre sí", o lo que es lo mismo, una esquina. Para A Coruña y Os Mallos, es mucho más. Lo lleva siendo desde hace 25 años, cuando Rafa Varela cogió un bar desahuciado y lo convirtió con esfuerzo y tiempo en punto de encuentro para muchos vecinos del 15007 y otras zonas de la ciudad.

Rafa y su madre regentaron el lugar y le dieron el encanto propio de un bar familiar. "Tratamos a los clientes por el nombre". Hubo que remar contra la mala fama del anterior local, pero el Chaflán floreció. Desde hace 17 años, Anuska Viña, pareja de Rafa, es también responsable de este establecimento.

Cuando uno entra en este local de la calle Antonio Viñes siente el olor de la madera de una barra sobre la que se han posado millones de vasos, el regusto de la tortilla o la ensaladilla que también hicieron famosa su cocina o los recuerdos de la historia blanquiazul más célebre.

"Es un orgullo ser un sitio de referencia para muchos", agradece Rafa. Si le preguntas por una anécdota, recuerda el día que llegó un cliente del aeropuerto y le contó que al taxista le había dicho que lo llevase "al Chaflán" y supo donde era. "No pude dormir de la emoción".

De bar familiar a punto de encuentro de media ciudad

Los clientes habituales del Chaflán, en la fiesta del 24 aniversario.

El Chaflán es, sin duda, un bar mítico en la zona. Punto de encuentro de muchas generaciones.

Eso parece, pero nosotros solo llevamos 25 años. Hay otros que llevan 40 por la zona. En Os Mallos estamos rodeados de otros grandes locales, más antiguos todavía. El ambiente llama a la gente, creo. Tener música distinta también. Al fin y al cabo, somos una esquina, no un bar de la hostia. Lo que más me gusta del local es el suelo. Estos días tuvimos que hacer una obra y la gente estaba preocupada por el suelo. En verano tendremos que hacer unos retoques al bar, sin muchos cambios pero arreglando cosillas.

Anuska: Parte del encanto que tiene el Chaflán es el hecho de no haber cambiado. Se conserva prácticamente igual que cuando se abrió hace 25 años.

¿Cómo surgió la idea de abrir este local?

Este bar era un local con muy mala fama. Se vendía droga y venía gente muy turbia. Me propusieron coger el local. No tenía ni idea de hostelería, pero me hacía ilusión. Siempre había querido tener un bar. Los vecinos cuando vieron que un chaval de 24 años iba a abrir de nuevo el bar se temieron lo peor. Pero le hice un lavado de cara y de clientes.

La gente que conocía del fútbol, mis amigos, ya crearon un ambiente distinto. Los primeros meses venía todavía gente pensando que aquí se trapicheaba, pero con el tiempo eso se acabó. Con el tiempo, al no causar problemas y tener un buen ambiente, encajamos bien en el barrio. Y hasta hoy. Cada vez hay más ambiente y viene más y más gente.

"El ambiente llama a la gente. Al fin y al cabo, somos solo una esquina y no un bar de la hostia"

Rafa Varela

¿Cómo se te ocurrió el nombre de Chaflán?

Le dimos muchas vueltas porque había que cambiarlo sí o sí, ya que lo peor de A Coruña se juntaba aquí. Llevábamos dos meses en obras, pintando y arreglando todo para abrir el local. Me lo encontré destrozado. Estaba el suelo y media barra. Tuvimos que trabajar duro para recuperar todo.

Cuando acabamos, me fui con unos amigos a Málaga de vacaciones antes de abrirlo. Estuvimos todo el viaje dándole vueltas a ver qué nombre le poníamos al bar. Una noche de fiesta, estábamos meando en algún callejón y un amigo mío me dijo: “Chaflán. Tienes que llamarlo Chaflán”. Le pregunté por qué, y me dijo que “porque hace esquina”. Es un término de carpinteros. Nunca lo había escuchado y ahora cada dos por tres me traen fotos y recuerdos de otros bares que se llaman igual en otros sitios de España.

Aquí se junta todo tipo de clientes, desde jóvenes a veteranos. ¿No te parece?

Es que son muchos años. Los que paraban al principio eran chavales, como yo. Ahora vienen con sus hijos. Piensa que en la zona están las pulpeiras, la cervecería... Es un barrio muy bueno. También viene mucha gente que trabaja en los juzgados. Hay un ambiente muy variado. Siempre que la gente se comporte, son bienvenidos.

La hora punta es a partir de las ocho de la tarde.

Si te soy sincero, muchas veces prefería tener más gente al mediodía, que tener que cerrar con la terraza llena a las dos de la madrugada. Eso entiendo que pueda molestar a los vecinos, pero no es algo que sea culpa nuestra. Mucha gente se anima a venir tarde porque cierra la Estrella u otros sitios.

"El bar estaba destrozado. Quedaba el suelo y media barra. Tuvimos que trabajar duro para recuperar todo"

Rafa Varela

¿El amplio horario influye para tener tanta clientela?

Podría ser. Abrimos a las 7.30 porque la gente entra muy temprano al juzgado. Hay bares en la zona que abren a las seis para atender a los que trabajan en el puerto. Cerramos los domingos, eso sí, salvo que juegue el Dépor fuera. En esos casos abrimos y montamos una sesión vermú desde pronto con un tipo tocando la guitarra y se genera un ambiente único. Pero también necesitamos descansar muchas veces. La gente sabe que cerramos en verano un mes y en Semana Santa. Es algo que no se negocia y los clientes lo entienden.

Y cierran a las dos de la madrugada. Seguro que algún cliente ha reenganchado y ha venido a tomar el café por la mañana.

Siempre que se comporten, son bienvenidos, claro. Mi madre era la que veníapor las mañanas antes y hubo una época en la que tuve que empezar a abrir más tardes porque venía toda la gente del Soweto -un popular after coruñés que estaba situado en la calle Magistrado Manuel Artime- y no me gustaba que estuviesen con mi madre sola en el local. Hay gente que viene de buenas maneras, pero otros que no. Así que aquí dejamos de vender alcohol hasta las 12 de la mañana.

El interior del Chaflán, un viernes por la tarde.

¿Es el fútbol otro factor que explican el éxito del Chaflán?

Podría ser. Fundamos la peña Chaflán cuando se fundó el bar, pero se acabó perdiendo. La refundamos hace una década. Aquí viene mucha gente a ver al Dépor. Procuramos que estén cómodos. Ponemos las teles fuera y tal, pero no siempre fue así. Recuerdo la final del Mundial que ganó España. Teníamos poquísimos medios para que la gente la viese aquí. Había una tele de 32 pulgadas colgada de aquella manera. Ahora tenemos una de 50 y parece que no es nada. No recuerdo cuánta gente había aquel día, pero era muchísima. Fue algo memorable.

Imagino que con los éxitos del Dépor pasaría igual.

Lo mismo pasó el día que el Dépor ganó la Liga. Recuerdo llegar al bar desbordado. De aquella no paraba tanta gente como ahora y no nos lo esperábamos. Yo venía del campo y apenas era capaz de recordar que tenía un bar. Me costó entrar en el local y cuando llegué a la barra había 6 o 7 clientes que se habían puesto a servir de lo desbordados que estábamos. La gente venía a la fuente de Cuatro Caminos y de la cantidad de personas que había acababan aquí. Incluso apareció un tío a caballo. Hoy en día el ambiente parece el del estadio. Si fuese cliente me gustaría ver aquí el fútbol.

"El día que el Dépor ganó la Liga hubo clientes que se pusieron a servir de lo desbordados que estábamos. Hasta apareció un tío a caballo"

Rafa Varela

En San Juan también hay tradición de tomar algo en el Chaflán.

Cortamos la calle y ponemos música. Igual se nos juntan unas 1.000 personas. Decidimos que lo mejor era cerrar la calle. Es más por seguridad que otra cosa. Ese día sacamos las barras a la calle, hacemos una sardiñada gratis para todos y, este año, traeremos dos bandas de música, además de gaiteros. Son gente de la casa, que paran en el bar de forma habitual. Es un día para los clientes y los vecinos.

¿Qué tienen la tortilla y la ensaladilla del Chaflán para que se hable tanto de ellas?

Una de las cosas más importantes son las tapas. Nuestra tortilla siempre ha tenido fama. Antes la hacía mi madre, pero se jubiló y cogimos a Abel para la cocina. Es un chico que le ha dado otro aire a la comida. También la ensaladilla de mi madre estaba buenísima. Cada día se tiraba 3 horas haciéndola. Su secreto era picarla mucho. Cuando ella dejó la cocina todos estaban preocupados por cómo sería la comida. Pero Abel lo está haciendo genial.

El licor café también es conocido.

Anuska: Algo de fama si que tiene, eso es verdad. Creo que es porque lo servimos directamente del congelador. Entra muy bien porque está muy frío.

Rafa: La clave es tener un buen producto. Tenemos una buena tortilla, una empanada de las mejores de A Coruña y las cañas, de Estrella Galicia siempre, las tiramos con cariño.

El Chaflán, el pasado San Juan.

¿No estáis algo saturados con tanta gente?

Hecho de menos los tiempos en los que no paraba tanta gente. Pero esto no es una oenegé, es un negocio y estamos para lo que estamos. Antes hacíamos galas de premios con los clientes. Podríamos estar más tiempo con ellos y nos conocíamos todos. Todavía hacemos fiestas temáticas y de disfraces en carnavales o en nuestro aniversario. Se disfraza hasta el que menos te lo esperas.

Y como buenos hosteleros...

¿Sois de caña o vermú?

Anuska: Caña.

Rafa: Caña. No me gusta el vermú y no entiendo cómo ahora se bebe tanto.

¿Café solo o con leche?

Anuska: Con leche.

Rafa: Cortado.

¿La tortilla o la ensaladilla del Chaflán?

Anuska: La tortilla.

Rafa: Esta es jodida. La tortilla, y si puede ser, con cebolla.

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