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Currimar: La marca de conservas artesanales que innova con la tradición gallega

Bonito del norte de las lonjas de Burela y Celeiro, pulpo gallego u ostras de la Ría de O Barqueiro son algunos de los productos que esta firma con sede en Xove envasa de forma artesanal para llevar a los hogares "sabores como los de antes" o platos preparados en los que el pescado es el gran protagonista
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Impulsada por el saber hacer de las mujeres de la costa de Lugo nació en 2012 Currimar, una empresa que apuesta por la innovación como fórmula para revalorizar la tradición a través de sus conservas. Bonito del norte, ostras o pulpo son algunos de los productos que es posible encontrar en los botes de cristal de esta firma que apuesta por llevar a los hogares "sabores como los de antes".

Conservas Artesanas Curricán hizo sus primeras conservas hace 11 años tras nacer como una iniciativa femenina de la mano de Nieves Medina y Placer Rodríguez, que aprendieron de la gente de la costa lucense cómo hacerlas de forma tradicional y artesana. Un proyecto asentado en las raíces de sus responsables, que buscan que cada bocado transporte al consumidor al sabor de las comidas de las abuelas.

"El valor que nuestras familias y amigos daban a la conserva que hacíamos para autoconsumo en nuestros hogares nos hizo valorar la posibilidad de que esta actividad se convirtiera en una alternativa de trabajo", explica la socia de la firma Nieves Medina García. Nacía así Curricán (que engloba las conservas Currimar y los platos preparados Delecta Mare), que ha ido creciendo a lo largo de los años desde su obrador en el Polígono de Camba de Xove (Lugo).

Una marca que innova desde la tradición

"Somos una empresa que intenta poner en valor productos típicos de Galicia, presentándolos en una conserva de fácil distribución y transporte que permita llevarla a cualquier punto del mundo", explica la socia de la firma. Currimar busca, de esta forma, ofrecer a sus clientes un producto premium de la más alta calidad "con sabores como los de antes".

Todo ello desde el respeto por la tradición. "Ofrecemos un producto cuya innovación ha sido recuperar la tradición de la conserva, actualizarla e intentar introducirla en el mercado gourmet", explica Nieves Medina, que señala que apenas existen empresas con sus características en España, dedicadas al envasado en cristal de pescado de forma totalmente artesanal.

Envasado artesanal de bonito del norte (Cedida).

Nieves Medina y Placer Rodríguez centraron de esta forma su proyecto en las artes tradicionales, la materia prima de la costa gallega y una presentación que aporta valor añadido al producto fresco. Las responsables de la empresa señalan que esto es una línea de las nuevas tendencias Slow Food: productos gastronómicos artesanos a pequeña escala y de excelencia contrastada.

Curricán recupera en sus conservas elaboradas con mimo el sabor de las que tradicionalmente se hacían (y hacen) en algunas casas. La firma mejoró el tiempo de maduración del bonito en conserva para hacer que tuviese un sabor más intenso y un "bouquet excepcional", envasándolo con auga de mar depurada sin químicos. Es así como nacen las ostras en escabeche cítrico, por ejemplo, similares a aquellas de las hablaba Álvaro Cunqueiro en su libro La Cocina Gallega.

Materia prima de cercanía

"Utilizamos bonito del norte de costera, proveniente principalmente y, siempre que es posible, de los puertos de Burela y Celeiro, que transformamos íntegramente en nuestro obrador. Pulpo gallego, también siempre que hay disponible y en muchos casos certificado, y ostras salvajes de nuestras rías, adquiridas directamente a las cofradías de mariscadoras de la zona", explica Medina.

Currimar trabaja con productos frescos y de cercanía (Cedida).

La firma apuesta por materia prima proveniente de la pesca sostenible que transforma en origen, lo que "disminuye notablemente" la huella de carbono que se genera con el transporte. "Trabajamos en botes de cristal, un envase que no transfiere residuo a la conserva y que se puede reutilizar o reciclar de forma fácil", añade la responsable de la marca, que concreta que también reciclan los residuos orgánicos a través de una empresa que hace pienso para animales.

Y es que Currimar no solo transforma en origen la materia prima, sino que elige cuidadosamente a sus proveedores. Así, además del bonito del norte de los puertos de Burela y Celeiro, trabaja con pulpo capturado por la flota artesanal gallega y certificado con la marca Pescaderías y con ostras de la Ría de O Barqueiro, un producto a través del que colabora con las Mariscadoras de la Confraría de O Barqueiro-Bares para conservar el marisco en fresco y que pueda ser transportada en seco.

Desde productos al natural hasta platos preparados

La empresa comercializa actualmente cuatro líneas de productos bajo la marca Currimar Conservas Tradicionales, sumando más de 25 referencia. Una de ellas es la de bonito del norte, que se compone de opciones como lomos en aceite de oliva o al natural, cogote, ventresca o migas, todo ello en aceite de oliva.

El pulpo está envasado por esta firma en aceite de oliva virgen extra, mientras que las ostras al natural se conservan en agua de mar y en escabeche cítrico. Los platos preparados "cocinados lentamente", por otro lado, constan de propuestas como las habas con pulpo, el bonito en salsa de tomate, el marmitako de bonito del norte o los calamares en su tinta.

Platos elaborados de Conservas Artesanas Curricán (Cedida).

Esta firma impulsada por mujeres lanzó en 2019 Delecta Mare, enfocada al mercado "de gran consumo" y con platos preparados. Así, los clientes pueden disfrutar de las conservas de Curricán elaboradas en forma de bonito con salsa de tomate, marmitako de bonito, rollo de bonito (típico en la gastronomía de la zona) y albóndigas de bonito en salsa de tomate, perfecta para que los más pequeños y los más mayores tomen pescado.

Precisamente, la demanda de los platos preparados ha aumentado considerablemente en los últimos años debido a que mucha gente apenas tiene tiempo para cocinar. Curricán ofrece de esta forma una gama de productos "de calidad, sanos, sin conservantes artificiales y con el sabor de siempre" para que cualquier persona pueda disfrutar de una comida rápida y completa.

Una amplia variedad de productos de Currimar (Cedida).

"Cualquiera de nuestras conservas tiene una aplicación directa en cocina, desde una simple ensalada hasta platos muy elaborados", explica Nieves Medina. Así, es posible preparar una tosta de verduras asadas con láminas de cogote de bonito del norte regadas con el propio aceite de la conserva; un pulpo á feira con la conserva entibiada con aceite, sal y pimentón sobre los cachelos; o usar las ostras en escabeche cítrico en un salpicón de tomate, aguacate, naranja y cilantro.

El buque insignia de la firma son las conservas de bonito del norte, aunque la demanda de pulpo ha aumentado de forma considerable. "Nuestra otra gran sorpresa han sido los platos preparados, ya que referencias como el marmitako son a día de hoy de los productos con mayor demanda", explica la socia fundadora de la empresa sobre algunos de los productos que más triunfan entre los consumidores.

¿Dónde es posible comprar estas conservas?

Las conservas de Currimar se elaboran en un obrador de Xove pero pueden encontrarse en numerosos puntos de Galicia. La firma comercializa sus artículos en tiendas gourmet de diversas provincias españolas, donde el trato con el cliente es fundamental para dar a conocer el origen y el sentido de esta propuesta gastronómica, así como en el Club del Gourmet de El Corte Inglés.

"Un nuevo nicho de venta han sido los gastrobares, lugares donde el cliente prueba el producto en forma de tapa y además puede comprarlo", explica Medina. Currimar, además, exporta sus artículos en Europa y el año pasado realizó su primer envío a un importador de Corea del Sur, al mismo tiempo que mantiene la venta online a través de la web.

Y es que esta empresa quiere llevar a todo el mundo el saber hacer de las mujeres de la costa de Lugo al trabajar la materia prima gallega. Algo que también hace a través de los lotes de regalo personalizados para sus clientes, los estuches de tapas o las cajas, una de las cuales imita una caja de pescado antigua y envuelta en una bolsa de red de pescar hecha por las redeiras de Burela. "Puro mar, o como nos gusta definirla: del mar, rural y natural", concluye Medina.

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