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10 mitos sobre la alimentación de los perros: Esto es lo que opinan veterinarios de A Coruña

¿Pueden comer chocolate los canes? ¿Hay que cocinar la carne para dársela? ¿Es conveniente darles leche de vaca a los cachorros? Estas son algunas de las preguntas a las que responden los profesionales
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Una buena alimentación es fundamental para prevenir enfermedades o satisfacer las necesidades del organismo. Una premisa que no solo se aplica en el caso de los seres humanos sino también en el de sus grandes amigos, los perros, que dependen de las elecciones de sus dueños para comer de forma equilibrada y evitar productos que puedan ponerlos en peligro.

Existen una gran cantidad de mitos alrededor de la forma más adecuada de alimentar a nuestras mascotas. Aspectos como si es o no conveniente que tengan siempre comida disponible, si deben comer huesos o si se les deben dar las sobras del día a día en una casa suponen un debate constante. Hemos hablado con varios veterinarios de A Coruña para que disipen esas dudas.

¿Pueden comer chocolate y gominolas?

No, los perros no deben comer chocolate ni gominolas. Estos "vicios" humanos son perjudiciales para las mascotas, que pueden incluso llegar a intoxicarse en el caso del chocolate debido a la presencia de la teobromina, que afecta a su sistema nervioso y que está más presente cuanto más cacao contenga el dulce.

"Tiene que tomar mucha cantidad. Si estás comiendo una napolitana y se te cae una miga de chocolate, no va a haber un problema. Pero si es media tableta para un perro de 10 kilos... yo lo llevaría al veterinario", señala Diego Gómez, veterinario de la clínica Ozavet de A Coruña.

Las gominolas, por otro lado, tienen una gran cantidad de glucosa, que sienta especialmente mal a perros y gatos. "No pueden comer una gran cantidad de glucosa porque sino los volvemos a todos diabéticos", señalan las veterinarias del Hospital Veterinario Abeiro de Oleiros, Ana Salgado y Vanesa Rodríguez.

¿Debemos darles las sobras de nuestra comida?

Muchos perros esperan cada día con ansia el final de las comidas o cenas de sus humanos para recibir las sobras. Este gesto, sin embargo, "no es lo ideal", según señalan Salgado y Rodríguez, que añaden: "Deberían comer su pienso o comida húmeda ya formulada para ellos. Ahora está de moda la comida natural, pero ahí tendremos que contar con un nutricionista veterinario que nos haga una ración".

"Nosotros somos omnívoros y variamos muchísimo nuestra alimentación, tanto con diferentes proteínas y sabores como con especias y aceites. Los perros y los gatos son bastante constantes en su alimentación, y cualquier cosa que les demos puede ocasionar vómitos o diarrea", señala Gómez, que alerta también sobre el riesgo de que los alimentos que se dejen fuera de la nevera se estropeen antes de dárselos.

¿Y qué ocurre con los huesos?

Es habitual que muchas mascotas devoren los huesos sobrantes de una churrascada, por ejemplo, aunque no lo más conveniente. "Son peligrosos porque podemos tener una intervención de urgencia por una obstrucción al quedarse atascado en el esófago, el estómago o el intestino", indica el veterinario de Ozavet.

Salgado y Rodríguez coinciden. "No se aconseja darles los huesos porque pueden astillarse en el estómago y provocar incluso una perforación del intestino", indican las veterinarias del Hospital Veterinario Abeiro de Oleiros, que añaden: "Si quieres darles en algún momento huesos, a lo mejor los largos como el de rodilla de vaca o el del lacón... pero aún así no es aconsejable".

Y sí, es recomendable evitar todo tipo de hueso, incluso los de vacuno o cerdo que están a la venta envasados. "El perro, sobre todo si son grandes, no va a ser capaz de romperlos pero sí de quitarle astillas. Igual no tenemos una urgencia, pero pueden provocar una gastritis o problemas como los fecalomas, que son heces muy duras y compactas que el perro no es capaz de expulsar", señala Gómez.

La carne, ¿mejor cruda o cocinada?

La carne es uno de los alimentos preferidos de los perros, aunque la recomendación de los expertos es dársela siempre cocinada. "El pollo no deberíamos dárselo crudo por las bacterias. No hace falta cocinarla en exceso, pero soy partidario de darle un pequeño cocinado: hervir, cocer o incluso un aire de microondas", señala Gómez.

Otras carnes como la de cerdo pueden transmitir enfermedades contagiosas, de ahí la importancia de cocinarla. Algo en lo que coinciden las veterinarias del Hospital Veterinario Abeiro de Oleiros, que señalan que cocinar la carne ayuda a evitar problemas infecciosos como la toxoplasmosis.

Ocurre lo mismo con otro producto de procedencia animal muy utilizado en numerosas casas: el huevo. Los comprados ya vienen normalmente libres salmonela, pero los caseros pueden suponer un riesgo, de ahí la importancia de no dárselo crudo a los perros. Otros alimentos a evitar son los frutos secos, las uvas y la cebolla, totalmente prohibida porque es tóxica para su hígado.

Y los cachorros, ¿pueden tomar leche de vaca?

"Los humanos somos unos de los pocos mamíferos que no somos intolerantes a la lactosa, la consumimos a lo largo de nuestra vida. La gran mayoría de los mamíferos, una vez termina el periodo materno y empiezan a ingerir sólidos, se vuelven intolerantes", señala Gómez, que no es partidario de darle una alimentación humana a los canes, incluida la leche de vaca.

Los cachorros son "sensibles" y están en plena formación de su sistema inmunitario, por lo que darles algo que pueda causarles una diarrea no es recomendable. Esto puede tener consecuencias, además, si el problema se produce en pleno periodo de vacunación, que se puede ver retrasado poniendo en riesgo al cachorro, al que podría dársele leche sin lactosa (aunque tampoco es recomendable).

Ana Salgado y Vanesa Rodríguez, por su parte, recuerdan que para los cachorros existen unos preparados especiales y específicos para darles como complemento alimenticio o para criarlos si no puede hacerlo su madre. Darles lecha a los cachorros, además, es totalmente innecesario ya que los piensos para los canes más pequeños cubren todas sus necesidades.

¿Es conveniente que tengan siempre comida?

Los perros, al igual que los humanos, necesitan tener una rutina y horarios. "Al tener siempre el comedero con comida, que muchas veces es seca, se enrancia por la humedad ambiental y va a perder textura y sabor", indica el veterinario de Ozavet, que señala que lo mejor es darles la porción que les corresponde en cada ocasión tanto de pienso como de alimento húmedo.

Ana Salgado y Vanesa Rodríguez explican que el número de veces que tienen que comer depende de las costumbres del dueño, que debe mantener la rutina. "Si quieres darle dos o tres veces al día de comer, que sean siempre esas, y saber la comida que les damos sin hacer variaciones", indican las veterinarias, que señalan que en el caso de los gatos es diferente: lo mejor es que tengan siempre comida y agua disponible.

¿Son buenas las latas y salchichas para perros?

Los piensos son el producto más recomendado por los expertos a la hora de alimentar a las mascotas. "Es una alimentación que lleva cientos de años dándose, son normalmente casas que llevan muchos años con estudios nutricionales de fondo, y si al perro le sienta bien, comodidad-precio va a ir mucho mejor con un pienso que con la alimentación húmeda", indica Diego Gómez.

Los perros, sin embargo, tienden a preferir la comida húmeda por el olor y el sabor. No hay nada negativo en dársela si se combina con el pienso y no se almacena abierta, para que conserve la textura y evitar que se estropee. "El pienso es necesario porque cuando lo muerden, favorece que no se desarrolle demasiado sarro. Es preferible hacer una combinación de los dos", explican Ana Salgado y Vanesa Rodríguez.

Y los snacks, ¿podemos dárselos?

Las snacks como pequeñas galletas para los canes son usados a menudo como "premio", aunque lo conveniente con este tipo de productos es no abusar. Así, estos productos no pueden ser la base de alimentación del can, que sí puede tomarse algunos de vez en cuando.

"Si el perro está bien de peso, no tiene ningún tipo de problema de intolerancia o alergia alimentaria y le sientan bien, no hay problema en que le demos alguna. Es lo mismo que si nosotros nos comemos un par de bombones, unas galletas o unas gominolas", ejemplifica Diego Gómez.

Una opinión con la que coinciden Salgado o Rodríguez. "Los perros deberían comer su ración. Si le damos siempre lo que quieren, comerá las chuches porque es lo divertido y lo sabroso y dejará el pienso. Hay que tener un poquito de cuidado", explican las veterinarias del Hospital Veterinario Abeiro.

¿Pueden tener una dieta vegetariana o vegana?

La premisa fundamental a tener en cuenta al hacerse esta pregunta es que los perros son omnívoros, por lo que la dieta vegana no está recomendada para ellos. Si una persona quiere centrar la alimentación de su perro en los productos vegetarianos, por ejemplo, debe encontrar una fórmula equilibrada con las proteínas precisas para el can, así como con los complejos vitamínicos y aminoácidos.

Los tres veterinarios consultados por Quincemil coinciden en que los perros necesitan una alimentación variada adecuada a sus necesidades. "No son carnívoros estrictos, pero sí que son omnívoros. Hay cosas que no vamos a poder suplir si no se las proporcionamos nosotros. Con los gatos es más complicado porque son carnívoros estrictos", explican Rodríguez y Salgado.

¿Engordan si los castramos?

Los beneficios de la esterilización son mayores que los aspectos negativos que pueda tener sobre el animal, según los expertos. Una de las cuestiones que más duda genera a los dueños es saber si el animal va a engordar tras ser castrado, pero la respuesta es que depende de cada ejemplar, más allá de que la tendencia sea que sí: algunos cogen unos kilos más y otros no.

Gómez explica que los perros se castran normalmente antes de cumplir el año, cuando su crecimiento está casi terminado. Así, este perro tendría ya tendencia a engordar aunque no se esterilizase debido a que dejaría de ser tan juguetón y activo. La alimentación y el ejercicio, sin embargo, tienen también un papel fundamental para evitar que los canes se vuelvan obesos.

"En un perro que esté esterilizado no vamos a tener todo el nerviosismo y el componente hormonal. Va a ser un perro que esté más vago y no esté tan nervioso cuando haya una perra cerca, que no quiera moverse tanto, que no sea tan territorial. Hay un pequeño porcentaje que sí que engorda", indica el veterinario de Ozavet.

"No tenemos que conformarnos diciendo que el perro porque lo castramos tiene que engordar. No tenemos porque tener un perro castrado obeso. Hay alimentación para perros castrados, incluso piensos específicos para bajada y mantenimiento de peso que nos deberían ayudar a controlar eso, subiéndoles más el ejercicio habitual para suplir la falta de hormonas", indican Ana Salgado y Vanesa Rodríguez.

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